lunes, 19 de mayo de 2014

La naturaleza divina



La naturaleza divina

María Fontaine

Dios «nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas [lleguemos] a ser participantes de la naturaleza divina» (2 Pedro 1:4)

¿En qué consiste la naturaleza divina? Es la esencia de Dios, Su manera de pensar y de actuar. Por medio de las promesas que nos ha hecho en Su Palabra podemos ser como Él y adoptar Sus opiniones, Sus sentimientos y Su forma de entender las cosas, si creemos y ponemos en práctica los principios y las promesas de la Biblia.

Podemos trascender los confines de las actitudes terrenales que representan un lastre, que nos causan dolor, inquietud, preocupación y temor. En vez de tener un simple conocimiento teórico de que «todas las cosas ayudan a bien a los que aman al Señor» (Romanos 8:28), podemos creerlo, practicarlo y vivirlo en carne propia.

Podemos desembarazarnos de todas las actitudes y formas de pensar adscritas al plano terrenal y opuestas al celestial. Jesús dijo a Sus seguidores: «Ya vosotros estáis limpios por la Palabra que os he hablado» (Juan 15:3).

Podemos reprogramarnos para ser «nuevas criaturas en Cristo Jesús» y vencer mediante Su poder nuestras actitudes negativas y malos hábitos (2 Corintios 5:17).

Cuanto más vivimos, creemos y practicamos la Palabra, mejor sintonizados estamos con el reino celestial y sus moradores. Cuanto más ponemos «la mira en las cosas de arriba, no en las de la Tierra» (Colosenses 3:2), más fácil nos resulta estar en este mundo sin dejarnos controlar o moldear por él (Juan 15:19).

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