lunes, 30 de noviembre de 2015

Pudo haber sido peor

PUDO HABER SIDO PEOR

Cuando te suceda algo malo, piensa en todos los percances que no se produjeron. Pudo haber sido peor.

El entusiasmo es el combustible de la vida; nos permite llegar a destino.

No importan tanto los problemas y contrariedades que se nos presentan como nuestra forma de encararlos.

La frase no puedo es muy triste en cualquier idioma.

Al maldecir un neumático pinchado no haces nada por repararlo.

La fortuna puede privarnos de riquezas, pero no de ánimo.

El semblante de un hombre dice mucho más sobre su personalidad que su atuendo.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Afirmaciones positivas para combatir la negatividad

AFIRMACIONES POSITIVAS PARA COMBATIR LA NEGATIVIDAD

María Fontaine


* Aunque no me sienta capaz, me propongo hacer lo que pueda. El Señor me ha creado, así que será Él quien lo haga a través de mí. Considero que la fe consiste en hacer, no en sentir, así que me voy a esforzar al máximo por fe, me sienta como me sienta.
* Hoy cometí un error, pero me he propuesto aprender de ello y madurar. No voy a permitir que el desaliento y la condenación me lleven hacia abajo debido a ese error. En cambio, prefiero alabarte, Jesús, por ese error, pues por haberlo cometido puedo sacar enseñanzas más importantes de humildad. Y ahora voy a levantarme y volver a intentar.
* Claro que estoy haciendo progresos, porque hoy decidí seguir luchando. Hoy me negué a desistir.
* ¿Y qué importa que no sea una persona perfecta? Estoy luchando por cambiar y por madurar. Mientras siga a Jesús y lo que Él me revele por medio de Su Palabra, tengo la certeza de que hago progresos y me estoy convirtiendo en la persona que el Señor quiere que sea.
* Hoy voy a alabar a Jesús me sienta como me sienta. No me importa si tengo agotamiento, preocupación, ansiedad o abatimiento debida a muchas nimiedades. Hoy quiero estar feliz, alegre, optimista y rebosar de alabanza. Así que voy a llenarme la cabeza de cosas buenas, de pensamientos positivos y palabras de alabanza. ¡Gracias, Jesús, por este día dedicado a la alabanza!

Mira más allá

MIRA MÁS ALLÁ
Que las circunstancias no limiten tu visión. Mira mucho más allá.

Nunca faltarán los que te aseguren que no lograrás tu propósito. El progreso, sin embargo, siempre ha llegado por medio de los que afirmaron que sus planes eran realizables.

Persevera y triunfarás.

Esfuérzate por aprender algo nuevo hoy.

Olvidemos el pasado; está muerto y enterrado. Encaminemos nuestra vida hacia el futuro, que ofrece un cúmulo de posibilidades.

Toda decepción puede convertirse en un peldaño en la escalera del éxito.

Aunque todos afirmen que no tienes posibilidades de lograr el éxito, no abandones tus sueños.

No más demora... ¡hazlo ahora!

martes, 24 de noviembre de 2015

Deposita tu confianza en mí

Deposita tu confianza en Mí

Palabras de Jesús

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!  Salmo 43:5

No temas ni te preocupes, sino reposa en Mí. Apóyate en Mí y en Mi Palabra. Pon los ojos en Mí y confía en Mis promesas. Ten fe en Mis Palabras que te dirijo. Ten fe en Mi voz, que te habla al corazón. Ten fe en el amor que percibes a tu alrededor.

Cuando sientas temor, dudes o te preocupes, pon los ojos en Mí y confía. Cuando comiences a temblar, confía en Mí. Cuando no puedas más y se te llenen los ojos de lágrimas, sigue confiando en Mí a pesar del llanto. Confía en Mí pase lo que pase.

Confía en que sé lo que más te conviene. Confía en Mi sabiduría. Confía en Mi capacidad para guiarte, orientarte y hacer que se cumpla Mi voluntad en tu vida. Confíame el futuro. Confía en que no te fallaré; cumpliré las promesas que te he hecho. Confía en que no te abandonaré.
Confía en que te consolaré por las noches cuando te parezca que no tienes a nadie. Confía en que siempre estoy contigo. Confía en que soy capaz, y en que te ayudaré en esta época de pruebas. Confía en que no te defraudaré.

Mantén los ojos en Mí y deposita tu confianza en Mí. No centres la atención en tus temores, preocupaciones y dudas. Fíate de Mi Palabra, de Mi voluntad para tu vida, del plan que he trazado para ti. Confíame tu destino.

lunes, 23 de noviembre de 2015

El mejor siquiatra del universo


Si quieres una sesión con el mejor siquiatra, habla con Dios. Te conoce mejor que nadie.
El hombre se fija en las apariencias, pero Dios mira el corazón.

El universo es un reloj de complejo mecanismo en manos del Maestro Relojero.

Si necesitas con urgencia respuestas a los profundos interrogantes que te acosan, no busques en tu interior, en Internet, en las últimas tendencias de la sociedad ni en ningún otro sitio. Recurre a Dios. Él puede respondértelos. En Su libro, la Biblia, hallarás todas las respuestas.

Cuentas con un Amigo que nunca te dejará; un Padre que te espera con los brazos abiertos; un Asistente y Proveedor que está presto a echarte una mano en la necesidad. Aunque no veas a Dios, Él está a tu lado.

La mejor póliza de seguros contra toda tragedia personal o catástrofe natural es la fe en Dios. Una compañía aseguradora te podrá resarcir de un revés económico o costear la reparación de tu automóvil o la reconstrucción de tu vivienda; mas sólo Dios puede recomponer tu corazón cuando está destrozado.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Dame una oportunidad

DAME UNA OPORTUNIDAD
Quiero facilitarte la vida. Encomiéndame lo que te la dificulta, y te lo cambiaré por alegría. Dame una oportunidad. Jesús
Dios me ama. Me ha amado desde el principio y me amará hasta el fin.
Hay Alguien que conoce y comprende todos tus pensamientos, afectos y sensaciones -tu placer, tu dolor, tu alegría, tu tristeza-; hasta percibe las necesidades y anhelos más hondos de tu corazón.
No hay nada que Dios sea incapaz de comprender.
En los momentos en que crees estar solo, que nadie advierte tu presencia, que a nadie le interesas, recuerda que Dios te ve. Él te comprende y puede mejorar la situación.
Dios te ama y te conoce de un modo muy personal. Si tú todavía no lo conoces, pídele que se te manifieste.

jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Por donde comienzo?

«¿Por dónde comienzo?» es probablemente la pregunta más frecuente que se hacen las personas que deciden empezar a leer la Biblia.
Recuerdo mis primeros intentos cuando era joven. Comencé por el principio, pero no llegué muy lejos. A la altura de Levítico —un libro atestado de leyes antiguas— había perdido todo interés.
Más tarde, cuando empecé a cultivar una relación personal con Jesús, descubrí que estaba en mejor situación para entender lo que leía. Pablo dice: «El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente»1. Una vez que uno conoce personalmente al autor, el libro resulta más interesante.
Disfruto leyendo con frecuencia los Salmos. Muchos de ellos son auténticas oraciones que pueden ayudarnos a expresar nuestras propias peticiones. A veces comienzan con clamores angustiados y desesperados, pero normalmente terminan con gratitud y alabanza. Hay 150 salmos. Si se leen 5 al día, en un mes se han leído todos. En el libro de los Proverbios hay 31 capítulos, lo cual es estupendo para leer uno al día durante un mes.
Siempre es grato y fácil leer los Evangelios. Yo los releo varias veces al año y encuentro que son lo mejor que hay para cultivar una estrecha relación con el Señor y mantenerme en el buen camino.
Otro consejo que viene a cuento es pedirle a Dios que te ayude a entender lo que lees y qué quiere que aprendas de ello. Yo suelo invocar el versículo «Abre mis ojos, y miraré las maravillas de Tu ley»2. Cuando me topo con un pasaje que no entiendo, lo estudio más a fondo o lo dejo sobre elestante de la fe para otro momento.
Leer la Biblia nunca es un ejercicio inútil. Es alimento para el alma y nos da fuerzas para librar las batallas de la vida.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Palabras amables

LAS PALABRAS AMABLES SON COMO LOS ASIENTOS DE LOS AVIONES

Las palabras amables son como los asientos de los aviones. Se puede llegar a destino sin ellos; pero desde luego es mucho más agradable ir cómodamente sentado.

La mejor forma de escuchar es ponerte en el lugar de tu interlocutor.

La amabilidad y la cortesía vuelven superior a un hombre común. En cambio, la indiferencia y la apatía convierten a un hombre superior en una persona corriente.

El amor y la gentileza que demostramos nos son correspondidos con igual liberalidad.

La vida es como el buen vino. Se disfruta más en compañía. 

Grabemos los agravios en la arena y las gentilezas en el mármol.

martes, 17 de noviembre de 2015

La amistad

¿QUÉ ES UNA AMISTAD?

Maxwell y Mark Littleton

El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano.  Proverbios 17:17

¿Qué es una amistad, sino una relación? Las buenas relaciones hacen que la vida valga la pena. Las relaciones nos ayudan a crecer, a aprender el sentido de la confianza y el amor, a convertirnos en la persona que debemos ser. Es el motivo por el que uno de los elementos clave para ser un líder como amigo es entablar relaciones.

Sabiendo eso, ¿comienzan a forjar buenas relaciones a fin de dirigir como amigos?
Mi primera recomendación es aprender a animar a otros. Recuerden la última vez que alguien los felicitó por una buena acción. ¿Recordaron el cumplido y saborearon las palabras una y otra vez?
Claro que sí. Las palabras de ánimo levantan el ánimo.
Recuerden la manera en que se sintieron cuando alguien les dijo:
  • Eso estuvo fantástico. Hiciste una excelente labor.
  • Puedo asegurarte que yo nunca lograría hacer algo así. Eres el mejor.
  • Muchas gracias por tu ayuda. Haces que todo funcione bien.
  • Debo admitir que has mejorado en un cien por ciento.
¿No les parece que dichas palabras hacen que nuestros esfuerzos valgan la pena? Se puede animar a otros sencillamente comunicando esos cumplidos en todo momento.

El ánimo es muy sencillo. Lo único que se debe hacer es pensar en cualidades positivas, beneficiosas y que ayudan. Luego decirlas.
 

lunes, 16 de noviembre de 2015

Gracias por todo

GRACIAS POR TODO

En la mañana, al levantarte, da gracias por la luz, por tu vida, por tus fuerzas. Da gracias por la comida y por la alegría de vivir. Si no ves ningún motivo para dar gracias, la culpa es tuya.  Tecumseh

He empezado a ver la vida de otra manera. Cuando damos gracias a Dios por cada detallito —cada comida, cada vez que despertamos o tomamos un poco de agua— inevitablemente estamos más agradecidos por la vida misma, por el hecho improbable y milagroso de que existimos.  A. J. Jacobs

(Oración:) Gracias, Jesús, por la infinidad de detalles con que nos bendices. Ayúdanos a no olvidarnos de darte las gracias por todas las cositas que haces a diario para manifestarnos Tu amor. De tan acostumbrados que estamos a Tus bendiciones, a veces ni nos fijamos en muchas de ellas. Las damos por sentadas sin reparar hasta qué punto esos detalles nos demuestran Tu amor.

Gracias por protegernos de tantos peligros y percances que se nos pasan inadvertidos. A veces ni sabemos que nos protegiste, porque no vemos lo que habría pasado si no nos hubieras mantenido bajo la sombra de Tu protección. Te alabamos y te damos gracias por ello.

Ayúdanos a darte las gracias más a menudo por todos los detalles, por las pequeñas muestras de Tu amor, de Tu amparo y protección. Amén.
 

viernes, 13 de noviembre de 2015

Las dificultades nos enriquecen

LAS DIFICULTADES NOS ENRIQUECEN
Puede que lo siguiente no te parezca muy alentador, pero lo es: Dios no solo permite que pasemos dificultades, sino que en muchas ocasiones es Él mismo quien nos las envía. Las concibe especialmente para nosotros, y lo hace con el expreso propósito de acercarnos a Él. Nos aprieta las clavijas para que clamemos a Él pidiendo ayuda. No lo hace con intención de hacernos daño ni castigarnos, sino para fortalecernos. Sabe que depositando nuestra confianza en Él, aumentará nuestra fortaleza espiritual y nuestra resistencia a las dificultades de la vida, y que al pasar tiempo junto a Él y volvernos más semejantes a Él, a la larga seremos más felices y nos sentiremos más satisfechos.
Si nos volvemos a Jesús en nuestra hora de adversidad, Él nos demostrará cuánto nos quiere. Tal vez el problema no desaparezca instantáneamente, pero Él nos dará «la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento» y nos ayudará a apreciar el bien que obra en nuestra vida. Se ha dicho que si no hubiera noche, no se verían las estrellas.
 Cuando tenemos una actitud humilde y confesamos mansamente que tenemos necesidad de Dios, Él puede intervenir y prestarnos asistencia. Cuando estamos vacíos, Él tiene oportunidad de llenarnos. Cuando admitimos que somos incapaces, Él puede conferirnos Su poder, para que éste obre por medio de nosotros cosas que de ningún modo podríamos lograr por nuestra cuenta.
Las dificultades nos enriquecen. Nos trasladan del plano de la cotidianidad superficial y el ajetreo de la vida moderna a la dimensión espiritual, que es más profunda. Asimismo, al percibir el poder divino y ver cómo Dios nos saca adelante en situaciones difíciles, aumentan nuestra fe y nuestra esperanza en que Él velará por nosotros cualesquiera que sean las tempestades que se nos presenten. «La tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza.»

jueves, 12 de noviembre de 2015

El mejor artista del universo



Con qué lentitud y quietud hace Dios cosas majestuosas como un atardecer. Cuando nos presenta un espectáculo de luz, como cuando exhibe un atardecer, la salida de la luna, un arcoíris, las nubes o cualquiera de Sus magníficas y bellas obras de arte... ¡debemos parar a mirarlo, debiéramos prestar atención! Una mariposa, una flor, un árbol, una tormenta… ¡tantas cosas demuestran la belleza y Su poder!

Deberíamos poner atención cuando Él hace esas cosas. Él crea toda esa belleza para bien nuestro. Por eso deberíamos manifestar cierto aprecio, cierta gratitud y alabanza; si no,el Señor termina siendo como un actor sin público. «El Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos». (1 Timoteo 6:17)

Es bellísimo poder contemplar Sus obras pictóricas a pesar de toda la contaminación y confusión que hay en el mundo en la actualidad. Deberíamos detenernos a admirar la obra de las manos de Dios en el momento en que Él presenta semejante espectáculo. Cuando el Señor está haciendo algo como pintar una puesta de sol, es una buena ocasión para hacer una pausa y admirarla, y demostrarle aprecio a Él.

Deberíamos detenernos a contemplar Sus preciosos atardeceres y primorosos amaneceres. Admiramos las obras de arte de los hombres, pero no hay hombre que haya creado algo tan hermoso como un magnífico atardecer o un amanecer. Es una buena ocasión para adorarlo. Detente un momento y aprecia lo que Él está haciendo. Me fascina contemplar el atardecer.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Amor y coraje

AMOR Y CORAJE

Caminando por un sendero en los bosques de Georgia en 1977, vi un charco
de agua delante de mí, me desvié para esquivarlo, bordeándolo por el
lado que no tenía tanta agua ni lodo. Cuando estaba por llegar, fui
atacado súbitamente.
Sin embargo, yo no me defendí, pues el ataque fue tan inesperado  y de
origen totalmente impredecible. Sobresaltado pero ileso, a pesar de
haber sido ya golpeado cuatro o cinco veces, retrocedí un poco y mi
agresor cesó de atacarme.
Ahora en vez de persistir en su ataque se mantenía graciosamente en el
aire con sus hermosas alas delante de mí. Si me  hubiera hecho daño no
me habría parecido gracioso, pero como no me hizo nada, me hizo mucha
gracia y me eché a reír: estaba siendo atacado por una mariposa. Cuando
paré de reírme, di un paso hacia delante. Mi atacante se abalanzó sobre
mí nuevamente. Me topeteó en el pecho con todas sus fuerzas usando su
cabeza y su cuerpo pero sin lograr nada.
Por segunda vez, retrocedí un paso y mi atacante cedió un poco pero al
ver que avanzaba volvió a la carga. Me topeteaba en el pecho una y otra
vez. No supe qué hacer aparte de retroceder por tercera vez. Después de
todo no es muy común que te ataque una mariposa. Esta vez decidí
retroceder varios pasos para ver la situación desde atrás. Mi atacante
retrocedió igualmente para aterrizar en el piso. Es ahí cuando me di
cuenta por qué me había atacado unos momentos antes aquella mariposa. Su
pareja yacía moribunda. Ella estaba en el piso junto al charco donde él
aterrizó.
Parado junto a ella movía sus alas como si la estuviera abanicando. Sólo
me quedaba admirar el amor y el coraje de aquella mariposa y su interés
por su pareja. Había decidido defenderla a pesar de que ella estaba
muriéndose y de que yo era un adversario demasiado grande. Lo hizo sólo
para darle unos preciosos momentos extras de vida y salvarla de ser
pisoteada por mí, si hubiera avanzado un poco más descuidadamente.
Ahora que sabía por qué luchaba la mariposa, sólo me quedaba una cosa
por hacer. Decidí dar la vuelta por el otro lado del charco que era
extremadamente lodoso. El coraje que tuvo para atacar a un oponente mil
veces más grande que él, sólo para defender a su pareja, lo justificaba.
No podía hacer otra cosa que recompensar su valentía dándome la vuelta
por el lado más difícil de cruzar el charco. Llegando a mi auto, no me
importó en absoluto tener que limpiar el barro de mis botas. La mariposa
se había ganado esos preciosos últimos momentos de la existencia de su
compañera, sin ser molestados. Dejé que pasaran aquellos instantes en paz.

Desde entonces he tratado de recordar el coraje de aquella mariposa
cuando me enfrento a grandes obstáculos. Su coraje me inspira y recuerda
que vale la pena hacerle frente a lo que sea si la causa lo amerita.

martes, 10 de noviembre de 2015

10 tips para ser feliz

ESTRATEGIAS PARA SER FELIZ
Diez estrategias para ser feliz, cuyo efecto está científicamente demostrado.
 1. Disfrute de las cosas sencillas. Deténgase de vez en cuando para oler la fragancia de una rosa u observar a los niños mientras juegan. 
2. Evite las comparaciones.
Aunque mantenerse a la par con los vecinos es parte de la cultura [de muchos países], compararnos con los demás puede ser perjudicial para la felicidad y la autoestima. Centrarnos en nuestros propios logros lleva a una mayor satisfacción que compararnos con los demás.
 3. Conceda poca prioridad al dinero. La gente que otorga al dinero una alta prioridad corre mayor riesgo de sufrir depresiones y ansiedad y tiene una menor valoración de sí misma. Cuanto más buscamos satisfacción en los bienes materiales, menos la encontramos en ellos. La satisfacción tiene corta vida, es muy pasajera.
 4. Propóngase objetivos trascendentes. «Las personas que se esfuerzan por lograr algo significativo, ya sea adquirir una nueva habilidad o criar hijos con integridad moral, son mucho más felices que las que no tienen sueños o aspiraciones elevados. 
5. Tome la iniciativa en el trabajo. La felicidad en el trabajo depende en parte de la medida en que uno tome iniciativa. Cuando actuamos con creatividad, ayudamos a los demás, proponemos mejoras o hacemos más de lo que nos marca el deber, nuestro trabajo se vuelve más gratificante y nos sentimos más dueños de la situación.
 6. Cultive amistades y valore a su familia. La gente más feliz por lo general tiene familias y amistades estables y relaciones que le proporcionan apoyo, Pero no basta con ser el alma de la fiesta si se está rodeado de personas a las que apenas se conoce. «No se trata sólo de relacionarse con los demás; es preciso forjar relaciones profundas» en las que haya comprensión y afecto.
 7. Sonría aunque no tenga ganas. Puede que parezca una bobada, pero da resultado. «La gente contenta ve posibilidades, oportunidades y vías para alcanzar sus objetivos. Además, encara el futuro con optimismo, y al revivir el pasado suele evocar los buenos momentos. Aunque usted no posea un optimismo innato, con la práctica puede cultivar el hábito de enfocar las cosas positivamente.
 8. Sea agradecido. Las personas que llevan un registro semanal de todo aquello que suscita su gratitud suelen ser más saludables, más optimistas y más capaces de progresar en la consecución de sus objetivos. Las personas que escriben notas de agradecimiento a quienes han influido para bien en su vida alcanzan mayores cotas de felicidad y tienen menores índices de depresión. El efecto además dura varias semanas.
 9. Salga a hacer ejercicio. El ejercicio puede ser tan eficaz como los medicamentos para tratar la depresión, con el añadido de que no tiene efectos secundarios y es menos costoso. El ejercicio practicado con regularidad brinda satisfacción, crea oportunidades de interacción social, libera endorfinas —que producen sensación de bienestar— y aumenta la autoestima.
 10. Practique la generosidad y el servicio al prójimo. Haga del altruismo y la generosidad parte integral de su vida, y sea asertivo en ello. Ayudar a un vecino, participar en labores de voluntariado o donar bienes y servicios es muy gratificante y trae aparejados más beneficios para la salud que hacer ejercicio o dejar de fumar. Quienes gastan dinero en otras personas se declaran mucho más felices que quienes se lo gastan en sí mismos.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Sin medida

SIN MEDIDA

Palabras de Jesús

Nunca pienses que estoy lejos de ti. Jamás pienses que me canso de ti. A veces te parece que no estás a la altura de las circunstancias, o que no haces lo suficiente o no vales lo suficiente o en la vida no aprendes tan rápido como debes, o no cambias en la medida en que debes o espero que cambies, o que si obraras de otra manera tendrías más valor a Mi ojos o te ganarías más Mi favor. Es importante que sepas que no te valoro por esos criterios.

No juzgo por cuánto logres para Mí ni por tus buenas obras. No te comparo con otros. Miro tu corazón. Veo el amor que tienes por Mí y los demás y tu fe en Mí; eso es lo importante para Mí. Esos son los factores que valen a Mis ojos, no tus buenas obras y esfuerzos por perfeccionarte. Todo eso se deriva de tu amor por Mí, es consecuencia de obedecerme y aplicar Mi Palabra.

Por eso, no te midas por un patrón que no te he impuesto. Ten claro que Mi amor no lo entrego en porciones, según cuánto pienses que me has dado o has hecho por Mí. Mi amor no tiene nada que ver con eso. Es gratuito y te lo prodigo.
Te he amado desde el principio y te amaré hasta el fin de tus días, y aun más allá, durante la eternidad. Al vivir para Mí y experimentar Mi amor todos los días comprobarás lo infinito que es, que brota sin interrupción. Quiero que lo aceptes como es. No trates de entenderlo o analizarlo, porque escapa a la capacidad humana de concebirlo.

Limítate a tener presente y aceptar que es tuyo y es perenne, y luego deja que obre en tu corazón. Déjate transformar y moldear por él y da lugar a que te motive a transmitirlo a los demás. Verás cómo te mueve a proyectarte a ellos y comunicárselo. Verás también que nunca se acaba, que se multiplica en la medida en que lo entregas. Al darlo no te faltará, sino que se te añadirá más. Esa es una de las maravillas de Mi amor. Es celestial y puede medirse en términos terrenales. Así es Mi amor por ti.
 

viernes, 6 de noviembre de 2015

No hay mal que por bien no venga

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Gabriel García Valdivieso

Hace poco leí un artículo en que se explicaba que la vida no es —como muchos pensamos— una serie de altibajos, una alternancia de momentos culminantes en que uno se siente en la gloria, y profundas depresiones y hondonadas en que nos sumimos en el abatimiento o a lo menos en el aburrimiento y el esplín de la normalidad. La cosa no es tan extrema. Según Rick Warren, la vida es más bien como los dos rieles de una vía férrea: uno representa las cosas buenas; y el otro, las malas. Es decir, nuestra existencia discurre paralelamente sobre el riel de la fortuna y el de la adversidad. Eso para mí tiene mucho sentido. 
Casi todos los días vivimos momentos gratos y nos ocurren incidentes desagradables, disfrutamos de experiencias dichosas y pasamos por trances tristes. Es ahí donde entran en juego la gratitud y el optimismo. No hay mejor táctica para deslizarnos felizmente por el carril de la vida que dar gracias a Dios por todo, lo bueno y lo malo, las alegrías y los disgustos, y confiar en que a la larga todo revés, todo infortunio, redundará de algún modo en nuestro bien. Lo dije hace años en este poema, que hoy les dedico cariñosamente:
Que los hombres agradezcan
es lo más hermoso que hay.
No hay vista más pintoresca
que un «a Dios gracias», ¡caray!
Si a Dios no damos las gracias
por todo bien que nos es dado,
la Providencia será reacia
a darnos otro puñado.
Deja de lado las quejas
por algún que otro contratiempo.
¿Por qué no más bien festejas
que es poco tu sufrimiento!

jueves, 5 de noviembre de 2015

Las malas actitudes dañan las buenas obras

¿Alguna vez has vivido la experiencia de ir a comprar en algún lugar donde el vendedor pareciera odiar su trabajo, odiarte a ti y odiar tener que atenderte?
¿O has ido a un restaurante donde el camarero es tan malgeniado que has preferido pedir algo sencillo y usar tu pañuelo antes que llamarlo para pedirle un salero y una servilleta?
¿O puedes recordar a esos profesores que en lugar de motivar y ayudar a sus alumnos a aprender y  superarse parecían disfrutar hasta con una risita mordaz de hacerles perder la materia?
¿O alguna vez te ha tocado un médico regañón que en lugar de mostrar interés por tu salud pareciera ser un papá neurótico que se ha enojado porque estás enfermo y te va a castigar?
Todas estas personas aunque sepan hacer su trabajo y cumplan con sus deberes están dañando sus buenas obras y dejando una pésima imagen en la gente que atienden, sencillamente porque tienen una mala actitud.
Lo mismo pasa en la vida espiritual del cristiano, podemos obedecer a Dios, pero hacerlo por los motivos incorrectos y por ende con una actitud incorrecta.
El resultado de ese mal proceder es que las buenas obras que hicimos no cuentan a nuestro favor y la situación se torna peor de lo que resultaría por no haberlas hecho.
Es por lo anterior que el apóstol Pablo expresaba en su primera carta a los corintios en el capítulo 13 que si él fuera el “Supermán” espiritual que habla en lenguas humanas y angélicas, que profetiza, que entiende todos los misterios y toda la ciencia y que por ello escribe libros maravillosos y da conferencias espectaculares, pero no tiene amor, de nada le vale.
Y que si además tuviera tanta fe que fuera capaz de mover la Cordillera de los Andes y echarla al mar delante de las cámaras de CNN y vender todas sus posesiones y enviarl el dinero a los niños pobres de África, pero no tiene amor, de nada le vale.
Y que si encima de todo ello fuere capaz de entregar su cuerpo para que lo quemaran vivo, tal y como hacía Nerón con los cristianos donde hoy está la catedral de San Pedro, pero no tiene amor, de nada le valdría.
¿Y por qué razón? Porque una mala actitud echó a perder todo su lindo trabajo.
Es que desde el simple cristiano que limpia baños, hasta el pastor que dirige un ministerio de millones de dólares y de miles de ovejas, deben ponerse la mano en el corazón y meditar en la actitud con la que están trabajando, porque si no están destilando amor en lo que hacen, deben hacer los cambios necesarios de inmediato.
 

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Amor al prójimo

El suelo acababa de sacudirse a consecuencia de un fuerte temblor. Un
humilde campesino chino que estaba ocupado atendiendo asuntos de su
granja situada sobre una colina, alcanzó a ver en la distancia que el
océano se retiraba lentamente, como un animal que se agazapa para saltar
sobre su presa, y se dio cuenta de que ese salto sería un maremoto. Vio
también que sus vecinos, que estaban laborando en los valles, debían de
subir a su colina o serían barridos por las aguas. Sin vacilar prendió
fuego a sus propios arrozales y comenzó a tocar la campana de la iglesia
con todas sus fuerzas.
    Sus vecinos, creyendo que la granja del campesino se había
incendiado, corrieron a ayudarlo. Entonces, desde la seguridad de
aquella colina vieron un remolino de aguas que cubría los valles
abandonados y comprendieron cuál había sido el precio de su salvación.
PEDIDO DE ORACION:
Patricio, pide oracion por su economía, trabajo y protección familiar.
gracias y Bendiciones para todos¡

martes, 3 de noviembre de 2015

¡Ten Esperanza en lugar de fatalismo!

Con la ayuda del Señor estoy haciendo un esfuerzo por recuperar valores que había dejado de lado. Anoche, mientras oraba en comunión con el Señor, me hizo reflexionar sobre algo en particular que estaba perdiendo gradualmente: la esperanza.
Aunque no fuera capaz de admitirlo, desde hacía un tiempo me faltaba alegría, sentido y felicidad. Me faltaba valor y cada vez era más fácil caer en la desesperación y la depresión. Para evitar caer en tal estado, le pedí al Señor que me dijera qué me había provocado esas emociones. Luego de unos momentos de silencio le escuché decir: «La respuesta es sencilla. Estás descorazonado y perdiste la esperanza.»
Empecé a reflexionar sobre mi vida, decidido a descubrir por qué había perdido algo tan vital como la esperanza. Recordé varias decepciones dolorosas como resultado de situaciones que salieron al revés de como yo «esperaba». Me había asustado por ello a tal punto que me llevaron a la resignación. Y si bien hay lugar para una resignación sana, sobre todo cuando toca aceptar la voluntad de Dios, mi resignación se había tornado en fatalismo. Cuando se me presentaba cualquier dificultad, la aceptaba automáticamente como parte de la «cruz» que me tocaba cargar por el Señor, y no oraba ni esperaba que las cosas mejoraran. Me decía una y otra vez: «No te ilusiones». Con razón cada día me costaba más sentirme bien.
Y en ese momento, me vinieron a la memoria varias escrituras sobre la esperanza.
«Bueno es esperar calmadamente que el Señor venga a salvarnos»[1].
«La esperanza frustrada aflige al corazón»[2].
¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. Él es mi Salvador y mi Dios[3].
Y mientras pensaba en este pasaje, pensé en el autor: el rey David. Sin duda fue uno de los hombres más valientes y valerosos de la historia. Y hasta él perdió la esperanza y tuvo momentos de desánimo en los que se preguntó: «¿Dónde está tu Dios?»[4] Pero no dejó que la depresión lo hundiese ni se resignó al fatalismo, repitiendo una y otra vez: «En Dios pondré mi esperanza». Y como resultado, siempre se logró recuperar.
Los versículos anteriores son solo unos pocos de los muchos que hay sobre la esperanza. Por mucho que los tuviera presentes toda la vida, esta vez cobraron mucho más sentido y me conmovieron profundamente. Entendí claramente que si me esfuerzo por no perder la esperanza y dejo de lado el fatalismo, me siento mucho mejor y recupero la felicidad y la alegría.
«Pero Señor», me dije, «¿cómo hago para encontrar un equilibrio entre tener demasiadas esperanzas y perderla por completo?»
Me respondió: «No importa tanto cuánta esperanza tengas, sino en qué pones tu esperanza.»
Había puesto esperanza en mis propios esfuerzos, o en resultados que yo anhelaba, en lugar de confiar en los resultados que fueran de acuerdo a Su perfecta voluntad en cada situación. Había llegado a la conclusión que a menos que los resultados fueran como yo deseaba, Él no se ocuparía de nada. Por eso me sentía tan decepcionado y golpeado. Me quedó claro que debía tener esperanza y saber que Él resolvería cada situación, aunque no de la manera o en el momento que yo quisiera.
Me recuerda la anécdota de Mark Twain, que salía de una iglesia con uno de sus amigos en medio de una lluvia torrencial. Le preguntó su amigo: «¿Crees que parará de llover?» Twain le respondió: «Siempre para». Twain le transmitió a su decaído amigo que si bien la lluvia no pararía tan rápido como deseaban, igual pararía, porque siempre para. Asimismo, me recordó que no debo desanimarme ante problemas o dificultades que se prolongan. Y que debo confiar en que a la larga se resolverán.
Estoy decidido y con renovado entusiasmo a actuar con esta mentalidad de tener esperanza en lugar de fatalismo. Recuerdo una y otra vez las escrituras que me trajo a la mente el Señor. Y aunque es un reto al comienzo abandonar la mentalidad antigua para adoptar la nueva, los resultados hasta el momento han valido la pena. Desparece más el desánimo y me siento más feliz y alegre. Ya no siento que estoy destinado a sufrir y batallar. Más bien, sé que a pesar de los pesares que sobrevienen, puedo ser valiente y alegre y tener esperanza en mi Dios.
Por último, mi mayor «esperanza» es que este artículo sea fuente de ánimo para quienes como yo pierdan por momento la esperanza. Dios quiere que confiemos en Su soberanía y que aceptemos Su voluntad, pero no quiero que seamos fatalistas. Fuimos llamados a tener esperanza y alegría eternas y a creer que Él está con nosotros. No siempre sabremos cuál es Su plan para nuestra vida, pero podemos estar esperanzados y confiar en que se está encargando de nosotros, y «todo lo hace bien»[5].
Como reza el viejo adagio: «Donde hay vida, hay esperanza».

Steve Hearts

lunes, 2 de noviembre de 2015

La integridad



LA INTEGRIDAD ES FUNDAMENTAL
Conducirnos con integridad es fundamental para generar credibilidad a nivel individual o a nivel de grupo. Generar credibilidad significa granjearse el respeto de las personas, y una manera importante de ganarse ese respeto es por medio de la integridad y la profesionalidad; demostrando que somos personas confiables, que se puede contar con nosotros, y que nuestra manera de conducirnos es honesta, transparente, confiable y profesional. En las palabras de John Maxwell: «Cuanto más fiable seas, más confiarán los demás en ti, lo cual a su vez te otorgará el privilegio de ejercer influencia en sus vidas. Cuanto menos fiable seas, menos confiarán los demás en ti, y antes perderás tu puesto de influencia».
En la sociedad actual, la información se propaga con mucha rapidez. Cada uno de nosotros debemos  esmerarnos por garantizar que esas novedades que «vuelan» sean novedades que contribuyan a nuestra credibilidad y promuevan la buena voluntad.