¿MIEDO A QUÉ?
Cuando el hombre abre sus espacios interiores a Dios, en la fe y en la oración; cuando siente que sus soledades interiores quedan inundadas por la presencia divina; cuando percibe que su desvalimiento e indigencia radicales quedan contrarrestados por el poder y la riqueza de Dios; cuando el hombre experimenta vivamente que ese Señor, que llena y da solidez, además de todopoderoso, es también todo cariñoso; que Dios es su Dios, el Señor es su Padre; y que su Padre lo ama, y lo envuelve, y lo compenetra, y lo acompaña; y que es su fortaleza, su seguridad, su certidumbre y su liberación… entonces, díganme, ¿miedo a qué? Ignacio Larrañaga
Brava la mar, mas la fe ilesa. Rafael Alberti
No es el estrés lo que nos mata; es nuestra reacción ante él.
Hans Selye
Hans Selye
No hay mejor lugar para renovarse mentalmente que el aposento de la oración, a solas con Dios. Cuando nos apartamos de las cosas temporales que nos distraen y nos hostigan, y allí —en la presencia de Dios— fijamos la mente en las cosas de Él, Su poder transformador comienza a obrar en nosotros. Entonces cambiamos y nos renovamos. Virginia Brandt Berg
Tomado de La Familia Internacional
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