¿CUÁNDO FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE ABRAZASTE A DIOS?
Peter Amsterdam
Leí este relato conmovedor de Thomas Monson:
El viernes, la policía del Distrito de Columbia subastó unas 100 bicicletas que no habían sido reclamadas. Al subastarse la primera bicicleta, un niño de 11 años ofreció:
—Un dólar.
Se ofreció, sin embargo, una cantidad mucho mayor. Cada vez que se subastaba otra bicicleta, el niño repetía esperanzado:
—Un dólar.
El subastador, que llevaba 43 años subastando las bicicletas robadas, notó que las esperanzas del niño parecían aumentar cuando se subastaba otra bicicleta de carreras.
Al final, solo quedaba una bicicleta de carreras. La puja llegó a ocho dólares.
—¡Vendido a ese niño por nueve dólares! —exclamó el subastador. Sacó ocho dólares de su bolsillo y pidió el dólar al niño. El muchacho entregó el dinero en monedas de uno, cinco, diez y veinticinco centavos. Tomó la bicicleta y empezó a marcharse. Caminó apenas unos metros y se detuvo. Con cuidado estacionó su nueva posesión y volvió. Abrazó con agradecimiento al subastador, colgándose del cuello y lloró.
Deberíamos hacernos esta pregunta: «¿Cuándo fue la última vez que sentí un profundo agradecimiento, como el de ese niño?»
¿Cuándo fue la última vez que abrazaste a Dios, y le diste gracias desde lo más hondo del corazón por todo lo que ha hecho por ti? ¿Él dio Su vida por ti en particular. ¿Le has agradecido últimamente? ¿Vives con agradecimiento a Dios?
Tomado de La Familia Internacional