viernes, 9 de junio de 2017

UN VERDADERO CABALLERO

UN VERDADERO CABALLERO


En un torneo de tenis en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York, en enero de 1982, Vitas Gerulaitis y Eliot Teltscher se encontraron en las semifinales. Empataron en los dos primeros sets. En el octavo juego del decisivo tercer set, Gerulaitis acortó el camino y llegó a punto de partido.


Después de un feroz intercambio de jugadas, Gerulaitis golpeó una pelota que tocó lo alto de la red y dribló a lo que sin duda parecía que lo llevaría a ganar el partido. Pero Teltscher corrió hacia la red, dirigiéndose hacia la pelota, y milagrosamente logró lanzarla por encima de la cabeza de Gerulaitis. Asombrado, Gerulaitis se movió hacia atrás, pero lo hizo tarde, y la pelota salió desviada.


La multitud enloqueció. Teltscher sobrevivió al punto de partido; o así parecía. Cuando las ovaciones cesaron, Teltscher indicó que al dar el último golpe tocó la red; eso fue una infracción. No importaba que el árbitro no lo hubiera visto, ni que hubiera mucho dinero en juego. Para Teltscher nada de eso cambiaba las reglas del juego ni el código de conducta de un caballero que es su fundamento. Le dio la mano a Gerulaitis, saludó a la multitud con un movimiento de la cabeza y se fue de la cancha. En la derrota, fue un ganador. Laurence Shames


Tomado de La Familia Internacional

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