Confíame tus caminos
Deléitate asimismo en el Señor y Él te
concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía
en Él y Él hará. […] Guarda silencio ante el Señor y espera en Él. Salmo
37:4-5, 7
Cuando clamas a Mí, cuando me buscas,
cuando me presentas tus peticiones, Yo escucho. Atiendo a cada uno de tus
ruegos. Conozco los deseos y anhelos de tu corazón. Sé lo que buscas. Aún antes
que clames a Mí, conozco los pensamientos y las intenciones de tu corazón, y
los deseos que albergas en él.
En ocasiones, los deseos que albergas
entran en conflicto con lo que te he pedido que hagas. En esos momentos
conviene acudir a Mí para saber cuál es verdaderamente Mi voluntad. Hay
ocasiones en que tu deseo y Mi voluntad coinciden, pues se trata del deseo que
Yo te he dado. Pero hay otras en que el deseo de tu corazón no es otra
cosa que preferencias personales, y pueden entrar en conflicto con Mi voluntad.
A muchos se les presenta una encrucijada
en la vida: hacer caso de Mi llamado o guiarse por deseos personales. Es una
prueba, una decisión que se debe tomar. Siempre es mejor escoger Mi voluntad
suprema, pues es la fuente de Mis plenas bendiciones.
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