Incrementa tus esfuerzos
Palabras de Jesús
Toda vez que acuden a Mí,
incremento sus esfuerzos y pueden obtener resultados óptimos. Conviene
consultarme y pedirme consejo, por muy convencidos que estén de ir por
buen camino. Acudir a Mí reporta beneficios espirituales que no ven y
de los que no siempre son conscientes, pero que sin los cuales se
progresa más lentamente.
*
La oración es uno de los
métodos más prácticos y eficaces de accionar el poder espiritual en su
vida. Mientras más aprovechan y emplean la oración, mejores resultados
obtendrán en su vida y trabajo.
Conviene modificar la
reacción natural al toparse con dificultades. En vez de pensar: «¿Qué
podemos hacer?», deberían decir: «Oremos y pongamos en marcha el poder
de Dios». Ello genera beneficios prácticos.
Las oraciones hechas con
plena fe pueden ocasionar transformaciones. Mi Espíritu puede
transformar pensamientos y situaciones y corregir problemas que no
podrían resolver de otra manera, por mucho que lo intentaran. En
algunos casos puede que encuentren soluciones por otros medios, pero
¿para qué esforzarse tratando de hacerlo por su cuenta cuando Mi
Espíritu lo puede hacer por ustedes?
Pero se debe encontrar un
equilibrio. Tampoco es cosa de decir: «No hagamos nada; limitémonos a
orar para que Dios obre». A veces —de hecho, con frecuencia— hay algo
que deseo que hagan. Así y todo, su primera acción debe ser invocar Mi
Espíritu y poder para superar toda dificultad a la que se enfrenten.
La mayoría se inclina a
pensar que, de tratarse de un problema sencillo o pequeño, pueden tomar
cartas en el asunto y ocuparse de ello. No dicen de manera consciente
que pueden obrar por su cuenta, sin Mí, pero eso es esencialmente lo
que expresan, por haber cultivado la idea de que el poder más grande
solo lo tienen que invocar para las dificultades mayores. Cuando surge
una enorme dificultad y es obvio que no pueden encargarse de ella
solos, entonces sí oran. En cambio, si adoptan el método de hacer de la
oración su primer paso, tanto si se trata de algo fácil como difícil,
les ayudará a establecer una saludable costumbre espiritual para su
vida.
Aunque podrían prescindir
de la oración al llevar a cabo numerosas labores, ¿por qué hacerlo
solos cuando puedo asistirlos? A medida que cultiven el hábito de hacer
de la oración su primer paso, verán que ustedes mismos no tienen que
hacer mucho de lo que piensan que deben hacer; o por lo menos no les
resultará tan urgente ni requerirá de tanta presión o esfuerzo como
pensarían. Esa es una de las ventajas de la oración.
*
Cuanto más haya que hacer,
más de Mi poder les hará falta. Les pido que continúen volviendo a Mí y
confiando en Mí. Si, a pesar de sus esfuerzos, no logran llevar a cabo
alguna tarea, confíen en que me ocuparé de lo que quedó inconcluso.
Bien sé que tienen
muchísimo que hacer. Pero si me permiten trabajar con ustedes y obrar
por medio suyo, podrán realizar las labores que sé que son más
importantes, y confiarme a Mí el resto. También sé que, como dice el
refrán, del dicho al hecho hay mucho trecho, pero es mucho más fácil
permitirme trabajar por medio suyo que tratar de hacerlo todo por su
cuenta. Así que, permítanme ayudarles.
*
Establece una conexión
conmigo por medio de la alabanza. Llena tu corazón, tus pensamientos y
tu boca de algún suceso, cosa o persona que suscita tu gratitud. Da
gracias por la estupenda vida que te he concedido. Da gracias por las
personas que he puesto a tu alrededor, a quienes puedes amar y de
quienes recibes amor. Da gracias hasta por las cosas más pequeñas; así
te pones en una onda positiva, lo cual te permite captar aún mejor Mis
emisiones positivas.
Ábreme el corazón por
medio de la alabanza y mantén tu corazón unido a Mí. Yo soy la luz, y
en Mí no hay tinieblas[1]. Si te conectas conmigo, alumbraré
tu corazón, tu mente y tu vida, de modo que no haya espacio para las
tinieblas, las preocupaciones ni los pensamientos negativos que pueden
echarte a perder el día hundiéndote en lo material y en lo prosaico. La
alabanza es tu pasaje para volar.
*
No es necesario que
conozcan Mi voluntad para cada situación o persona. Si simplemente me
piden que los bendiga y ayude, Yo honraré sus oraciones.
Conozco toda la sucesión
de acontecimientos. La oración, en la mayoría de ocasiones, inicia la
acción y pone en marcha el mecanismo para que se cumpla Mi voluntad.
Aunque desconozcan las consecuencias de Mi voluntad, sus oraciones
servirán para cumplirla. Siempre respondo a la oración. Honro cada una
de sus oraciones.
*
Clama a Mí y Yo te
responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Jeremías 33:3[2]
*
Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Mateo 7:8[3]
*
Una ley de Mi Espíritu
determina que tus oraciones sean eficaces. En efecto, mueven Mi mano y
como resultado puedo obrar más fácilmente en la vida de aquellos por
quienes oras.
La oración pone de
manifiesto tu fe en Mí, tu fe en que daré las soluciones, te enseñaré
el camino, obraré en la vida de las personas y, de ser necesario, hasta
haré lo imposible. La oración también demuestra que dependes de Mí y
que eres consciente de que me necesitas. Eso me complace grandemente.
Cuando oras, actúas en la
dimensión de la fe, donde nacen los milagros. Tus oraciones son muy
poderosas, aunque nadie más me pida lo que tú me pides. Y no hace falta
que percibas con los sentidos ese poder; las sensaciones son lo de
menos. El poder está en la oración.
Las oraciones siempre
surten efecto. Cuando oras, ocurren ciertas cosas en el mundo
espiritual que después repercuten en la Tierra. Puede que no siempre te
dé lo que pides o esperas, pero contestaré de la forma que Yo sé que es
mejor.
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