lunes, 29 de agosto de 2016

Criticar es fácil

CRITICAR ES FÁCIL
Criticar es fácil; lo noble es aprender a admirar. Es enriquecedor valorar a los demás
No es realista pretender que los demás entiendan automáticamente tu punto de vista, y mucho menos que coincidan siempre con él. Esa actitud puede acarrearte muchas contrariedades y distanciarte de los demás.
Cuando adviertas una buena cualidad en alguien, elógialo por ella, o felicítalo por el buen trabajo que ha realizado. Aunque lo hayas hecho en repetidas ocasiones, vuelve a hacerlo. No te preocupes de que se vaya a cansar de escuchar tus elogios. Eso no sucederá.
Anima a tus colaboradores a reflexionar y hablar sobre cómo se pueden hacer mejor las cosas. Eso redunda en un equipo más contento y unido, y en mayores progresos.
Crea a tu alrededor un clima cálido y optimista. Que tu buena disposición ilumine y alegre a los demás.
Antes de pronunciarte sobre algo, entérate de todos los aspectos de la cuestión. Cuanto mejor informado estés, mayores posibilidades tendrás de juzgar acertadamente.
Toda organización necesita un jefe que la dirija y tome o apruebe las decisiones finales. Sin embargo, un buen jefe no es un dictador: consulta con los demás y respeta sus ideas y opiniones. Puede que no concuerde con todas las recomendaciones que se le den y que se decida por otra opción; pero al menos considera respetuosamente las opiniones de los demás.

Tomado de La Familia Internacional

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