martes, 31 de enero de 2017

No es en vano

No es en vano

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, […] sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano (v. 58).

Lectura: 1 Corintios 15:50-58 
La Biblia en un año: Mateo 15:21-39
Un asesor financiero, a quien conozco, describe así la realidad de las inversiones de dinero: «Espera lo mejor y prepárate para lo peor». En casi todas las decisiones de la vida, queda la incertidumbre respecto a los resultados. Sin embargo, hay un camino que podemos seguir, al final del cual y sin importar lo que suceda, el esfuerzo no será en vano.
El apóstol Pablo pasó un año con los creyentes de Corinto, una ciudad conocida por su corrupción moral. Cuando se marchó, les mandó una carta donde los exhortaba a no desanimarse ni sentir que su testimonio para Cristo carecía de valor. Les aseguró que el Señor volvería un día y que aun la muerte sería conquistada (1 Corintios 15:52-55).
Permanecer fieles al Señor quizá sea difícil, desalentador e, incluso, peligroso, pero nunca carece de propósito ni implica tiempo o esfuerzo malgastados. Cuando caminamos con el Señor y damos testimonio de su presencia y poder, ¡nuestra vida no es en vano! Podemos estar totalmente seguros de que es así.

Señor, en estos días de incertidumbre, que nos aferremos a tu promesa de que nuestro trabajo para ti cumplirá tu propósito y será de enorme valor ante tus ojos.

Nuestra vida y testimonio para Cristo nunca son en vano.

lunes, 30 de enero de 2017

El secreto es permanecer en Dios

Cuando haces de Dios tu prioridad, poniendo tu fe absoluta en Él, las cosas en tu vida comienzan a cambiar. Dios se agrada de los que lo buscan continuamente, Él los recompensa. Creer, nos lleva a tener un estilo de vida de búsqueda de Dios. Debemos buscar al Señor y su fuerza continuamente, recordando sus maravillas, y los milagros que ha realizado. No podemos permanecer pasivos en su búsqueda.
Necesitamos buscar su presencia en todo tiempo, para tener la fortaleza y libertad necesaria que nos llevan a resultados extraordinarios. Para ayudarnos en esto, Jesús envió al Espíritu  Santo para guiarnos, enseñarnos y mostrarnos qué caminos debemos tomar. Tengamos en cuenta que las cosas de Dios sobrepasan las circunstancias y pueden lograr lo que nadie más puede hacer. Buscar el rostro de Dios se trata de anhelar conectarnos íntimamente para conocerlo, para que sea nuestra verdadera prioridad, nuestro estilo de vida sobrenatural.
Hagamos esta oración:
“Padre Dios, recibo tu precioso Espíritu Santo para encender el fuego en mi corazón, para buscarte cada día. Bautizame y lléname de tu poder, envísteme con tu Espíritu Santo para vivir en la plenitud de tu presencia, en el nombre de Jesús“. Amén

viernes, 27 de enero de 2017

30 Cosas Que Debes Dejar De Hacerte A Ti Mismo

30 Cosas Que Debes Dejar De Hacerte A Ti Mismo

Hay momentos en la vida en que sabemos que queremos cambiar, ir a algún lado, hacer algo importante… Pero no sabemos cómo. Pues traigo buenas noticias:traemos para ti las treinta cosas que debes dejar de hacerte a ti mismo para poder lograr esas grandes cosas para las que estás destinado. No es una lista de cosas por hacer, son cosas que todos debemos dejar de hacer. Necesitamos dejar espacio a las nuevas y mejores cosas de la vida.

1. Deja de pasar tiempo con las personas equivocadas.
La vida es muy corta como para gastarla junto a personas que succionan tu energía y felicidad. Si alguien te quiere en su vida, harán espacio para ti, no deberías pelear por un lugar. Nunca jamás insistas con alguien que te pasa por alto. Recuerda que los verdaderos amigos no son necesariamente aquellos que se quedan contigo en los buenos tiempos, sino los que permanecen en las peores situaciones.
2. Deja de huir de tus problemas.
¡Enfréntalos! No será fácil, nadie es capaz de salir ileso de todos los problemas. No siempre se puede salir instantáneamente de un problema cuando se presenta, no estamos hechos para eso. De hecho, lo normal es que sintamos tristeza, enojo, dolor, incertidumbre, derrota. Este es el propósito de la vida: Enfrentar los problemas, aprender de ellos, adaptarse y, finalmente, resolverlos con el paso del tiempo. Es lo que nos convierte y moldea a lo largo de la vida.
3. Deja de mentirte.
Puedes mentirle a cualquiera en el mundo, pero no puedes mentirte a ti mismo. Nuestra vida mejorará sólo cuando aprovechemos las oportunidades y la primera y más difícil es ser realmente honestos con nosotros mismos.
4. No dejes tus propias necesidades para lo último.
La cosa más terrible es perderse a sí mismo mientras amas a alguien más, olvidándose de lo especial que es uno mismo. Esto no significa que dejes de ayudar a otros, sino que debes ayudarte a ti mismo también. Si existe un momento para seguir tu pasión y hacer algo que te importa, ¡Ese momento es justo ahora!
5. Deja de intentar ser alguien que no eres.
Uno de los grandes retos de la vida es ser uno mismo en un mundo que quiere que todos sean iguales. Siempre habrá alguien más listo, más guapo, más joven o más viejo, pero NUNCA serán TÚ. Jamás cambies para agradar a las personas; sé tú mismo y las personas correctas te amarán por ello.
6. Deja de aferrarte al pasado.
No puedes comenzar un nuevo capítulo en la vida si sigues leyendo y releyendo el anterior.
7. Deja de tenerle miedo a los errores.
Hacer algo y equivocarse es, al menos, diez veces más productivo que no hacer nada. Cada éxito trae una historia de fracasos detrás y cada error es un paso más cerca de la victoria. Uno termina arrepintiéndose de las cosas que no hizo más que de las cosas que hizo.
8. Deja de culparte por errores pasados.
Quizá amamos a la persona equivocada y lloramos por errores cometidos, pero no importa cuántas cosas hemos hecho mal, algo es seguro: los errores nos ayudan a encontrar a la persona y a las cosas correctas para nosotros. Todos cometemos errores, tenemos problemas e incluso nos arrepentimos de cosas de nuestro pasado. Pero tú no eres tus errores, no eres tus problemas y estás aquí y AHORA con el poder de moldear tus días y tu futuro. Cada cosa que te ha pasado en la vida te está preparando para algo que aún está por venir.
9. Deja de intentar comprar la felicidad.
Muchas de las cosas que deseamos son caras. Pero la verdad es que las cosas que en verdad nos satisfacen son totalmente gratis: el amor, las carcajadas y trabajar en nuestras pasiones. 🙂
10. Deja de buscar la felicidad exclusivamente en otros.
Si no eres feliz con quien eres por dentro, no serás feliz en una relación de largo plazo con cualquier otra persona. Primero tienes que crear estabilidad en tu propia vida, antes de que puedas compartir la vida con alguien más.
11. Deja de ser pasivo.
No pienses demasiado las cosas o crearás un problema que ni siquiera estaba ahí en primer lugar. Evalúa las situaciones y toma acciones decisivas. No puedes cambiar cuando te rehúsas a confrontar las cosas, el progreso implica riesgo, ¡Punto! No puedes llegar a segunda base si tienes un pie en la primera.
12. Deja de creer que no estás listo.
Nadie se siente 100% preparado cuando una oportunidad se presenta. Es porque las oportunidades en la vida nos empujan fuera de nuestras zonas de confort, lo que significa que nunca nos sentiremos completamente cómodos en un principio.
13. Deja de envolverte en relaciones por las razones equivocadas.
Las relaciones deben ser escogidas sabiamente. “Mejor sola que mal acompañada”, decía mi abuelita. No hay necesidad de apresurarse, si algo debe ser lo será a su debido tiempo, con la persona adecuada y el momento debido. Enamórate cuando estés listo, no cuando te sientas solo.
14. Deja de evitar nuevas relaciones sólo porque las pasadas no funcionaron.
En tu vida te darás cuenta de que hay un propósito para cada persona que conozcas. Algunas personas te pondrán a prueba, otras te enseñarán grandes lecciones, pero lo más importante es que algunas sacarán lo mejor de ti.
15. Deja de competir contra todos.
No te preocupes si a otros les va mejor que a ti, concéntrate en romper tus propios récords cada día. El éxito es una batalla entre tú y tú mismo, sólo eso.
16. Deja de lado los celos.
Los celos son el arte de contar las bendiciones ajenas en vez de las propias. Pregúntate esto: “¿Qué es lo que tengo yo que todos los demás quieren?”
17. Deja de quejarte y de sentir pena de ti mismo.
La vida tiene sus altibajos por una razón: para moldear tu camino en la dirección correcta para ti. Puede que no veas o entiendas todo en el momento en que sucede, eso puede ser muy duro. Pero recuerda los momentos difíciles que ya has pasado: Casi siempre nos llevan a mejores lugares, personas, estados mentales o situaciones, eventualmente. ¡Así que sonríe! Deja que todos sepan que hoy eres mucho más fuerte que ayer, y así continuarás.
18. Deja de guardar resentimiento.
No vivas tu vida con odio en el corazón. Terminarás lastimándote a ti mismo más de lo que las personas que odias podrían. El perdón no es sólo decir: “Está bien lo que me hiciste”, es poder decir: “No voy a dejar que lo que me hiciste arruine mi felicidad para siempre”. El perdón es la respuesta, déjalo ir, encuentra la paz, ¡Libérate! Y recuerda, el perdón no es sólo para las demás personas, también es para ti mismo. Si debes, perdónate a ti mismo, supéralo e intenta hacerlo mejor la siguiente ocasión.
19. Deja de permitir que otros te bajen a su nivel.
Niégate rotundamente a rebajar tus estándares para adaptarte a quienes se niegan a elevar los suyos.
20. Deja de desperdiciar el tiempo explicando tus razones a los demás.
Tus amigos no lo necesitan y tus enemigos ni siquiera lo creerán. Sólo haz lo que tu corazón te dice que es correcto.
21. Deja de hacer las mismas cosas una y otra vez sin tomarte un descanso.
El tiempo perfecto para tomarte una pausa es justo cuando no tienes tiempo para ello. Si continúas haciendo lo mismo, seguirás obteniendo los mismos resultados. Hay veces que necesitamos un descanso para ver las cosas más claramente.
22. Deja de pasar por alto la belleza de los pequeños momentos.
Disfruta de las cosas pequeñas porque un día mirarás atrás y descubrirás que eran, en realidad, las cosas más grandes. La mejor parte de tu vida serán las cosas pequeñas, momentos innumerables que invertiste sonriendo a quien te interesa de verdad.
23. Deja de intentar que las cosas sean perfectas.
El mundo real no recompensa a los perfeccionistas, recompensa a las personas que hacen las cosas en tiempo y forma.
24. Deja de seguir el camino más fácil.
La vida no es fácil, especialmente cuando planeas realizarte en algo que vale la pena. No tomes la alternativa más fácil siempre, haz cosas extraordinarias.
25. Deja de actuar como si todo estuviera bien cuando no lo está.
Está bien quebrarse de vez en cuando, no tienes que pretender ser fuerte, no hay necesidad de probarle a nadie que todo está perfectamente todo el tiempo. No debería preocuparte lo que los demás piensan. Llora si lo necesitas, es saludable dejar fluir esas lágrimas. Cuanto más pronto lo hagas, más pronto serás capaz de sonreír de nuevo, sonreír de verdad.
26. Deja de culpar a los demás de tus problemas.
La capacidad de alcanzar tus sueños depende de tu capacidad de hacerte responsable de tu vida. Cuando culpas a los demás de lo que te pasa, estás rechazando esta responsabilidad: Le das poder a otros sobre una parte de tu vida.
27. Deja de hacerlo todo por todos.
Eso es imposible, y solamente terminarás exhausto. Pero hacer sonreír a una persona, a esa persona especial sí puede cambiar el mundo. Quizá no el mundo entero, pero sí una parte de él: enfocarse es el secreto.
28. Deja de preocuparte demasiado.
Preocuparse no le quita problemas al día de mañana, le quita felicidad al día de hoy. Una manera de saber si vale la pena preocuparse es plantearse la siguiente pregunta: “¿Importará esto dentro de un año? ¿Tres años? ¿Dentro de cinco años?” Si la respuesta es negativa, entonces no vale la pena darle más vueltas al asunto.
29. Deja de enfocarte en lo que no quieres que suceda.
Mejor, enfócate en lo que sí quieres que pase. Pensar positivo es el preámbulo al éxito rotundo. Si despiertas cada mañana con el pensamiento de que algo maravilloso sucederá ese día y pones suficiente atención, descubrirás que estabas en lo correcto.
30. Deja de ser ingrato.
No importa lo bien o lo mal que te ha ido, levántate de la cama agradecido por tener vida. Hay quienes, en algún lugar, luchan por ella desesperadamente. En lugar de pensar en lo que te hace falta, intenta pensar en lo que tienes y que a muchos les hace falta.

jueves, 26 de enero de 2017

La curación

¡Uno de los factores más importantes para la curación es la fe!

     Tu salud física depende sin duda alguna de tu estado emocional, y tu salud emocional depende en gran medida de tu estado espiritual. ¡Es más, algunos médicos estiman que los problemas emocionales son la causa directa del 90%, o más, de todas las enfermedades!
     El temor, la tensión o el odio generan diversas enfermedades sicológicas y nerviosas. También hay muchas enfermedades físicas y naturales, como las afecciones cardiacas, la artritis y las úlceras estomacales, que pueden ser provocadas por la preocupación, el temor, el rencor, el odio o una actitud negativa frente a la vida. ¡Esos sentimientos pueden provocar una verdadera acumulación de toxinas en el organismo, que a su vez son causa de las enfermedades! En definitiva, el estado de ánimo puede provocar el envenenamiento del cuerpo. ¡La ciencia lo ha demostrado!
     ¡Por eso la fe es una cura tan maravillosa! Saber que tu Padre celestial te ama y cuidará de ti y de los tuyos, de tu familia, de tu futuro, de tu trabajo, de todo, elimina el temor y lleva serenidad a tu mente, paz a tu corazón, y una sensación de bienestar espiritual y descanso a tus órganos vitales, lo cual hace que se eliminen las toxinas de la sangre. ¡La mejor medicina que existe es la fe sencilla en el amor de Dios! ¡Pruébala, te gustará!

PEDIDOS DE ORACIÓN:

Por Olguita; para que todos sus análisis salgan negativos.

Por Paco; por su hijo Cristopher para que El Señor haga el milagro de sanarlo fisicamente y espiritualmente; tambien para que El Señor provea abundantemente para Paco y su familia.

Por Esther, para una muy buena relación con su esposo José y que consiga un excelente trabajo, y  logre vender su auto al mejor precio del mercado.

miércoles, 25 de enero de 2017

Hallar la razón de tu vida

Hallar la razón de tu vida, 1ª parte

Tomado de la serie Roadmap (hoja de ruta)

[Finding Life’s Purpose—Part 1]
«Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente»  —le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.  Mateo 22:37-40[1]
Es posible que conozcas un adagio cuáquero que dice: «No pasaré por este camino más de una vez. Por lo tanto, si puedo hacer un bien, ser bondadoso con un ser humano, lo mejor es que lo haga ahora, que no lo posponga ni lo relegue; pues no volveré a pasar por esta senda».
Hay tanto que hacer. Es fácil quedarnos inmersos en todo lo que hay que hacer. Independientemente de tu ocupación y estilo de vida —si estudias, trabajas o diriges una labor misionera en un país donde no naciste— los muchos detalles de la vida cotidiana pueden ocupar nuestro tiempo y energía de modo que no hagamos una pausa y pensemos en lo que hacemos de nuestra vida y por qué.
En términos sencillos, para los discípulos cristianos, la razón por la que hacemos lo que hacemos debería ser el amor. Al fin y al cabo, Dios es amor. Amar es nuestro mayor privilegio, nuestra más grande obligación: ante todo amar primero a Dios, seguido cercanamente por el amor al prójimo.
¿Qué es lo que hace que seamos capaces de amar al prójimo, de sacrificarnos por los demás, de vivir sin egoísmos?
Esas son preguntas difíciles de responder. El hecho es que ninguno de nosotros tiene en su interior lo que hace falta para manifestar constantemente amor, altruismo, interés y preocupación por los demás. Es decir, a menos que tengamos el amor de Dios en nuestro corazón y que estemos dispuestos a expresarlo a los que nos rodean.
El amor no es algo que nos ponemos y nos quitamos. No podemos llevarlo puesto como una chaqueta. Debe ser una parte de nuestra vida, de lo que respiramos. En primer lugar, debemos llenarnos de amor por medio del Espíritu de Dios en nuestro corazón. Luego, debemos optar por manifestar amor cuando se presentan las oportunidades. Por lo general, demostrar amor no llega de manera tan natural como esperaríamos. Sin duda alguna, de manera individual, no tenemos suficiente amor para vivir como Jesús nos enseñó, para amarnos unos a otros como Él nos ama.
A fin de vivir la vida de amor que Dios quiere que tengamos, debemos acercarnos al Señor y recibir Su Espíritu y Su amor.
¿Cómo lo hacemos? Debemos dedicar tiempo a Jesús. Debemos recibir Su Palabra en nuestro corazón y permitir que Él nos dé las fuerzas para amar a los demás como Él quiere que lo hagamos. Ahí está el secreto, en dedicar suficiente tiempo a tener comunión con el Señor, de modo que Su amor surja de nuestro corazón, rebose y cubra a los que nos rodean.
Hay veces en que manifestar o expresar amor es un sacrificio. A menudo, hacer caso a los avisos de Dios para manifestar amor va contra nuestra naturaleza, no es conveniente, no tiene sentido, o simplemente parece innecesario. Por una u otra razón, con frecuencia no expresamos el amor y admiración que sentimos por los que nos rodean, o nos demoramos en hacerlo. Es triste que la consecuencia de esa situación común sea que cuando posponemos expresar aprecio, es posible que se pierda una oportunidad de animar a alguien a quien le hace mucha falta, o de dejar manifiesto de manera tangible cómo ve Dios a esa persona. Alguien dijo: «sentir amor y no expresarlo es como envolver un regalo y no darlo».
La siguiente anécdota de Tom Anderson arroja nueva luz sobre manifestar amor y aprecio.
En una ocasión, al dirigirme en auto a nuestra cabaña en la playa para pasar unas vacaciones, me propuse que en esas dos semanas trataría de ser un esposo y padre amoroso. Muy amoroso. Sin excusas.
Tuve la idea al escuchar a un comentarista en un CD que llevaba en el auto. Citaba pasajes bíblicos con el tema de que los esposos sean considerados con sus esposas. Luego, dijo: «El amor es un acto de voluntad. Una persona puede elegir amar». Tuve que reconocer que había sido un esposo egoísta, que nuestro amor había perdido brillo por mi falta de sensibilidad. En realidad eran pequeños detalles: regañaba a Evelyn por su impuntualidad; insistía en poner el canal de televisión que yo quería ver; tiraba el periódico del día anterior aunque sabía que Evelyn quería leerlo. Bien, por dos semanas eso cambiaría.
Y así fue. Desde el momento en que besé a Evelyn en esa puerta le dije:
—Este nuevo suéter amarillo te queda muy bien.
—Tom, lo notaste —dijo sorprendida y complacida, quizá un poco perpleja.
Después de conducir mucho tiempo para llegar a la cabaña, quise sentarme a leer. Evelyn sugirió ir a caminar por la playa. Iba a negarme, pero luego pensé: «Evelyn ha estado aquí con los niños sola toda la semana. Y ahora quiere estar a solas conmigo». Caminamos por la playa mientras los niños volaban sus cometas.
Y así transcurrieron las dos semanas. En ese tiempo no llamé a la empresa de inversiones de Wall Street donde soy director. Fuimos al museo de conchas, aunque por lo general detesto los museos (y ese museo me gustó). Me esforcé para no decir nada mientras Evelyn tardaba en alistarse y llegamos tarde a una cena. Me relajé y estuve feliz. Así pasaron todas las vacaciones. Hice una nueva promesa, la de tener presente optar por el amor.
Sin embargo, una cosa salió mal en mi experimento. Hoy en día Evelyn todavía se ríe de eso. Una noche, ya era tarde, estábamos en nuestra cabaña y Evelyn me miró fijamente con una expresión muy triste.
—¿Qué pasa? —le pregunté.
—Tom —empezó a decir y en su voz se notaba la angustia—, ¿sabes algo que yo no sé?
—No te entiendo.
—Es que… hace varias semanas me hice un chequeo médico… nuestro doctor… ¿te dijo algo de mí? Tom, has sido tan bueno conmigo… ¿me estoy muriendo?
Tardé un momento en entenderlo todo. Luego, me reí a carcajadas.
—No, mi cielo —le respondí, mientras la abrazaba y le daba un beso—. No estás muriéndote. ¡Es que yo estoy empezando a vivir!  Tom Anderson
Tom optó por amar al dejar de lado sus preocupaciones por Wall Street y sus intereses personales a fin de dar atención positiva a su familia; en este caso, principalmente a su esposa. Los resultados dan más pruebas de que cuando dedicamos tiempo a amar, a menudo causa un impacto tremendo y duradero. En este caso, su esposa quedó tan sorprendida con la atención que recibía que pensó que algo debía andar mal; hasta pensó que tal vez estaba muriéndose. Resulta que se encontraba bien. Sin embargo, en el mundo hay muchas personas que sí se mueren por que les presten un poco de atención, que les tengan un poco de compasión y que les den un poco de amor. Es probable que todos conozcamos a alguien que se encuentra en esa situación.
En realidad, todos nos sentimos así a veces. Y si ese es el caso, ¿cómo queremos que otros nos traten? ¿Por qué no deberíamos dar eso a otros?
Hay muchos beneficios de vivir con amor a Dios y al prójimo. Una de las principales restituciones es que cuando vivimos más para el prójimo que para nosotros mismos, descubrimos que la vida tiene un propósito. Cuando vivimos con propósito, nuestra vida tiene valor. No muchas cosas de nuestra vida son eternas. El amor lo es. El amor tiene valor eterno; ¿qué te parece ese propósito? Con el tiempo, una vida egoísta causará un mayor vacío interior, porque Dios nos creó con anhelos que solo pueden satisfacerse con algo mayor que nosotros mismos, al tener una relación amorosa con Dios y una relación de amor con el prójimo. Dios nos creó con una necesidad de dar a otros, de sacrificarnos por los demás, a fin de hallar propósito y satisfacción duradera.
Examinemos detenidamente este hecho verídico:
Un corredor de Wall Street, que llamaremos Bill Wilkins, despertó una mañana en un hospital para borrachos. Abatido, miró al médico y gimió:
—Doctor, ¿cuántas veces he estado en este antro?
—¡Cincuenta!
—Supongo que el licor me matará, ¿verdad?
—Bill —contestó el médico con seriedad—. Ya no falta mucho.
—Entonces —añadió Bill—. ¿Me puedo tomar un trago para sentirme mejor?
—Creo que estaría bien, dadas las circunstancias —asintió el médico—. Pero haré un trato contigo. En el cuarto de al lado hay un joven y se encuentra muy mal. Esta es la primera vez que viene aquí. Si te presentas como un ejemplo terrible, tal vez logres que le dé miedo y que no se emborrache nunca más en la vida.
En vez de resentirse, Bill se interesó un poco y aceptó:
—Bien, lo haré. Pero no olvide ese trago cuando vuelva.
El joven estaba convencido de estar condenado. Bill, que se consideraba a sí mismo agnóstico, no se lo explicaba, pero instaba al muchacho a que acudiera a un poder superior.
—El licor es un poder externo que es más fuerte que tú y te vence —le insistía—. Solo otro poder que no está en ti puede salvarte. Si no lo quieres llamar Dios, llámalo la verdad.
Independientemente del efecto que causó en el joven, Bill quedó muy impresionado con lo que acababa de decir. Volvió a su cuarto y olvidó el trato que había hecho con el médico. Bill nunca pidió que le sirvieran el trago prometido. Por fin, pensar en otra persona le había dado a la ley de altruismo una oportunidad de obrar en él. Funcionó tan bien que vivió para convertirse en el fundador de un movimiento muy eficaz en la fe sanadora: Alcohólicos Anónimos.
William Griffith Wilson era el verdadero nombre de Bill. Aunque para mantener la tradición de Alcohólicos Anónimos, la mayoría lo conocía simplemente como Bill W. ¿Quién podría haber imaginado que a la larga un bien mundial surgiría como resultado del momento en que Bill dejó de poner atención a sí mismo egoístamente y decidió ser altruista? Al olvidarnos de nosotros mismos e invertir en los demás a menudo obtenemos los mayores dividendos.  Fulton Oursler
Era un hombre que se encontraba en la más absoluta miseria, que había estado 50 veces en un hospital para borrachos. Debió sentirse tan derrotado y sin esperanza, sobre todo por ser agnóstico. Sin embargo, encontró una forma de empezar una nueva vida al interesarse por otras personas y tratar de ayudar al prójimo.
Es probable que la mayoría de nosotros hayamos visto ejemplos de esta clase de renovación. Tal vez te has encontrado en situaciones en que no parecía que lograbas hacer un cambio necesario por mucho que lo intentaras, hasta el día en que dejaste de pensar en ti mismo y pensaste en otra persona. Y entonces tuviste la fuerza de voluntad para cambiar, hacer progresos, avanzar en la vida, y hasta para ayudar a un amigo que necesitaba hacer lo mismo.
Elisabeth Elliot expresó bien ese concepto:
¿A menudo se sienten como tierra reseca? ¿Qué no pueden producir nada que valga la pena? Yo sí. Cuando necesito un descanso para reponer fuerzas, no es fácil pensar en las necesidades de los demás. Sin embargo, he descubierto que si en vez de orar para mi consuelo y satisfacción, pido al Señor que me ayude a dar a los demás, algo asombroso ocurre con frecuencia: encuentro que mis necesidades son satisfechas de manera excelente. El descanso y refrigerio llegan como jamás habría pensado, tanto para los demás como, por cierto, para mí.
Jesús dijo:
Dad y se os dará;  medida buena,  apretada,  remecida y rebosando darán en vuestro regazo,  porque con la misma medida con que medís,  os volverán a medir.  Lucas 6:38[2]

martes, 24 de enero de 2017

Una actitud positiva

UNA ACTITUD POSITIVA
Whitney Hopler
En este mundo que ha perdido la pureza original, es inevitable que en el futuro enfrentemos circunstancias difíciles que podrían llevarnos a sucumbir a una actitud negativa. Eso podría pasar si no nos preparamos ahora. Así pues, dedica tiempo a prácticas que te ayudarán a adquirir nuevos hábitos de pensar positivamente. Eso consolidará tu actitud positiva. Cuando el temor y el desánimo nublen tus pensamientos, busca sabiduría por medio de la oración y la lectura de la Biblia; asimismo, habla con personas cercanas a Dios y en las que confíes.
Ora con regularidad para que Dios lleve a cabo Sus propósitos específicos en tu vida y espera grandes resultados, con fe en el poder soberano de Dios. Cuando necesites ánimo, lee las promesas de Dios que están en la Biblia; pasa tiempo con personas que te animen y evita las de actitud negativa. Sé paciente cuando te esfuerces por lograr objetivos para los que Dios te haya dado la inspiración.
Apóyate en Sus fuerzas a cada paso del camino. Ten presente que todo obstáculo que puedas enfrentar parece menos importante comparado con el poder del amor que tiene Dios por ti. 
Tomado de La Familia Internacional

lunes, 23 de enero de 2017

¡Decidete!

¡DECÍDETE!

decideteHay situaciones en la vida en que tenemos que ser radicales, pues de eso dependerá que camino tenemos que recorrer, para así poder llegar a cumplir nuestros sueños.
La vida está hecha para tomar decisiones, desde que te levantas hasta que se acaba el día, va de lo más sencillo a lo más complejo, ¿Qué ropa te vas a colocar?, ¿Qué vas a desayunar?, ¿Qué actividades tenemos que hacer en el transcurso del día?, ¿Qué ruta tomar?, ¿servir en la iglesia?, ¿predicar la palabra?, ¿estudiar?, ¿trabajar? ¿Qué hago para dejar el pecado? ¿Me caso? etc.
Para cada cosa debemos elegir, claro esto va muy de la mano con tus gustos y con lo que crees que será mejor para tu vida, a veces no podemos dejarnos arrastrar por el tiempo, y esperar que algún día pasen las cosas y quedarnos cruzados de brazos sin ni siquiera orar por ello, de hecho en ocasiones esperamos encontrarnos contra la espada y la pared para tomar una decisión, o nos atenemos a que las situaciones sean quien nos direccionen  a lo que debemos hacer. Pudiéndonos ahorrar malos ratos, si hubiéramos tomado la decisión adecuada.
Está bien eso de que debemos esperar en Diosconfiar, tener fe y dejar que el actué, pero Dios muchas veces no puede elegir por ti, un ejemplo; Dios nos regalo la salvación por medio de su hijo Jesús, para que vivamos eternamente con él, pero por mucho amor que  nos tenga, de nosotros depende recibir o no esa salvación, tú decides si crees en lo que Jesús hizo o no. La salvación puede estar ahí y es tan real, pero si tú no la tomas y decides seguir a Jesús y entregarle tu vida, no disfrutaras de ese regalo.
Dios tiene muchos planes para tu vida, pero de ahí a que se realicen como él quiere hay un camino por recorrer, porque nosotros muchas veces somos los causantes de que esos planes se retrasen, tenemos que tomar una decisión, y es primeramente creer y tener fe en lo que Dios puede hacer, ahora de ti depende algunas veces que llegue la bendición a tu vida, porque tú decides si obedeces o no, si haces su voluntad, si lees su palabra, si quieres orar.  Para cada una de estas actividades hay que decidir y si tu no lo haces, como pretendes que el propósito de Dios en ti se cumpla.
Recuerda… todo te es licito, pero no todo te conviene.
Aunque hay veces que Dios tiene que buscar la manera para que podamos entender que es lo que El quiere y de que lo que estamos haciendo no es lo adecuado y se vale de circunstancias que nos encaminan a tomar la decisión adecuada, todo porque nos ama, es misericordioso y no quiere ningún mal para nosotros.
¨Hoy Deben elegir que prefieren. ¿Quieren que les vaya bien, o quieren que les vaya mal? ¿Quieren Tener vida, o prefieren la muerte? ¨ Deuteronomio 30:15 (Traducción en Lenguaje Actual)
Analiza en todas las decisiones importantes que has tomado, medita que consecuencias buenas o malas te produjo, bajo que circunstancias las tomaste, tal vez lo que tanto esperas no ha llegado por que las decisiones que tomaste en no han sido las mejores, y lo que han hecho es retrasar el plan de Dios; Porque hasta para tener fe y creerle a Dios debes de decidir.
Hay momentos en las que sabemos lo que nos conviene y aun así escogemos lo contrario, y hay otras que decidimos a la ligera ignorando la voluntad  Dios.

¿Cómo hacer para tomar siempre buenas decisiones?… sencillo pídeselo a Dios

¨Enséñame a hacer tu Voluntad, Porque Tu eres mi Dios, 
Tu buen Espíritu me guie a tierra de rectitud.”
Salmos 143: 10 (Reina-Valera 1960).
Autora: Jessica Terán

PEDIDOS DE ORACIÓN:
Por Guillermo; para que El Señor lo libre de todo tipo de adicciones, de forma inmediata, y que ocurra un milagro en su vida y busque Al Señor, y acepte hacer su voluntad.
Por todos los enfermos de cáncer en el mundo, para que El Señor los sane, o los libere de este terrible mal.
Por todos los hombres de Dios que son misioneros en las partes más dificiles y conflictivas del mundo; para que El Señor bendiga sus misiones, y les provea abundantemente y les de los deseos de sus corazones.
Por todos aquellos que todavia no conocen Al Señor, y no tienen su dicha y su gozo.
Por todos nuestros gobernantes en el mundo entero; para que Dios les provea de sabiduría para poder gobernar a sus pueblos.

viernes, 20 de enero de 2017

TRABAJAR JUNTOS

Trabajar juntos
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien… (v. 28).

Lectura: Romanos 8:28-30
La Biblia en un año: Mateo 8:18-34
Mi esposa prepara un estofado delicioso. Mezcla carne, patatas blancas y dulces en rodajas, apio, hongos, zanahorias y cebollas, y pone todo en una olla de cocción lenta. Seis o siete horas después, el aroma llena la casa, y el primer bocado es una delicia. Siempre me resulta ventajoso esperar hasta que los ingredientes se cocinen juntos lentamente para que resulte algo que sería imposible lograr por separado.
En la frase «todas las cosas les ayudan», expresadas en un contexto de sufrimiento, Pablo usó la palabra de donde proviene el término sinergia. Dijo: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» (Romanos 8:28). Quería que los romanos supieran que Dios, que no era el causante de su sufrimiento, haría que todas las circunstancias cooperaran con su plan divino, para un beneficio final. Ese bien no se eran bendiciones temporales —como salud, riquezas, fama o éxito—, sino ser «hechos conformes a la imagen de su Hijo» (v. 29).
Esperemos con paciencia y confiados porque nuestro Padre celestial está tomando todo sufrimiento, angustia y mal, y haciendo que se combinen para su gloria y nuestro beneficio espiritual. Él quiere hacernos como Jesús.

Señor, que pueda ver tu mano detrás de cada circunstancia.
El crecimiento que logramos al esperar en Dios suele ser más importante que el resultado que deseamos.

jueves, 19 de enero de 2017

El mejor médico del mundo

¿Conoces al mejor Médico del universo?

     La curación ha sido siempre una de las necesidades físicas más acuciantes. Jesús sanaba a todos los que se acercaban a Él, a cualquiera, a quien fuese, estuviera salvo o no, con tal de que tuviera suficiente fe para creer en que Él podría sanarlo. ¡Aun antes de entender la salvación, la necesidad más inmediata de la gente era de alivio para sus cuerpos, y muchas veces Él los sanaba antes de hacer otra cosa!
     ¡La época de los milagros no ha pasado! Dios todavía se dedica a transformar los cuerpos que lo necesitan. ¡Sigue siendo el Gran Médico! Todavía dice: "Yo soy el Señor tu sanador; el que sana todas tus dolencias, quien perdona todas tus iniquidades" (Éxo.15:26; Sal.103:3). ¡No sólo algunas, o unas pocas, o muchas, o la mayoría, sino todas! ¡Dios puede curar cualquier dolencia!
     ¡Él es tu Padre celestial, te ama, y Él responde las oraciones! ¡En realidad, está más dispuesto a dar que tú a recibir! ¡Dios no sólo puede hacerlo: Él quiere hacerlo! Lo único que te pide es que lo honres con tu fe, creyendo Su Palabra y Sus promesas. ¡Es así de sencillo! (1Jn.5:14,15; Heb.11:6)
     ¿Tienes fe en Dios y en Su amor? ¿Conoces personalmente al Gran Médico? ¡Si no, acepta que Él y Su poder curativo entren en tu vida ahora mismo!


PEDIDO DE ORACIÓN:

Por Lucho; por una sanación completa.
Por Salvador; para su sanidad total.

miércoles, 18 de enero de 2017

¡Primero vienen la fe y la obediencia! ¡Luego Dios responde a la oración!

¡Primero vienen la fe y la obediencia! ¡Luego Dios responde a la oración!

     Vez tras vez, vemos en Su Palabra que Dios mandó a los hombres hacer algo antes de ayudarles. Le dijo a Moisés que si golpeaba la piedra, Él haría brotar el agua (Éxo.17:6). Cuando Jesús resucitó a Lázaro, dijo: "¡Quitad la piedra!" (Jn.11:39) ¡Manifestaron su fe al obedecer! ¡Si damos un paso de fe y es la voluntad de Dios, Él nos ayudará!
     A Dios le gusta poner a prueba nuestra fe. Le gusta ver cuánto creemos en realidad, y a menudo no nos responde hasta que obedecemos lo que ya nos ha dicho o indicado. ¡A nosotros nos corresponde dar el paso de fe, extender la mano de la fe y obedecer a Dios si queremos recibir Sus bendiciones! Mas cuando obedecemos lo que sabemos que Dios quiere que hagamos, nos revela más verdad; al obedecerlo en eso, nos da un poco más... Y paso a paso, a medida que lo seguimos, Él nos muestra más y más.
     No siempre podemos esperar a que Dios responda. Muchas veces no nos queda más remedio que lanzarnos por fe aunque no veamos dónde vamos a poner el pie. Agárrate fuerte de la mano de Dios y Él irá delante de ti, guiándote. Así es como se anda por fe. Aunque no veas lo que hay delante, ¡pon tu mano en la mano de Dios! (2Cor.5:7)

martes, 17 de enero de 2017

¡No es necesario comprender a Dios para amarle!

     Nadie puede entender del todo a Dios. Es imposible, porque Él dice: "Mis caminos están por encima de los vuestros. Como son más altos los cielos que la tierra, así son Mis caminos más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más que vuestros pensamientos." (Isa.55:9) ¡Así que no intentes explicar a Dios! ¡No trates de entenderlo! ¡Olvídate de querer descubrir cómo funciona, descomponerlo y analizarlo! ¡Acepta simplemente las cosas por fe!
     Jesús trató de simplificar las cosas. Dijo: "Si no te haces como un niño, no entrarás en el Reino de los cielos." (Mat.18:3) ¡Un bebé es un magnífico ejemplo! Un niño pequeño entiende a Dios mejor que la mayoría de los adultos. ¡Aun antes de aprender a hablar, entiende el amor, que es lo más sencillo y a la vez lo más profundo del mundo! Pero, ¿qué bebé entiende a su padre o a su madre, su propio nacimiento, o los secretos de la vida? ¡Simplemente siente que lo aman, lo acepta y lo recibe!
     ¡Es tan sencillo que muchos no pueden creerlo! ¡El amor de Dios, como el de cualquier padre, es así de sencillo! No es más que una cuestión de fe. Es imposible entender plenamente a Dios y Su amor. ¡Pero sí es posible aceptar a Dios y amarlo!



lunes, 16 de enero de 2017

Alguien por quien celebrar

Alguien por quien celebrar
Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante del Señor nuestro Hacedor (Salmo 95:6).

Lectura: Mateo 2:1-12
La Biblia en un año: Mateo 5:27-48
Muchas escenas del pesebre muestran a los magos de oriente visitando a Jesús en Belén al mismo tiempo que los pastores. Sin embargo, según el Evangelio de Mateo, el único lugar de la Escritura donde se encuentra esta historia, los magos llegaron más tarde. Jesús ya no estaba en el pesebre del establo de una posada, sino en una casa. Mateo 2:11 nos dice: «Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra».
Darse cuenta de que la visita de los magos ocurrió más tarde de lo que se piensa constituye un recordatorio útil al comenzar un nuevo año. Jesús es digno de ser adorado siempre. Una vez que las fiestas han terminado y volvemos a las rutinas diarias, seguimos teniendo a Alguien por quien celebrar.
Jesucristo es Emanuel, «Dios con nosotros» (Mateo 1:23), en todas las épocas del año. Él prometió estar con nosotros «siempre» (28:20). Entonces, como siempre está con nosotros, podemos adorarlo en nuestro corazón todos los días y confiar en que seguirá mostrándonos su fidelidad durante los años que están por delante. Así como los magos lo buscaron, que nosotros también lo hagamos y lo adoremos dondequiera que estemos.
— jb

viernes, 13 de enero de 2017

Sólo Dios puede darle auténtico sentido a la vida.

Sólo Dios puede darle auténtico sentido a la vida.

     Hay muchísimas personas que no saben qué creer: no saben de dónde vienen, ni quiénes son, ni hacia dónde se dirigen. ¡Están completamente confundidas! ¡Es porque han perdido contacto con el único punto de referencia concreto, es decir, Dios y Su explicación de la vida, la Biblia! ¡Como han perdido la fe en Dios, dejan de creer en el amor, y por consiguiente en la vida y en la gente, y ya no tienen fe en nada!
     ¡Pero nosotros hemos descubierto un amor que dura para siempre y un Dios que no puede fallar! ¡Porque «le conocemos, y conocerle es la Vida Eterna»! (Jn.17:3) ¡Hemos nacido de nuevo; ahora tenemos un concepto de la vida totalmente diferente y una nueva manera de ver las cosas, gracias a Dios!
     Y además de la felicidad, la vida y el amor maravillosos que nos da vivir para Jesús, ¡hemos encontrado un auténtico objetivo en la vida y a Alguien por quien vivir! Ahora nos gusta afrontar la vida, nuestras nuevas labores nos parecen emocionantes, disfrutamos muchísimo con nuestra nueva Familia y nuestra nueva fe nos proporciona la mayor de las satisfacciones. ¡Gracias, Jesús!
     «¡Ah, dulce misterio de la vida, por fin te he hallado! ¡Por fin la razón de todo se me revela!» ¡Es Jesús!

jueves, 12 de enero de 2017

¿Hasta cuando?

¿Hasta cuándo?

hasta cuando¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
    ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma,
Con tristezas en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
Salmo 13:1-2
Meditaba en este salmo y me llenaba mucho la atención ver cuatro veces la palabra ¿HASTA CUANDO?, realmente David parecía reclamarle a Dios, cuando era perseguido o padecía.
Y nos suele pasar a nosotros también, cuántas veces hemos querido gritar y salir corriendo y renunciar a todo, porque vemos que viene un problema tras otro, un error tras error, una enfermedad tras otra.
Y a veces decimos ¿Hasta cuándo? Señor tendré que padecer, y nos encontramos en esas situaciones desesperantes que nos hacen sentir muy mal.
Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío;
Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;
Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.
Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.
Salmo 13: 3-4
El enemigo se alegraría si empiezas a retroceder, nuestros enemigos son quizá las personas que nos les gusta vernos con el gozo del Señor aún en las pruebas. Aun así David pedía ayuda a Dios para que el no resbalara.
“Mas yo en tu misericordia he confiado;
Mi corazón se alegrará en tu salvación.
Cantaré a Jehová,
Porque me ha hecho bien.”
Salmo 13: 5-6
David tenía una extraordinaria confianza en el Señor, aún angustiado confesaba con su boca que él se alegraría en su salvación y que aún así cantaría a Jehová.
Este es un lindo ejemplo, a David lo querían matar literalmente, quizá lo que nos pasa a veces es que nos llegan pensamientos, llegan problemas, enfermedades, pero debemos confiar en la misericordia de Dios, siempre aún en esas situaciones desesperantes, cantarle, alabarle, y confiar en ÉL y evitar continuar quejándonos.
Autora: Kari Gazo