¡Cuando Dios puede quitarte a ti del medio, entonces Él tiene una oportunidad!
Moisés, a los 40 años de edad, lleno de soberbia y confianza en sí mismo, trató de liberar a su pueblo por su cuenta, pero fracasó estrepitosamente y tuvo que salir huyendo en un éxodo solitario para salvar su vida. Y Dios tardó 40 años en la soledad del desierto para enseñarle humildad y total dependencia de Él, ¡hasta que Moisés desistió de su tarea! Fue entonces que estuvo listo para ella. No se creía capaz de hacerlo, ¡lo cual es positivo! Porque las limitaciones del hombre dan oportunidad a Dios. Cuando llegas a un callejón sin salida, es cuando Dios puede obrar.
Él tiene que quebrantarnos, lo cual resulta doloroso. A veces tanto, que casi nos dan ganas de morir. Pero después nos sentimos dispuestos a vivir... ¡por Jesús! ¡Porque sólo al morir a nosotros mismos puede renacer la vida! (Jn.12:24,25) "¡Pues ya no vives tú, mas vive Cristo en ti, porque ahora has muerto, y tu vida está escondida con Cristo en Dios!" (Gál.2:20; Col.3:3)
Así pues, si sientes que no eres nada y que de nada vales, ¡ánimo! Cuando eres tan débil que no te sientes capaz ni con condiciones para nada, Dios tiene la oportunidad de obrar en ti y hacer las cosas según Su voluntad. ¡Sólo Dios tiene poder! ¡Dale una oportunidad! ¡Despreocúpate, y deja obrar a Dios! ¡Sométete hoy mismo a Él!
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