lunes, 31 de julio de 2017

Dios proveerá

Dios proveerá

Por Joyce Meyer

Dios da alimento y provee a los que le temen y adoran reverentemente.

¿Acaso está usted preocupado por la provisión en esta etapa de su vida? ¿Necesita algún tipo de sustento, e ignora de dónde va a venir? He realizado encuestas en las conferencias y estas demuestran que al menos un cincuenta por ciento de la gente tiene temor por no saber de dónde vendrá su provisión.
El Salmo 111:1-5 dice: "Alabaré a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos. Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren. Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre. Ha hecho memorables sus maravillas; Clemente y misericordioso es Jehová. Ha dado alimento a los que temen; Para siempre se acordará de su pacto". Note el último versículo en donde el salmista está alabando y adorando a Dios por sus grandes obras a favor de su pueblo.
Esto nos dice que siempre que adoremos a Dios, vamos a tener su provisión ¡la adoración gana la batalla!
Marque ese versículo en su Biblia; medite en él y trate incluso de memorizarlo porque contiene la clave para satisfacer todas sus necesidades. De esa forma, cuando la necesidad venga a su vida, tendrá atesorada en su corazón la Palabra de Dios, y ella le fortalecerá y ayudará a permanecer confiado, en vez de atemorizarse.
Quizás le dijeron que perderá su empleo o su casa. Quizás usted es una persona de edad madura que recibe seguro social, y se pregunta qué le deparará el futuro. O ve que los precios suben todo el tiempo, y el diablo le susurra al oído: "No vas a tener suficiente para vivir". Tal vez los números simplemente no le cuadran; sus ingresos no le alcanzan, aunque esté haciendo todo lo que esté a su alcance.
Cualquiera que sea el motivo que lo esté preocupando en cuanto a su provisión, tome este versículo y digiéralo. Jeremías dijo: "Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón..." (Jer 15:16). Debemos, por decirlo así, "masticar" la Palabra de Dios. En sus escritos, el salmista usa la palabra selah, que significa "haga una pausa, y piense en eso con calma", para animar al lector a digerir lentamente lo dicho.
Esa Palabra dice que Dios da alimento y provee a los que le temen y adoran reverentemente. Cualquiera que sea su situación, Dios le proveerá siempre que usted lo adore.
La adoración es realmente divertida y vigorizante; la preocupación carga nuestros corazones y nos hace perder el gozo. ¡Adore, y no se preocupe! ¡La batalla es del Señor!
Si lee el libro de Proverbios y viera todas las promesas fundamentales hechas para la persona que camina sabiamente, se dará cuenta que la reverencia y la adoración son el principio de la sabiduría.
La Biblia dice que quienes caminan en sabiduría serán ricos, vivirán una larga vida y serán felices. Serán bendecidos, tan bendecidos que los envidiarán (Pr 3:1-18).
Pero no existe sabiduría sin adoración. Actualmente, muchas personas buscan conocimiento, lo que es bueno, pero la sabiduría es mejor. La sabiduría es el uso correcto del conocimiento. El conocimiento sin sabiduría puede hacer que la persona se llene de orgullo, lo que finalmente arruinará su vida. Una persona sabia siempre será conocedora, pero no todas las personas conocedoras son sabias.
Estimo que en la sociedad actual, exaltamos el conocimiento más de lo que debemos. La educación parece ser el principal objetivo de la mayoría de la gente, y sin embargo, nuestro mundo decae moralmente en forma vertiginosa. La educación es buena, pero no es mejor que la sabiduría. La Palabra de Dios nos dice que clamemos por sabiduría; que la busquemos como la plata y el oro; que la hagamos una necesidad vital de la vida. No hay nada más importante que la sabiduría, y el principio de ellas es la reverencia y la adoración. Al adorador le será enseñada sabiduría por Dios.
Joyce Meyer es una maestra de la Palabra y la autora de varios éxitos de ventas como lo son: Controlando sus emociones, El desarrollo de un líder, la serie ¡Ayúdenme! y La batalla es del Señor.

jueves, 27 de julio de 2017

Todo lo que Dios necesita es nada para hacer lo que parece imposible.

Las riquezas de Nada
Por Jackie Rodríguez
Todo lo que Dios necesita es nada para hacer lo que parece imposible.

Por la fe comprendemos que el universo fue constituido por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía (Hebreos 11:3). Dios siempre busca crear en nosotros de lo que no se ve para producir lo que sí se puede ver. Tomemos los siguientes como ejemplo: Mi cuenta bancaria está vacía, tiene nada.
Dios dice, ¡qué bueno, que oportunidad! Porque el universo fue constituido de lo que no existía, de nada, para que tú puedas disfrutar plenamente de lo que ahora existe. Él es experto creando de lo que no existe, de la nada. Si no hay nada, Él toma de la nada y hace algo. ¿Cómo es que lo hace si nada es nada? Porque Dios es Espíritu. En ese ámbito donde las ideas no tienen sustancia, o más bien, son nada, un solo soplo del Espíritu de Dios las convierte en mucho y les añade de sustancia.
¿Recuerdas cuando no tenías a Cristo como Salvador? Tenías unos sueños poderosos, y creías que tenías nada. Cada vez que ponías tus manos en algo para tratar de lograrlo, todo se convertía en nada. Llegaste a pensar que nada sólo podía darte nada. Ahora, ese nada en las manos de Dios, con un solo soplo del Espíritu de Dios, se convirtió en lo que tú nunca te habías imaginado que podía convertirse.
Siempre quisiste tener un negocio y no tenías nada para invertir. Nada se te reía en la cara cada vez que soñabas con alcanzarlo. Nada siempre te decía: "Jamás lo vas a lograr". Porque nada era lo que tenías para hacer de nada algo. Lo más bello de este sueño era que nada era más fuerte que el Espíritu de Vida que estaba detrás de este sueño. Un día cuando tú menos lo esperabas, un amigo fiel y aun desconocido para ti, se apareció en medio de tu sueño. El Espíritu Santo sopló reciamente sobre tu sueño en medio de tu nada. Para tu sorpresa, lo que era nada se convirtió en mucho.
Por esta razón, la Palabra de Dios nos dice que nada es imposible para Dios. ¿Por qué? Porque todo lo que Dios necesita es nada para hacer lo que parece imposible. Para que un vaso se llene de agua fresca y limpia necesitas el vaso vacío y sin nada adentro. Sólo aquello que tiene nada puede convertirse en aquel vaso que puede saciar la sed de muchos.
La Palabra de Dios nos dice Génesis 12:1-3 así: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz. Dios vio que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas".
Si te fijas, nos dice que la tierra estaba sin orden y vacía. En otras palabras, estaba todo sin nada. Probablemente ante los ojos humanos, era inconcebible pensar que de algo vacío que no tenía forma ni orden, que era nada, pudiera surgir una creación perfecta.
Tanto así que Dios dijo: "Lo que he hecho es bueno". Estaba tan oscuro que parecía imposible creer y lograr ver la imagen de algo real. Las tinieblas lo cubrían todo. La nada no tenía algo tangible porque nada era nada. Pero en medio de la nada algo interesante comenzó a suceder. El Espíritu de Dios comenzó a moverse sobre la faz de las aguas.
Créeme, amado de Dios, que de donde tú menos te imaginas que Dios puede hacer algo, es donde Dios está operando soberanamente a favor de tu vida. Su Espíritu va a profetizar sobre ti. La voz de Dios va a decir, "Sea la luz" y algo poderoso va a nacer en medio de tu nada de hoy en adelante.
Nunca te menosprecies a ti mismo cuando te creas no tener nada. Descubrirás que el Santo Espíritu de Dios ya se pasea por tu nada para hacerla algo. Cuando nada tienes, tienes una gran oportunidad con Dios.
En condiciones como éstas son donde Dios se crece en la vida de cada ser humano dispuesto a creer. Solamente entiende que por medio de la fe, hoy nada se convertirá en lo que nunca pensaste alcanzar.
Recuerda que no caminamos por lo que vemos, sino por la fe que da sustancia a lo que esperamos.
Jackie Rodríguez y su esposo Nuno radican en Misión, TX. Juntos forman el Ministerio Nuno & Jackie Rodríguez Jackie es la autora del libro Jesús desea coronarte.

miércoles, 26 de julio de 2017

Cambiando de adentro hacia afuera


Cambiando de adentro hacia afuera
Por Max Lucado

Él ha depositado una semilla de Cristo en nosotros. A medida que la semilla crece, usted empezará a cambiar.
Dios todavía les pide a sus seguidores hacer cosas extraordinarias y, si no lo estás buscando, es posible que no lo veas.
He sentido atracción durante muchos años por la historia de Pedro cuando sale de la barca y camina sobre el agua con Jesús. Es uno de los mejores retratos del mayor significado del discipulado en La Escritura. Veamos un poco, ¿de qué está hecho alguien que camina sobre el agua?
Ellos reconocen la presencia de Dios
Pedro y sus compañeros se metieron en un pequeño bote una tarde para cruzar el mar de Galilea. Jesús quería estar solo, así que se fueron a navegar sin Él. A Pedro no le incomodó eso: había estado en barcas toda la vida. Es más, le gustaban.
Pero esta vez se desencadenó una tormenta. Y no se trató de una ráfaga cualquiera. El Evangelio de Mateo dice que la barca era "zarandeada" por las olas. Fue tan violenta que lo único que los discípulos podían hacer era mantenerla a flote. Para las tres de la mañana me imagino que no estarían preocupados por llegar a la otra orilla: solo querían seguir vivos.
Entonces uno de los discípulos notó una sombra que se movía sobre el agua en dirección a ellos. Mientras se acercaba, comenzó a notarse una figura humana que caminaba.
Detente un momento para dejar que la imagen tome forma. Los discípulos estaban angustiados y la única persona que podía ayudarlos se estaba acercando a ellos. Solo que Él no estaba en la barca y los discípulos no lo reconocieron.
Maravillosamente, el no tener una embarcación no parecía impedir a Jesús en lo absoluto.
Pero los discípulos estaban convencidos de que se trataba de un fantasma, así que se aterrorizaron y gritaron con temor. Desde nuestra perspectiva, podemos preguntarnos cómo es que no pudieron saber que se trataba de Jesús. ¿Quién más podría ser? Mateo, sin embargo, quiere que sepamos que algunas veces se requiere de los ojos de la fe para reconocer a Jesús cuando está cerca. Muchas veces, a mitad de la tormenta, zarandeados por las olas de la decepción y la duda, no somos mejores que los discípulos si se trata de reconocer la presencia de Jesús.
¿Qué pretendía Jesús caminando por… digo, sobre el lago a las tres de la mañana? Solo por un momento profundicemos un poco.
David Garland halla una pista en la versión que da Marcos de esta historia en su evangelio. Marcos dice que Jesús "iba a pasarlos de largo" sobre el agua pero que, cuando lo vieron caminar sobre el lago, creyeron que era un fantasma. ¿Por qué Jesús quería "pasarlos de largo"? ¿Decidió competir con ellos en una carrera? ¿Quería impresionarlos con un truco realmente bueno?
Garland señala que el verbo parérjomai ("pasar junto") es utilizado en la traducción griega del Antiguo Testamento como un término técnico relacionado con una teofanía: esos momentos determinantes cuando Dios hizo "apariciones notables y temporales en el reino terrestre para un grupo o individuo seleccionado con el propósito de comunicar un mensaje".
"Cuando yo pase en todo mi esplendor…", dijo Dios a Moisés mientras lo colocaba en la hendidura de una roca para que pudiera verlo, y luego le dio a conocer su nombre "pasando delante de él".
Dios le dijo a Elías que se presentara en la montaña ante Él, porque estaba a punto de "pasar por allí".
Hay un patrón en estas historias. En cada caso Dios tuvo que atraer la atención a través de la zarza ardiente, del viento y del fuego… o caminando sobre el agua.
En cada caso Dios los llamó a hacer algo extraordinario. En cada caso la persona a quien Dios llamó, sintió temor. Pero cada vez que esa persona dijo "sí" a su llamado, sintió el poder de Dios en su vida.
Así que, cuando Jesús se acercó a los discípulos sobre el agua intentando "pasarlos de largo", no estaba nada más que haciendo un formidable acto sobrenatural. Estaba revelando su divina presencia y poder. Solo Dios puede hacer algo así: "Él (…) reprendió al viento y a las olas".
Es interesante observar que los discípulos entraron a la barca originalmente por órdenes de Jesús. Tenían que aprender, al igual que nosotros, que la obediencia no es garantía para evitar la adversidad. Y en el instante en que la tormenta captó toda su atención, Jesús decidió que era el momento en el que los discípulos tenían que aprender un poquito más acerca de Él. "De eso se trata, amigos", les aseguró. "Pueden confiar en mí. Conocen mi carácter y mi capacidad. Pueden entregarme con seguridad su destino en mis manos. Tengan valor. Soy yo." No lo habían entendido en su totalidad todavía, pero Dios los visitó en la carne, al caminar sobre el agua.
Mateo quiso que sus lectores entendieran que, a menudo, Jesús viene cuando menos se lo espera: a las tres de la mañana, en medio de una tormenta. Dale Bruner anota "de acuerdo a Las Santas Escrituras, los extremos humanos son un punto frecuente de encuentro con Dios". Esos momentos determinantes, dispuestos por Dios, los tendremos tú y yo. Dios todavía les pide a sus seguidores hacer cosas extraordinarias y, si no lo estás buscando, es posible que no lo veas.
En la barca se sentaron doce discípulos y no sabemos cómo es que once de ellos respondieron a esa voz. Tal vez con confusión, admiración, incredulidad o con un poco de cada una.
Pero uno de ellos, Pedro, estaba a punto de convertirse en un caminante sobre el agua. Él reconoció la presencia de Dios en el lugar más inusual. Se dio cuenta que esta era una extraordinaria oportunidad para el crecimiento y la aventura espiritual. Así que se le ocurrió una idea.
Ellos disciernen entre la fe y la necedad
Pedro espetó al caminante sobre el agua: "Si eres tú … mándame que vaya a ti sobre el agua". ¿Por qué razón incluye Mateo este detalle? ¿Por qué Pedro simplemente no se zambulló en el agua? Creo que por un motivo muy importante. Esta no es una historia acerca de cómo correr riesgos. Se trata en esencia de un relato sobre la obediencia. Eso significa que tengo que discernir entre un llamado auténtico de Dios, y lo que puede ser simplemente un necio impulso mío. El valor por sí solo no es suficiente, debe estar acompañado de sabiduría y discernimiento.
Mateo no elogia el arriesgarse por su propio bien. Jesús no busca gente que salta de los puentes con cuerdas elásticas, ni pilotos que planean en aparatos voladores caseros, ni corredores de autos que persiguen tornados. Caminar sobre el agua no es algo que Pedro hiciera con propósitos recreativos. Esta no es una historia sobre deportes peligrosos, es acerca de discipulado radical. Eso significa que antes que Pedro salga de la barca, más vale que esté seguro de que Jesús piensa que es una buena idea. Por eso es que pide claridad: "Si eres tú… mándame".
Y creo que, en la oscuridad, Jesús sonrió. Tal vez se carcajeó, y todo debido a que una persona en la barca, entendió. Pedro tuvo una vaga noción de lo que el Maestro hacía. Y no solo eso, tuvo suficiente fe para creer que también podía compartir la aventura. Decidió que quería ser parte de la historia del primer caminante sobre el agua: "¡Mándame!

lunes, 24 de julio de 2017

Que quieres que Dios haga hoy para ti?

¿Que estas necesitando en este día? Prosperidad, salud física, emocional, una palabra de fe, de aliento quizás te encuentres esperando una respuesta o una confirmación de parte del Señor. Pedí porque la Biblia dice pedí y se dará, El siempre quiere hablarte y suplir tu necesidad.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mateo 7:7
El te dice: "Yo no estoy ajeno a tu necesidad yo soy tu fuente de recursos, yo soy tu proveedor, solo pídeme lo que estas necesitando hoy".
Debemos pedirle al señor el jamás se cansara de nosotros al contrario el se sentirá honrado cuando vienes a su presencia porque estas reconociendo que solo el te puede ayudar.

jueves, 20 de julio de 2017

Decida hoy su futúro

Decida hoy su futúro

Por Marcos Witt

Cuenta una historia que cierto hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le esperaba un futuro fabuloso. 
Se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse con una mujer muy hermosa.
Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que murió solo y pobre. Cuando llegó a las puertas del cielo vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó:
Me prometiste riqueza, una buena posición social y una bella esposa. ¡Me he pasado la vida esperando en vano!
Yo no te hice esa promesa, ­replicó el ángel­. Te prometí la oportunidad de riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa.
El hombre estaba intrigado.
No entiendo lo que quieres decir­, confesó.
¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero el miedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica? ­el hombre asintió­. Al no decidirte unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerla en práctica. Recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino. También recordarás ­prosiguió el ángel­ aquella ocasión en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas quedaron atrapadas en ellos. Allí tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los supervivientes, pero no quisiste dejar tu hogar sólo por miedo a que los saqueadores robasen tus pertenencias, así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa. ­El hombre asintió con vergüenza­. Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas, con lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos ­continuó el ángel­. Por último, ¿recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja que te había atraído tanto? La creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual. Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con alguien como tú, y para evitar el rechazo nunca llegaste a proponérselo.
El hombre volvió a asentir, pero ahora entre lágrimas dijo:
Sí, amigo mío.
Ella podría haber sido tu esposa, ­dijo el ángel­. Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener hermosos hijos y multiplicar la felicidad en tu vida.
A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades, pero muy a menudo, como el hombre de la historia, tomamos malas decisiones y dejamos pasar las oportunidades por nuestros temores e inseguridades. Si queremos cambiar y ser campeones debemos tomar decisiones que nos lleven a ese lugar. Dios tiene para cada uno de nosotros una tierra prometida. Él ha puesto talentos, habilidades, entrega, arrojo, entusiasmo y dinamismo en nuestra vida.
Hay personas que han vivido toda su vida esclavizadas a algún vicio, a su trabajo, a alguna deuda, a un hábito, a un temor, a un error de su pasado, esclavizadas a una amistad, quizás equivocadamente. Al enemigo le encanta esclavizarnos con nuestras dudas y temores.
Para romper las cadenas de esclavitud que Satanás tiene sobre su vida, lo único necesario es creer en el Señor Jesucristo, porque Él ya rompió las cadenas en la cruz del Calvario y nos ha hecho libres para caminar hacia la tierra prometida.
Para tomar una decisión con respecto al cambio en su vida deberá responder a las siguientes preguntas: "¿Dónde quisiera estar mañana? ¿Quiero vivir como siempre he vivido?" Hoy, usted es fruto de lo que decidió ayer. Mañana usted será fruto de lo que decida hoy. ¿Cómo lo puede lograr?
1. ¡Empiece a caminar! Dios le dijo a Abraham que dejara su tierra, sus parientes y la casa de sus padres para ir a una tierra que Él le mostraría (vea Gn 12). Quizá usted no sepa adónde va, pero confíe en el Señor.
2. Rodéese de personas que piensen igual que usted. Si vive rodeado de gente negativa, deprimida y temerosa, salga de ese círculo y busque uno nuevo de gente alegre, llena de gozo del Señor, y sobre todo, optimista acerca del mañana.
3. Comience con metas pequeñas. Vez tras vez escucho a personas decir que quieren ganar al mundo para Cristo, pero no han ganado ni a su vecino. Las metas pequeñas lo llevarán a metas más grandes. Empiece a caminar con fe y con una sonrisa hacia su destino.

miércoles, 19 de julio de 2017

De todas nos librará el Señor

De todas nos librará el Señor
Por Esteban Correa
"Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas". Salmo 24:19.

La Biblia dice que el Señor nos librará de todas nuestras angustias. Verdaderamente Que esperanzadora que es la palabra de Dios y que amoroso que es el Señor con nosotros que nos dice que de todas, absolutamente de todas nuestras angustias nos librará. Todos nosotros en muchas maneras estamos pasando por diferentes desafíos, pruebas, tribulaciones, momentos difíciles, desagradables, por muchos y diversos tipos de angustias. Esta es la realidad de hoy que parece no tener salida, que parece aplastarnos como un gigante y que aparentemente esos grandes muros difícilmente sean derribados. Para nosotros estas situaciones son muy difíciles, imposibles. Pero contamos con una ayuda incomparable, y es que tenemos de nuestro lado al Dios todopoderoso creador de los cielos y de la tierra, que abrió el imponente mar rojo, que derribo los muros de Jericó, que derrotó por medio de David al gigante Goliat, que tapo la boca de los leones en el foso para proteger a Daniel, que ha hecho y seguirá haciendo innumerable cantidad de maravillas a favor de los justos y que nos dice:
"Cuando cruces las aguas,
yo estaré contigo;
cuando cruces los ríos,
no te cubrirán sus aguas;
cuando camines por el fuego,
no te quemarás ni te abrasarán las llamas". Isaías 43:2
¡Que glorioso que es el Señor y cuan grandes son sus promesas! Y el mismo vive en nuestro corazón.
Creo que la parte más grandiosa del texto (sal. 34:19) es cuando dice: "el Señor lo librará de todas ellas", y si nos ponemos a meditar un momento en esto, encontramos que no hay otra explicación, todas incluye todas, y de las que estamos pasando ahora también nos librará.
Y si bien no sabemos con exactitud como nos librará, podemos estar tranquilos que de alguna manera él lo hará, cuando las situaciones nos superan es cuando tenemos que mirarlo a Él y confiar, descansando en que Él hará su parte.
Nuestra parte solo consiste en creer que él estará con nosotros siempre. ¿Estas pasando alguna situación que parece no tener salida?, pues bien solo tienes que aplicar la palabra de Dios y creerla. Repite en voz alta: "El Señor me librara de este problema", porque está escrito y él es fiel.
No declaremos derrota, no declaremos palabras llenas de amargura e incredulidad. ¡Declara la palabra!. ¡Créela!, ¿acaso tu padre habría de engañarte? "De toda aflicción te librara el Señor".
Porque también esta escrito que:
"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." 1 Corintios 10:13.
Nuestro padre es bueno y no permitirá nada más difícil de lo que podamos soportar, solo lo que podamos. Lo que él sabe que con su ayuda venceremos.
Esta promesa es nuestra y esta confirmada y asegurada por la obra de Cristo en nosotros. Cristo venció y somos nosotros más que vencedores en él.
Simplemente cree lo que Dios dice, es sencillo. Y luego veras la gloria de Dios. Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
¡Dios te bendiga en este día!

martes, 18 de julio de 2017

Lo que Dios cree de ti

Lo que Dios cree de ti
Por Lucas Leys
Lucas Leys “Hechos 29 las 4 Conquistas”.

Es indispensable que tengamos una idea clara de quién es nuestro Dios. Tú tienes que saber que Dios no es aburrido; Juan decía que Dios es amor, eso quiere decir que todo lo hace por amor, y si te dice que no hagas algo, es porque te ama. Pecar es algo tonto, porque si El no quiere que vayas por ese lado, es porque quiere lo mejor para ti.
Un niño llegó a su colegio y vio que había un rótulo donde decía que llegaría un circo. El niño llegó tan contento a su casa pidiéndoles a sus padres insistentemente que lo llevaran. Al llegar el día, se levantó muy temprano y fue a levantar a sus padres. Ellos le dieron una moneda y salió corriendo al lugar. En ese tiempo, el circo hacía primero una presentación, para luego llevarlos al show principal. El niño llega a primera fila y se emociona al ver todos los animales y malabaristas. Se emocionó tanto que se le olvidó que en ese momento sólo era un desfile y que todavía no era el show.
Al ver un payaso, le dio la moneda, y se regresó a su casa. Este niño pensó que ahí era el circo, se conformó con lo que había visto; se perdió el verdadero show. Así hay muchos cristianos que se pierden el verdadero show que Cristo tiene para sus vidas. Porque piensan que es sólo de ir a la iglesia y de portarse bien.
Dios quiere que lo disfrutes, pero para eso, tienes que saber que tienes un Dios amoroso. ¿Se parece tu Dios a Jesús? El dijo: "El que me conoce a mí conoce a mi Padre".
Cuando Dios te observa, ¿qué piensa, qué siente al verte? Hoy quiero que sepas lo que Dios piensa de ti.
Primero: Eres alguien que Dios ama.
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Este es el milagro más grande que se hizo en este mundo por ti. Porque de tal manera Dios te amó a ti, que dio a su hijo para que fueras salvo. Piensa que Dios te ama, eres alguien por quien Cristo murió en la cruz del calvario de manera especial. Decídete a vivir como alguien amado por el ser más maravilloso e importante del Universo.
Segundo: Tú fuiste comprado.
El pecado original es de nacimiento. En consecuencia, éramos pecadores desde que venimos al mundo; es por eso que Dios mandó a Jesucristo para salvarnos. Satanás decía que tú y yo éramos de su propiedad, pero Dios reclamó a sus hijos, y pagó con la sangre de Cristo. Dios cuida de ti, porque te compró a un precio muy alto. Eres propiedad de Dios, El nos compró, por eso debemos comportarnos como personas valiosas.
Tercero: Somos hijos de Dios.
Pablo hacía énfasis en el gran amor de Dios. Pero muchos cuando pensamos en la imagen de un padre, lo que viene a nosotros es la de nuestro padre terrenal, en cómo él ha sido, pero tu Padre del cielo no es como el de la tierra, porque el ser humano es pecador. Dios está más interesado en bendecirnos que nosotros mismos, porque tienes un padre bueno y amoroso. Tú tienes que decirle al diablo que se cuide, porque tienes un padre poderoso. Nosotros somos hijos del Dios viviente, vamos a vivir como hijos de Dios, a representarlo muy bien.
Cuarto: Dios te escogió.
El mira tus sueños, tus proyectos.
Efesios 1:4
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él.
El te quiere para alabanza de su gloria. Cuando te concibieron tus padres, tú fuiste el ganaste esa carrera, esa fecundación del óvulo. Entre muchos, tú fuiste el vencedor. Tal vez tus padres no te planearon, decían que eras un error, un descuido, una confusión, pero si tú estás aquí ahora, es porque Dios te planeó. Dios no comete errores, tú no fuiste un error, eres alguien que Dios ama, que ha sido comprado por un precio alto, fuiste escogido para una misión muy grande.
Yo soy siervo del Señor desde que tengo 16 años. El me escogió por misericordia, y como me escogió a mí, te ha escogido a ti, porque tú eres un representante de tu Padre Celestial. Mira tu mano, tiene huellas digitales, nadie tiene ni tendrá las mismas. Eso es maravilloso, porque eres único, especial, porque puedes dejar una marca que nadie más puede, representar a Dios como nadie más lo puede lograr.
Debes estar consciente que has sido escogido para la misión más espectacular de la tierra. Que has sido llamado para hacer una diferencia; estás aquí con un propósito, debes tener una visión sublime, vas a dejar una marca que nadie más pueda dejar.
Dios te ama, y te ha comprado, eres su hijo y te ha escogido para dejar una marca.
¿Qué expectativas tienes de lo que Dios va hacer contigo? Porque tu fe condiciona la obra de Dios en tu vida.
Salmo 34: 8
Gustad, y ved que es bueno Jehov á. Dichoso el hombre que confía en él.
¡Te invito a que gustes y veas TODO lo que Dios tiene para ti! (Si copia este texto cite autor y web avanzapormas.com)

lunes, 17 de julio de 2017

"Gracias a Dios es lunes "

"Gracias a Dios es lunes " 
John Maxwell

Estaba hablando con la empleada de un hotel donde paraba unos días. Luego de una breve conversación, ella exclamó: "Gracias a Dios es viernes! ¡No me verá nuevamente hasta el lunes!" Ella se fue por el pasillo contando las horas hasta que su trabajo estuviera terminado y el fin de semana comenzara.
Supengo que muchas personas están felices cuando la semana se aproxima al viernes. Es grandioso dejar problemas y demandas atrás, y saber que los próximos días le pertenecen. Sin embargo, con frecuencia me pregunto, "¿Por qué e! lunes tiene que ser tan triste?" Cuando vaya a mi reunión de personal el próximo lunes por la mañana, me vaya poner de pie, llevaré mi cabeza hacia atrás, y diré: "¡Gracias a Dios es lunes!".
Hay varias razones podas que digo "¡G.D.E.L.!" En primer lugar, he descubierto que la jornada es mucho más divertida cuando llego a mi destino. La anticipación es tan emocionante como la realización, planear es tan delicioso como producir. La Navidad es divertida largo tiempo antes de! 25 de diciembre.
Las vacaciones son divertidas antes de que llene el coche y diga "¡Adiós!" a los vecinos. De la misma manera, el lunes es el co mienzo de una nueva aventura, es el inicio de otra jornada.
En segundo lugar, digo, "¡G.D.E.L.!" porque tengo la oportunidad para un fresco y nuevo comienzo. Los errores de la semana pasada pueden ser corregidos esta semana. El dolor de la semana pasada puede ser el gozo de esta. Tengo otra oportunidad de hacer lo correcto.
El lunes por la mañana es el único momento en que puedo ponerme de pie y decir, "en lo que va de esta semana aún. no me he equivocado". Es el día en que puedo escribir sobre una hoja limpia de papel todo lo que deseo lograr durante la semana entera.
Los lunes me recuerdan a aquel día en que Cristo me perdonó todos mis pecados cometidos. Oh, el gozo de tener todos mis pecados lavados, perdonados y olvidados, mi pizarra completamente bórrada a nuevo ¡a través de la preciosa sangre de Jesús! El perdón y los lunes me permiten un comienzo completamente nuevo.
En tercer lugar, los lunes me dan la oportunidad de soñar nuevos sueños y establecer nuevas metas. Muchas metas no se alcanzan en un día. Si la comienzo a correr el lunes por la mañana, tal vez llegaré a mi destino estipulado para el fin de la semana o a fin de mes.
Y en cuarto lugar, los lunes son los días en que entro en la escena de la acción. Es el tiempo para ver si mi plan realmente resultará. Jugué básquetbol de competición cuando estaba en la escuela y aún puedo recordar la emoción de comenzar un nuevo juego. Mientras esperaba en el círculo del centro la señal del comienzo, una cierta emoción saltaba hacia arriba y abajo en mi espina dorsal que no era igual en ningún otro momento. Todas las carreras, sesiones de estrategia, interminables rebotes, enfrentamientos y discursos para levantar el ánimo eran para este momento. Este era el tiempo para la acción.
¿Serían suficientes toda la transpiratión, planes, disciplina y entrenamiento para este momento? ¡Este era el minuto de la verdad! El lunes es como la apertura de un juego de básquetbol. El día para experimentar la emoción de una nueva acción.
Por último digo, "¡G.D.E.L.!" también, porque me recuerda que la vida es dar y amar. En el fin de semana he vivido para mí. He hecho la indulgencia de hacer "mi cosa" y casi he olvidado mis responsabilidades. El lunes por la mañana me despierto al hecho que ningún individuo es una isla. Los regocijos más grandes en la vida vienen a nosotros cuando servimos a otros. El lunes me ayuda a poner en orden mis prioridades.
Es el día en que puedo comenzar a ayudar a otros. Puedo empezar a ver las oportunidades que tendré para extender una mano de ayuda y dar esperanza a alguien en necesidad. Es el comienzo de una semana que me permitirá tener la oportunidad de alentar, fortalecer, aconsejar y ayudar a levantarse a alguien más. El lunes es el día que tengo la oportunidad de practicar las enseñanzas de Cristo y experimentar él gozo de servir a otros.

viernes, 14 de julio de 2017

Cómo enfrentar nuestros temores

Cómo enfrentar nuestros temores

Por Charles Stanley

Cada uno de nosotros hemos sentido temor alguna vez en la vida.
En mi caso hubo un momento en el cual me di cuenta que estaba luchando con el temor y me propuse descubrir su origen.
Yo sabía que si no lo hacía mi ministerio sufriría grandemente debido a ello. Al orar y pedir a Dios que me revelara la causa de mi temor, volví a vivir los recuerdos de mi niñez.
Los primeros años de mi vida fueron turbulentos. Mi padre murió cuando yo tenía dos años y mi madre se vio obligada a tener dos trabajos para que ambos tuviéramos techo y comida. El primer recuerdo que tengo de mi niñez es del temor que me invadía al dudar de que pudiéramos lograr tener lo necesario para subsistir. Crecí teniendo que prepararme tanto el desayuno como el almuerzo para ir a la escuela.
La meta de mi madre no fue infundirme temor; acaso ella me enseñó más sobre la fe que cualquier otra persona. Lo que provocó la inestabilidad y el temor fue consecuencia natural de las circunstancias en las que nos encontrábamos. Por las noches mi madre y yo orábamos juntos. Ella me enseñó que aunque los tiempos eran difíciles, Dios estaba con nosotros listo para suplir todo lo que necesitábamos. Ella confiaba en el Señor y nunca nos quedamos sin comer. Quizá hubo tiempos de escasez cuando nuestro refrigerador estuvo casi vacío, pero siempre tuvimos todo lo necesario.
Ninguno de nosotros puede darse el lujo de permitirle la entrada al enemigo en nuestras vidas. Todo lo que Satanás necesita para hostigarnos es una oportunidad. La oración y la Palabra de Dios son las armas más efectivas que tenemos contra el temor. Cuando reconocemos ante el Señor que somos presa del temor y le imploramos su protección y dirección, asumimos una postura de fe.
El temor es, en sí, una decisión. Me sorprende ver cuántas personas me dicen que tienen temor de haber cometido el pecado imperdonable. Pese a que la sangre de Jesucristo los limpia de todo pecado, siguen rodeados de una incredulidad persistente.
Por lo general se reduce a que se sienten culpables de algún pecado, ya sea pasado o presente. Es entonces cuando les recuerdo 1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Dios nos perdona cuando nos acercamos a Él en oración humilde buscando su perdón.
Si una persona insiste en seguir creyendo en un concepto falso del temor, lo más probable es que su vida esté saturada de temor. Jamás habrá un momento cuando tengamos que preocuparnos de que Dios nos perdone o no. Todo pecado – todo lo que jamás hayamos cometido – ha sido perdonado por su gracia mediante la obediencia de su Hijo en el Calvario. El Señor Jesús murió a fin de que nosotros podamos tener vida eterna. El nos ha dado libertad y no hay necesidad de vivir en pecado o temor.
En el libro “La sensación de ser alguien”, el autor Mauricio Wagner escribe: “El temor paraliza la mente haciéndonos incapaces de pensar con claridad. El temor de gran magnitud desorganiza la mente temporalmente al grado de que la confusión llega a imperar. El temor tiene también la tendencia de multiplicarse; cuando tenemos temor quedamos inutilizados al grado de que llegamos a temer de nuestros temores. No podemos hacer frente a los problemas cuando tenemos temor de ellos. . .
“Se necesita fe para doblegar el problema del temor. Es imposible vencer el temor sintiéndonos culpables de esa emoción. En ninguna parte de la Biblia encontramos que Dios condene a una persona por tener temor; en cambio, Él constantemente alienta a los que temen con declaraciones como: No temas, porque yo estoy contigo (Isaías 41:10). Cuando tenemos temor nos sentimos solos con nuestros problemas y estamos abrumados por ellos. La fe acepta el hecho de que el problema es demasiado grande para nosotros y también el hecho de que no estamos solos con él; tenemos a Dios con nosotros”.
En Lucas 4:18 el Señor Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos”. Una de las funciones de Cristo como Mesías es traer libertad de la opresión. Cualquier cosa que nos mantenga cautivos debe soltarnos de sus garras cuando le ordenamos que lo haga en el nombre de Jesucristo.
El pecado, o cualquier esclavitud emocional, no puede gobernar nuestra vida. El único poder que el pecado tiene sobre ella es el que nosotros le concedamos; o sea, que se trata de lo que nosotros decidamos hacer. Podemos tomar la decisión de pecar y rechazar el plan de Dios para nuestra vida o podemos elegir seguir a Cristo en obediencia. No hemos sido destinados para ser pecadores ni hemos nacido a una vida de temor.
La duda contribuye poderosamente al temor. Cuando dudamos de la habilidad de Dios para mantenernos y suplir nuestras necesidades, tenemos temor. Muchos han adoptado el punto de vista de que el hombre es el centro del universo y que todo lo que ocurre debe ser controlado por él. No obstante, la necesidad de estar a cargo de nuestro propio destino tiene un gran defecto. Nosotros no somos todopoderosos ni podemos evitar que acontezcan ciertos eventos, sólo Dios es soberano. En última instancia Él es la única fuente de nuestra seguridad.
Puesto que nos hemos sugestionado para creer en la mentira de que separados de Dios somos auto-suficientes, el temor impera en nuestras mentes sin control alguno. En lugar de tornarse a Dios en oración, nuestras mentes andan a la deriva, de un problema imaginario a otro. Intentamos arreglar todo y terminamos exhaustos espiritual y emocionalmente.
Satanás se complace en hacer que andemos corriendo emocionalmente.Él toma medidas extremas con tal de lograr que nos imaginemos todo tipo de cosas o situaciones. La mayoría de nosotros sabemos lo que es pasarnos una noche en vela debido a pensamientos o preocupaciones que se convierten en temores.
Un solo pensamiento puede multiplicarse y crecer mil veces si es regado por las mentiras del enemigo. Su principal objetivo es hacer que dejemos de confiar en Dios. Una vez que logra que lo hagamos, él nos despoja de toda sensación de paz y esperanza; comenzamos a dudar de las promesas de Dios y antes que nos demos cuenta el temor ha erigido toda una fortaleza en nuestra vida.

jueves, 13 de julio de 2017

La fe que salva

La fe que salva

 

Por Jose Satirio Dos Santos


“Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote” Marcos 5:33-34. Jesús en el desarrollo de su ministerio sanó muchos enfermos, cada uno de esos milagros ilustra maravillosas lecciones de fe.
En Marcos 5:21-34 se cuenta la historia de una mujer que se atravesó en el camino del Maestro cuando él iba a orar por la sanidad de la hija de un hombre principal de la sinagoga. Al parecer este caso del camino tuvo prioridad para el Señor pues lo atendió inmediatamente.
Esa mujer que interrumpió el recorrido de Jesús demostró que tenía fe y esa fe le permitió ser salva. Mucha gente quiere ser salva y habla de fe, pero muy pocos son los que la usan. Usted que quiere alcanzar favores de Dios, que desea llegar a un determinado nivel espiritual y ha buscado la forma ideal, podrá encontrar en el ejemplo de esta mujer pautas que le permitan hallar respuestas de Dios a sus necesidades.
1. UNA FE QUE NACE DEL DESENGAÑO
El versículo 26 de la lectura permite deducir que esta mujer se encontraba en el peor momento del desengaño: "Y había sufrido mucho, de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor". Pensando en los tiempos actuales podemos imaginar que esta mujer fue primeramente a los médicos, y cuando descubrió que ellos no podían hacer nada, escuchó el consejo de otros que la invitaron a un sinnúmero de lugares. Unos trabajaban con hierbas, otros con aguas especiales y rezos, encontraría aquellos que tienen pirámides y tablas ouija, algunos le sugerirían realizar limpiezas y contras espirituales o llenar su cuerpo y su casa con fetiches.
La podemos imaginar siguiendo todas estas instrucciones, pero luego la encontramos sumida en la más profunda depresión, porque además de continuar con su enfermedad se había quedado en la miseria económica. Sin embargo, ella tuvo algo especial, a pesar de haber caminado y tocado puertas por todo lado en su desesperación, no se dio por vencida en la hora del desengaño, sino que encontró el motivo para buscar a Dios.
Hay personas que primero agotan todos los recursos habidos y por haber para entonces dar lugar a Dios; pero bienaventurados aquellos que buscan a Dios en el momento adecuado. Esta mujer escuchó hablar de Jesús y dijo: "Mi problema es tan grande, ya fui a todas partes y no he logrado la solución; ahora sólo me queda creer que éste que camina haciendo milagros, es el Hijo de Dios y a él voy ahora". Ella uso la fe que nace en el momento del desengaño.
Usted que tiene problemas en su vida personal o familiar, no importa cuales sean esos problemas, si ha llegado al tope y está en el desengaño de la vida, aprenda como esta mujer a buscar a Dios. Usted tiene una fe que está escondida y ésta puede brotar ahora en el tiempo de la aflicción, ponga esa fe en acción. 
2. UNA FE REFLEXIVA
El segundo paso que dio la mujer fue usar la fe en una forma reflexiva. Ella tomó tiempo para pensar, para analizar, para hablar consigo misma: "Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva" vs. 28. Es maravilloso ver una persona que después de haber sufrido tanto, a la hora de dar nuevos pasos, toma el momento preciso para pensar y proceder correctamente. Bajo estas circunstancias, ella habría podido perjudicarse a sí misma, pero la fe reflexiva la hizo detenerse. Aquellos que son sinceros en su reflexión siempre encontrarán a Cristo y podrán acceder al favor de Dios.
Tratando de entrar un poco en la mente de la mujer podemos suponer que ella pensó: este hombre que estoy siguiendo no es cualquiera, sino aquel a quien la gente acude y él los atiende públicamente; los ciegos ven, los cojos caminan, los muertos son resucitados; éste que lleva la evidencia de su ministerio es el que yo necesito. Y así como él ha podido ayudar a otros también podrá sanar mi enfermedad".
La reflexión la llevó a comprender, a entender, que lo que Cristo estaba haciendo era verdad absoluta y por lo tanto sabía con certeza que ella iba a recibir también.
3. UNA FE DINÁMICA
"Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto" vs.27. El caso de esta mujer era terrible pues era considerada inmunda por el flujo de sangre que padecía y las leyes prohibían que alguien con esa enfermedad pudiera estar mezclado entre la gente. Así que ella quebrantó el orden y puso su fe en acción, una fe dinámica que le permitió romper todas las barreras, una fe que la llevó a acercarse a la fuente de su victoria.
Su esfuerzo debió haber sido muy grande porque estaba débil, delgada y además llevaba la marca del repudio de la gente, del fracaso de los médicos y el maltrato de los engañadores que la habían defraudado. Sin embargo, aún sin fuerzas, con este cuerpo que era más huesos que carne, avanzó entre la multitud para cumplir su deseo: "Tengo que acercarme, tengo que llegar donde él está, tengo que tocarlo, no importa lo que pase...".
Aquí hay una lección para aquellos que reconocen a Cristo como la solución de sus problemas, pero que se mantienen observándolo de lejos por miedo al qué dirán sus vecinos, su familia, sus amigos o la sociedad. Bueno, si quieren saber la opinión de la sociedad ésta es muy sencilla. La experiencia ha enseñado que la sociedad se caracteriza porque no hay quién extienda la mano para ofrecer ayuda, infortunadamente las amistades giran, en su gran mayoría, alrededor de lo que la persona tiene no de lo que ella es, esta es la filosofía del mundo. Si la mujer se hubiera quedado estática por temor a la reacción de los demás, habría muerto a causa de su enfermedad.
…QUE ESTABLECE CONTACTO CON CRISTO
"Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud y tocó su manto"vs.27. De nada habría servido el esfuerzo de la mujer si ella sólo se acerca a Jesús sin tocarlo. Su deseo era tocar al maestro, sentirlo; no lograr un contacto por superstición como antes lo hubiera buscado, tampoco un contacto leve, tímido; era un roce real y lleno de fe. Ella entonces se aproximó al Señor, metió su mano entre la multitud, agarró el borde de sus ropas y lo tocó, y al tocarlo logró lo que quería: el toque a aquel que responde cuando se sabe hacer uso de la fe.
4. UNA FE SINCERA
En tiempos antiguos cuando a un tallador de madera o piedra se le estropeaba una de sus piezas, él tomaba cera y disimuladamente corregía la falla. La gente que compraba, si no conocía mucho llevaba el objeto sin problema, pero los expertos pedían una pieza sin cera y para probarla la sometían al calor del sol de manera que si había cera ésta se derritiera y el objeto quedaba sin valor. De allí surgió la palabra SINCERA.
La fe de la mujer de nuestra historia fue una fe sincera, una fe que dijo la verdad. "...Porque Cristo preguntó ¿quién me ha tocado?..." "… entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él y le dijo toda la verdad". Vs.31-33. Ella pudo pensar que allí la apedrearían, o la echarían fuera, o al menos la avergonzarían, pero su fe la llevo a decir la verdad.
Mucha gente tiene problemas porque no sabe hacer uso de la verdad; siempre oculta algo y delante de Dios no se puede hacer eso. Si algún día usted quiere un favor de Dios, no use el engaño, no ponga cera en lo que va a presentar a Dios; porque él es más que el sol, ante sus ojos todo está descubierto, es imposible engañarlo.
Un día atendiendo un caso en consejería surgió un diálogo singular. Yo le decía a la persona:
- Esto está mal, aquí hay algo que usted encubre
- Sí - me respondió- pero se lo estoy diciendo a usted en confesión; por eso no puede contarlo a nadie
- Sí, pero usted mismo tiene que decirlo, regrese a los suyos y dígales toda la verdad.
- ¡Pero esto me causará mucho daño!
- El daño ya está causado, el mal lo está sufriendo usted por el efecto del engaño
- No, pero es una mentirita blanca
Muchas personas actúan igual que mi interlocutor, hasta intentan santificar las mentiras: "Es una mentirita piadosa", buscan un sinnúmero de excusas: "Es que en el mundo de los negocios es así", "En los asuntos de la casa es así", "Cuando una mujer tiene un hombre tan malo como el mío… o cuando un hombre tiene una mujer tan mala como la mía… o cuando hay unos hijos como éstos, entonces uno tiene que usar la mentira". No es cierto, no tiene que usarla. La Palabra dice: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" Juan 8:32.
Entonces ¿De dónde procede la mentira? En San Juan 8:44 encontramos una respuesta fuerte de Cristo al respecto: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira." Toda mentira, todo engaño, procede del diablo.
Me preocupa que un gran número de personas está comprometido con la mentira, unos de una manera y otros de otra. Si usted tiene algo escondido es mejor que diga toda la verdad de una vez, primero a Cristo y después a aquellos a quienes ha estado afectando su engaño. Así aprenderá una gran lección de esta mujer que fue probada por Jesucristo y a pesar de las circunstancias salió victoriosa de esa prueba. 
…CONFESADA EN PÚBLICO
"...Vino y se postró delante de él...". vs:33b. Esta mujer se postró públicamente a los pies de Jesucristo, y yo me imagino la multitud que la estaba mirando. Alguien podía decir ¿Qué necesidad tenía ella de hacer eso? Pues esta mujer al postrarse a los pies de su maestro le estaba expresando que lo honraba con toda su alma, con todo su espíritu y con todo su cuerpo.
En segundo lugar permitió que Cristo la honrara a ella, porque cuando él la vio postrada, no pudo permanecer indiferente, tuvo que honrarla, tuvo que dignificarla.
Además, con su manera de actuar públicamente y de confesar su fe expresó a todos los que allí estaban que lo que yo ella había recibido también lo podían recibir otros. ¡Qué ejemplo tan digno de imitar!
5. UNA FE QUE FUE PREMIADA
"Y él (Jesucristo) le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz..." vs. 34. Además de recibir la sanidad en su cuerpo, la mujer obtuvo la salvación de su alma. Cualquier persona que tenga la misma fe que demostró esta mujer será premiada en su alma, podrá obtener la salvación del pecado, ser libre de la condenación eterna y gozar de paz que es el resultado inmediato de la salvación que se adquiere a través de Jesús: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" Romanos 5:1.
Quizás usted se encuentra como aquella mujer cananea, lleno de problemas, de luchas internas, de enfermedad. Jesucristo está dispuesto a recibirlo al igual que acogió a esa mujer. Ahora lo que tiene que hacer es activar esa fe que está en usted, la fe que nace del desengaño, que es reflexiva, dinámica; aquella que busca establecer contacto con Cristo, que es sincera y capaz de ser confesada en público. Si usted se atreve a activar esa fe verá como ella será premiada.


miércoles, 12 de julio de 2017

¿Te animas a caminar sobre el agua?

¿Te animas a caminar sobre el agua?
Por John Ortberg 

“Pueden confiar en mí. Conocen mi carácter y mi capacidad. Pueden entregarme con seguridad su destino en mis manos. Tengan valor. Soy yo.”
Dios todavía les pide a sus seguidores hacer cosas extraordinarias y, si no lo estás buscando, es posible que no lo veas.
He sentido atracción durante muchos años por la historia de Pedro cuando sale de la barca y camina sobre el agua con Jesús. Es uno de los mejores retratos del mayor significado del discipulado en La Escritura. Veamos un poco, ¿de qué está hecho alguien que camina sobre el agua?
Ellos reconocen la presencia de Dios
Pedro y sus compañeros se metieron en un pequeño bote una tarde para cruzar el mar de Galilea. Jesús quería estar solo, así que se fueron a navegar sin Él. A Pedro no le incomodó eso: había estado en barcas toda la vida. Es más, le gustaban.
Pero esta vez se desencadenó una tormenta. Y no se trató de una ráfaga cualquiera. El Evangelio de Mateo dice que la barca era "zarandeada" por las olas. Fue tan violenta que lo único que los discípulos podían hacer era mantenerla a flote. Para las tres de la mañana me imagino que no estarían preocupados por llegar a la otra orilla: solo querían seguir vivos.
Entonces uno de los discípulos notó una sombra que se movía sobre el agua en dirección a ellos. Mientras se acercaba, comenzó a notarse una figura humana que caminaba.
Detente un momento para dejar que la imagen tome forma. Los discípulos estaban angustiados y la única persona que podía ayudarlos se estaba acercando a ellos. Solo que Él no estaba en la barca y los discípulos no lo reconocieron.
Maravillosamente, el no tener una embarcación no parecía impedir a Jesús en lo absoluto.
Pero los discípulos estaban convencidos de que se trataba de un fantasma, así que se aterrorizaron y gritaron con temor. Desde nuestra perspectiva, podemos preguntarnos cómo es que no pudieron saber que se trataba de Jesús. ¿Quién más podría ser? Mateo, sin embargo, quiere que sepamos que algunas veces se requiere de los ojos de la fe para reconocer a Jesús cuando está cerca. Muchas veces, a mitad de la tormenta, zarandeados por las olas de la decepción y la duda, no somos mejores que los discípulos si se trata de reconocer la presencia de Jesús.
¿Qué pretendía Jesús caminando por… digo, sobre el lago a las tres de la mañana? Solo por un momento profundicemos un poco.
David Garland halla una pista en la versión que da Marcos de esta historia en su evangelio. Marcos dice que Jesús "iba a pasarlos de largo" sobre el agua pero que, cuando lo vieron caminar sobre el lago, creyeron que era un fantasma. ¿Por qué Jesús quería "pasarlos de largo"? ¿Decidió competir con ellos en una carrera? ¿Quería impresionarlos con un truco realmente bueno?
Garland señala que el verbo parérjomai ("pasar junto") es utilizado en la traducción griega del Antiguo Testamento como un término técnico relacionado con una teofanía: esos momentos determinantes cuando Dios hizo "apariciones notables y temporales en el reino terrestre para un grupo o individuo seleccionado con el propósito de comunicar un mensaje".
"Cuando yo pase en todo mi esplendor…", dijo Dios a Moisés mientras lo colocaba en la hendidura de una roca para que pudiera verlo, y luego le dio a conocer su nombre "pasando delante de él".
Dios le dijo a Elías que se presentara en la montaña ante Él, porque estaba a punto de "pasar por allí".
Hay un patrón en estas historias. En cada caso Dios tuvo que atraer la atención a través de la zarza ardiente, del viento y del fuego… o caminando sobre el agua.
En cada caso Dios los llamó a hacer algo extraordinario. En cada caso la persona a quien Dios llamó, sintió temor. Pero cada vez que esa persona dijo "sí" a su llamado, sintió el poder de Dios en su vida.
Así que, cuando Jesús se acercó a los discípulos sobre el agua intentando "pasarlos de largo", no estaba nada más que haciendo un formidable acto sobrenatural. Estaba revelando su divina presencia y poder. Solo Dios puede hacer algo así: "Él (…) reprendió al viento y a las olas".
Es interesante observar que los discípulos entraron a la barca originalmente por órdenes de Jesús. Tenían que aprender, al igual que nosotros, que la obediencia no es garantía para evitar la adversidad. Y en el instante en que la tormenta captó toda su atención, Jesús decidió que era el momento en el que los discípulos tenían que aprender un poquito más acerca de Él. "De eso se trata, amigos", les aseguró. "Pueden confiar en mí. Conocen mi carácter y mi capacidad. Pueden entregarme con seguridad su destino en mis manos. Tengan valor. Soy yo." No lo habían entendido en su totalidad todavía, pero Dios los visitó en la carne, al caminar sobre el agua.
Mateo quiso que sus lectores entendieran que, a menudo, Jesús viene cuando menos se lo espera: a las tres de la mañana, en medio de una tormenta. Dale Bruner anota "de acuerdo a Las Santas Escrituras, los extremos humanos son un punto frecuente de encuentro con Dios". Esos momentos determinantes, dispuestos por Dios, los tendremos tú y yo. Dios todavía les pide a sus seguidores hacer cosas extraordinarias y, si no lo estás buscando, es posible que no lo veas.
En la barca se sentaron doce discípulos y no sabemos cómo es que once de ellos respondieron a esa voz. Tal vez con confusión, admiración, incredulidad o con un poco de cada una.
Pero uno de ellos, Pedro, estaba a punto de convertirse en un caminante sobre el agua. Él reconoció la presencia de Dios en el lugar más inusual. Se dio cuenta que esta era una extraordinaria oportunidad para el crecimiento y la aventura espiritual. Así que se le ocurrió una idea.
Ellos disciernen entre la fe y la necedad
Pedro espetó al caminante sobre el agua: "Si eres tú … mándame que vaya a ti sobre el agua". ¿Por qué razón incluye Mateo este detalle? ¿Por qué Pedro simplemente no se zambulló en el agua? Creo que por un motivo muy importante. Esta no es una historia acerca de cómo correr riesgos. Se trata en esencia de un relato sobre la obediencia. Eso significa que tengo que discernir entre un llamado auténtico de Dios, y lo que puede ser simplemente un necio impulso mío. El valor por sí solo no es suficiente, debe estar acompañado de sabiduría y discernimiento.
Mateo no elogia el arriesgarse por su propio bien. Jesús no busca gente que salta de los puentes con cuerdas elásticas, ni pilotos que planean en aparatos voladores caseros, ni corredores de autos que persiguen tornados. Caminar sobre el agua no es algo que Pedro hiciera con propósitos recreativos. Esta no es una historia sobre deportes peligrosos, es acerca de discipulado radical. Eso significa que antes que Pedro salga de la barca, más vale que esté seguro de que Jesús piensa que es una buena idea. Por eso es que pide claridad: "Si eres tú… mándame".
Y creo que, en la oscuridad, Jesús sonrió. Tal vez se carcajeó, y todo debido a que una persona en la barca, entendió. Pedro tuvo una vaga noción de lo que el Maestro
hacía. Y no solo eso, tuvo suficiente fe para creer que también podía compartir la aventura. Decidió que quería ser parte de la historia del primer caminante sobre el agua: "¡Mándame!

martes, 11 de julio de 2017

"¿Cómo usted usa su tiempo?"

"¿Cómo usted usa su tiempo?"

Por Rick Warren


Uno de los mayores desafios actuales es el del uso del tiempo.
A lo largo de la vida de 72 años especialistas afirman que gastamos 21 años durmiendo, 14 años trabajando, 7 años en el baño (mi hija adolescente ya agoto su tiempo), 6 años comiendo, 6 años viajando, 5 esperando en filas, 4 aprendiendo, 3 en reuniones, 2 devolviendo llamadas telefónicas, 1 año buscando cosas perdidas, 22 meses en la iglesia, 8 meses abriendo correspondencia inútil, 6 meses esperan-do en semáforos.
No es sorprendente decir que una pareja gaste en promedio, apenas 4 minutos por día, conversando y los hijos digan: ¡¿vamos hasta el trabajo de papa para poder verlo?! Estudios indican que los padres gastan en promedio 30 segundos por día hablando con sus hijos.
¿Cómo usted usa su tiempo? Usted dice regularmente: ¿No tengo tiempo suficiente? ¿Sería Dios un sádico cósmico que creo un día con apenas 24 horas? ¿Eso no es suficiente para todo lo que tenemos que hacer? ¡No deje que el calendario lo engañe!. El año solo tiene el número de días que hacemos uso. Una persona puede realizar en una semana lo que realizaría en un año, mientras otra realizaría lo contrario.
La biblia dice: Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio, más el trabajo del hombre es grande sobre el (Eclesiastés 8:6). Nosotros sabemos poco sobre eso, el problema no es tener tiempo suficiente sino el modo como usamos el tiempo que tenemos. Yo empero dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas (Isaías 49:4)
Lo que Dios dice sobre el uso del tiempo
Mirad pues con diligencia como andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos. (Efesios 5:15-16)
Es motivo de aprendizaje, esa es la clave: administración de tiempo puede aprenderse. Enséñanos a contar nuestros días para que sepamos que son pocos. Ayúdanos a vivirlos como debemos. (Salmos 90:12, traducción libre)
Pasos para descubrir el tiempo
A. Analice su estilo de vida: ¿Dónde está gastando su tiempo? Evalué un día, una semana y un mes. ¿Usted está mejor hoy física, mental, emocional y espiritualmente que seis meses atrás? ¿Y sus relaciones ?. Mirad pues como andéis avisadamente, no como necios sino como sabios (Efesios 5:15). Hay un camino que al hombre le parece derecho pero su fin es camino de muerte (Proverbios 14:12)
B. Utilicé el presente. Ayer ya fue. Mañana no sabe lo que será. Aproveche el presente. No te jactes del día de mañana, porque no sabes que dará de si el día. (Proverbios 27:1)
Aprenda a combinar actividades, en el horario noble. Cuando esté ocupado con cuestiones de alta prioridad no permita interrupciones. Cuando su atención este ocupada con cuestiones de media o baja prioridad trate de hacer dos cosas al mismo tiempo.¡ Separe tiempo para relajarse!
Deje el desorden fuera de su vida. Desorden físico, cosas que ocupan nuestra visión de modo negativo. Desorden mental, cosas que ocupan nuestra mente de modo negativo. Desorden emocional, cosas que ocupan nuestro espíritu de modo negativo.
Rescate el tiempo que tiene en la mano., Rescatar significa volver, libertarse, cambiar para mejor
C. Priorice lo importante. Usted tiene tiempo suficiente para hacer la voluntad de Dios. Organice su vida en torno a las áreas claves: 1) Relación personal con Dios y crecimiento espiritual. 2) Cónyuge y familia .3) Trabajo. 4) Salud y recreación (considerando preparo físico, mental, y espiritual 5) Relaciones sociales.