Todo lo que Dios necesita es nada para hacer lo que parece imposible.
Por la fe comprendemos que el universo fue constituido por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía (Hebreos 11:3). Dios siempre busca crear en nosotros de lo que no se ve para producir lo que sí se puede ver. Tomemos los siguientes como ejemplo: Mi cuenta bancaria está vacía, tiene nada.
Dios dice, ¡qué bueno, que oportunidad! Porque el universo fue constituido de lo que no existía, de nada, para que tú puedas disfrutar plenamente de lo que ahora existe. Él es experto creando de lo que no existe, de la nada. Si no hay nada, Él toma de la nada y hace algo. ¿Cómo es que lo hace si nada es nada? Porque Dios es Espíritu. En ese ámbito donde las ideas no tienen sustancia, o más bien, son nada, un solo soplo del Espíritu de Dios las convierte en mucho y les añade de sustancia.
¿Recuerdas cuando no tenías a Cristo como Salvador? Tenías unos sueños poderosos, y creías que tenías nada. Cada vez que ponías tus manos en algo para tratar de lograrlo, todo se convertía en nada. Llegaste a pensar que nada sólo podía darte nada. Ahora, ese nada en las manos de Dios, con un solo soplo del Espíritu de Dios, se convirtió en lo que tú nunca te habías imaginado que podía convertirse.
Siempre quisiste tener un negocio y no tenías nada para invertir. Nada se te reía en la cara cada vez que soñabas con alcanzarlo. Nada siempre te decía: "Jamás lo vas a lograr". Porque nada era lo que tenías para hacer de nada algo. Lo más bello de este sueño era que nada era más fuerte que el Espíritu de Vida que estaba detrás de este sueño. Un día cuando tú menos lo esperabas, un amigo fiel y aun desconocido para ti, se apareció en medio de tu sueño. El Espíritu Santo sopló reciamente sobre tu sueño en medio de tu nada. Para tu sorpresa, lo que era nada se convirtió en mucho.
Por esta razón, la Palabra de Dios nos dice que nada es imposible para Dios. ¿Por qué? Porque todo lo que Dios necesita es nada para hacer lo que parece imposible. Para que un vaso se llene de agua fresca y limpia necesitas el vaso vacío y sin nada adentro. Sólo aquello que tiene nada puede convertirse en aquel vaso que puede saciar la sed de muchos.
La Palabra de Dios nos dice Génesis 12:1-3 así: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz. Dios vio que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas".
Si te fijas, nos dice que la tierra estaba sin orden y vacía. En otras palabras, estaba todo sin nada. Probablemente ante los ojos humanos, era inconcebible pensar que de algo vacío que no tenía forma ni orden, que era nada, pudiera surgir una creación perfecta.
Tanto así que Dios dijo: "Lo que he hecho es bueno". Estaba tan oscuro que parecía imposible creer y lograr ver la imagen de algo real. Las tinieblas lo cubrían todo. La nada no tenía algo tangible porque nada era nada. Pero en medio de la nada algo interesante comenzó a suceder. El Espíritu de Dios comenzó a moverse sobre la faz de las aguas.
Créeme, amado de Dios, que de donde tú menos te imaginas que Dios puede hacer algo, es donde Dios está operando soberanamente a favor de tu vida. Su Espíritu va a profetizar sobre ti. La voz de Dios va a decir, "Sea la luz" y algo poderoso va a nacer en medio de tu nada de hoy en adelante.
Nunca te menosprecies a ti mismo cuando te creas no tener nada. Descubrirás que el Santo Espíritu de Dios ya se pasea por tu nada para hacerla algo. Cuando nada tienes, tienes una gran oportunidad con Dios.
Créeme, amado de Dios, que de donde tú menos te imaginas que Dios puede hacer algo, es donde Dios está operando soberanamente a favor de tu vida. Su Espíritu va a profetizar sobre ti. La voz de Dios va a decir, "Sea la luz" y algo poderoso va a nacer en medio de tu nada de hoy en adelante.
Nunca te menosprecies a ti mismo cuando te creas no tener nada. Descubrirás que el Santo Espíritu de Dios ya se pasea por tu nada para hacerla algo. Cuando nada tienes, tienes una gran oportunidad con Dios.
En condiciones como éstas son donde Dios se crece en la vida de cada ser humano dispuesto a creer. Solamente entiende que por medio de la fe, hoy nada se convertirá en lo que nunca pensaste alcanzar.
Recuerda que no caminamos por lo que vemos, sino por la fe que da sustancia a lo que esperamos.
Jackie Rodríguez y su esposo Nuno radican en Misión, TX. Juntos forman el Ministerio Nuno & Jackie Rodríguez Jackie es la autora del libro Jesús desea coronarte.
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