"Gracias a Dios es lunes "
John Maxwell
Estaba hablando con la empleada de un hotel donde paraba unos días. Luego de una breve conversación, ella exclamó: "Gracias a Dios es viernes! ¡No me verá nuevamente hasta el lunes!" Ella se fue por el pasillo contando las horas hasta que su trabajo estuviera terminado y el fin de semana comenzara.
Supengo que muchas personas están felices cuando la semana se aproxima al viernes. Es grandioso dejar problemas y demandas atrás, y saber que los próximos días le pertenecen. Sin embargo, con frecuencia me pregunto, "¿Por qué e! lunes tiene que ser tan triste?" Cuando vaya a mi reunión de personal el próximo lunes por la mañana, me vaya poner de pie, llevaré mi cabeza hacia atrás, y diré: "¡Gracias a Dios es lunes!".
Hay varias razones podas que digo "¡G.D.E.L.!" En primer lugar, he descubierto que la jornada es mucho más divertida cuando llego a mi destino. La anticipación es tan emocionante como la realización, planear es tan delicioso como producir. La Navidad es divertida largo tiempo antes de! 25 de diciembre.
Las vacaciones son divertidas antes de que llene el coche y diga "¡Adiós!" a los vecinos. De la misma manera, el lunes es el co mienzo de una nueva aventura, es el inicio de otra jornada.
En segundo lugar, digo, "¡G.D.E.L.!" porque tengo la oportunidad para un fresco y nuevo comienzo. Los errores de la semana pasada pueden ser corregidos esta semana. El dolor de la semana pasada puede ser el gozo de esta. Tengo otra oportunidad de hacer lo correcto.
El lunes por la mañana es el único momento en que puedo ponerme de pie y decir, "en lo que va de esta semana aún. no me he equivocado". Es el día en que puedo escribir sobre una hoja limpia de papel todo lo que deseo lograr durante la semana entera.
Los lunes me recuerdan a aquel día en que Cristo me perdonó todos mis pecados cometidos. Oh, el gozo de tener todos mis pecados lavados, perdonados y olvidados, mi pizarra completamente bórrada a nuevo ¡a través de la preciosa sangre de Jesús! El perdón y los lunes me permiten un comienzo completamente nuevo.
En tercer lugar, los lunes me dan la oportunidad de soñar nuevos sueños y establecer nuevas metas. Muchas metas no se alcanzan en un día. Si la comienzo a correr el lunes por la mañana, tal vez llegaré a mi destino estipulado para el fin de la semana o a fin de mes.
Y en cuarto lugar, los lunes son los días en que entro en la escena de la acción. Es el tiempo para ver si mi plan realmente resultará. Jugué básquetbol de competición cuando estaba en la escuela y aún puedo recordar la emoción de comenzar un nuevo juego. Mientras esperaba en el círculo del centro la señal del comienzo, una cierta emoción saltaba hacia arriba y abajo en mi espina dorsal que no era igual en ningún otro momento. Todas las carreras, sesiones de estrategia, interminables rebotes, enfrentamientos y discursos para levantar el ánimo eran para este momento. Este era el tiempo para la acción.
¿Serían suficientes toda la transpiratión, planes, disciplina y entrenamiento para este momento? ¡Este era el minuto de la verdad! El lunes es como la apertura de un juego de básquetbol. El día para experimentar la emoción de una nueva acción.
Por último digo, "¡G.D.E.L.!" también, porque me recuerda que la vida es dar y amar. En el fin de semana he vivido para mí. He hecho la indulgencia de hacer "mi cosa" y casi he olvidado mis responsabilidades. El lunes por la mañana me despierto al hecho que ningún individuo es una isla. Los regocijos más grandes en la vida vienen a nosotros cuando servimos a otros. El lunes me ayuda a poner en orden mis prioridades.
Es el día en que puedo comenzar a ayudar a otros. Puedo empezar a ver las oportunidades que tendré para extender una mano de ayuda y dar esperanza a alguien en necesidad. Es el comienzo de una semana que me permitirá tener la oportunidad de alentar, fortalecer, aconsejar y ayudar a levantarse a alguien más. El lunes es el día que tengo la oportunidad de practicar las enseñanzas de Cristo y experimentar él gozo de servir a otros.
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