Atrapado pudiendo escapar
Hay cosas que podemos dejar tan solo con la decisión de hacerlo. Hablo de que a veces estamos atados a ciertos comportamientos, personas, hábitos o vicios que pensamos que no podemos dejar pero que la realidad es que sí podemos.
A veces nos mantenemos cometiendo el mismo error, simplemente porque queremos, no porque sea necesario o inevitable hacerlo, sino porque simplemente queremos, no porque nos obligan o nos fuerzan, no porque no podamos vivir sin eso, sino que simplemente “nos gusta” caer en los mismos errores siempre.
Y es que a veces pareciera que nos gusta sentirnos sucios delante de Dios, a veces pareciera que nos gusta estar pidiendo perdón a cada momento por el mismo error a sabiendas que somos capaces de ya no cometerlo, pero nuestra actitud muchas veces demuestra que hemos caído en un circulo vicioso del cual pareciera que es “placentero” para nosotros cuando en realidad nos incomoda.
Y es que el pecado nunca va ser cómodo, por más que quieras disimularlo si eres una persona que realmente ha nacido de nuevo, el pecado siempre te incomodará.
¿Qué es eso que te está afectando en tu vida espiritual?, ¿Cuál es ese vicio que te hace sentir sucio delante de Dios?, ¿Qué relación ya sea de amistad o amorosa está obstaculizando tu vida espiritual plena con Dios?, ¿Qué mal hábito te hace quizá diariamente ir delante de Dios a pedirle perdón?, ¿Cuál es tu circulo vicioso que te tiene atrapado cuando en realidad puedes escapar?
A veces estamos atrapados en el mismo error porque queremos no porque no podamos escapar de eso, es una lastima que pudiendo escapar de los errores optemos por cometerlo, es una lastima que pudiendo huir del enemigo y sus trampas vayamos directo a ellas a sabiendas de lo incorrecto que es y los resultados negativos que nos traerán.
Hoy quiero invitarte a tomar la decisión de dejar de hacer eso que sabes que no tienes que hacer, hoy quiero motivarte a que te des cuenta que hay cosas en tu vida que no son necesarias y que simplemente las haces porque quieres, pero ese querer te está llevando a sentirte fracasado, hipócrita, y hasta un pecador desahuciado cuando en realidad siempre ha existido en ti la capacidad de decir NO a eso que tanto te afecta.
La Biblia dice: “Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.” 2 Timoteo 1:7 (Traducción en lenguaje actual).
Hay cosas en nuestra vida que pudiéramos cambiar tan solo con tomar la decisión de hacerlo. Hay cosas que nos han estado afectado durante mucho tiempo cuando hemos podido evitar que eso suceda tan solo con una firme decisión.
A veces pareciera que esperamos que una enorme luz del cielo nos señale o cubra nuestro cuerpo para poder recibir la fortaleza o la determinación para vencer lo malo, cuando en realidad lo único que necesitamos es tener una firme decisión para hacer cambios en nuestra vida, porque el Espíritu Santo de Dios ya habita en nuestra vida, está allí, esperando que nos decidamos a hacer lo que sabemos que tenemos que hacer para fortalecernos en todo momento.
En ocasiones le echamos la culpa a Dios de no poder vencer algo, cuando nosotros somos los que no queremos vencer, los que nos gusta perder siempre y revolcarnos en el lodo, cuando una simple decisión firme podría cambiar todo.
¿Estás atrapado pudiendo escapar?, ¿Qué esperas para salir de ese estado?, ¿Cuánto más dejarás que eso afecte tu vida espiritual y tu comunión con Dios?
Hoy Dios quiere recordarte que Él te da la capacidad para vivir una buena vida cristiana, tan solo necesita de ti disposición y firmes decisiones.
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