lunes, 5 de enero de 2015

Paz

¡PAZ!

Lo grito aquí: ¡Paz! Y lo grito
llenas de llanto las mejillas.
¡Paz, de pie! ¡Paz! ¡Paz, de rodillas!
¡Paz hasta el fin del infinito!
No otra palabra, no otro acento
ni otro temblor entre las manos.
¡Paz solamente! ¡Paz, hermano!
Amor y paz como sustento.
Rafael Alberti

Señor, Tú eres mi amparo, mi refugio
en todos los peligros de mi vida,
y en mis tribulaciones más terribles
eres el seno en quien mi amor se abriga.
Yo cantaré Tu gloria, Dios amable,
y te dirá mi alma enternecida:
«Tú eres mi apoyo, mi única esperanza,
mi dulce Dios, misericordia mía».
Pablo de Olavide

No hay comentarios.:

Publicar un comentario