miércoles, 18 de marzo de 2015

La Alabanza es poderosa


La alabanza es poderosa

Palabras de Jesús

Empuñar el arma de la alabanza

¿No crees que podrás alabarme por la situación tan difícil que atraviesas? ¿Te parece demasiado pedir? Tienes que dejar de verlo con tu perspectiva limitada. ¡Ponte Mis lentes de la fe y suéltate a alabar sin reparos! La situación se revertirá y se materializará irrefutablemente la victoria en la neblina de la incertidumbre.
No te sorprendas de que se te ponga a prueba por encima de lo que puedes soportar. ¡Alégrate, alaba, rebosa de alegría! Si te pareció espectacular cómo derribaron las alabanzas las murallas de Jericó, ¡prueba a dar tú también unos buenos gritos de alabanza y a entonar canciones de júbilo ante el Enemigo mientras avanzas penetrando en su territorio! Verás cómo se quedan sin trabajo sus fábricas de miedos y servicios de reparto de mentiras a domicilio. Ponlo en quiebra haciendo oídos sordos a sus pensamientos. ¡Más bien llénate la mente, el corazón y la boca de cantos de liberación y alza la voz a los Cielos con canciones dichosas!
¿Para qué esperar a ver si la situación mejora antes de darme las gracias? Activa las alabanzas al primer indicio de presencia del Enemigo, y quedará totalmente desorientado. Atácalo antes de que te ataque a ti. No le concedas ni un milímetro de victoria espiritual. ¡Grítale alabanzas de alegría y victoria!
El Enemigo no tiene el menor poder sobre ti si no se lo das. Empuña el arma de la alabanza cuando estés en una situación difícil y frustra todos los efectos que pretende tener sobre ti. Si te proteges con el escudo de la alabanza y lo refuerzas con alabanzas sinceras, todos los disparos te rebotarán.

Actitud de alabanza

Habito en las alabanzas de Mi pueblo y por lo tanto, cuando de sus labios proceden alabanzas, Mi Espíritu se posa suavemente sobre ustedes, vasijas Mías. Cuando me poso en un lugar, el mal se desvanece, porque a Mi vista no puede permanecer mal alguno. El mal huye de Mi presencia a toda velocidad para no evaporarse en un microsegundo por estar expuesto a Mí. Por tanto, alaben; y más en medio de la oscuridad, en situaciones adversas, pues el camino a la victoria está pavimentado de alabanzas.
La actitud es un factor decisivo en la plenitud o dulzura de la existencia y el testimonio. La actitud es una flecha en el plano espiritual, y una actitud que se dispara con alabanza y gratitud da de lleno en la diana de Mi presencia. Por eso, cuando decides adoptar una actitud determinada en una situación, no olvides servirte del arco de la gratitud para que tu actitud vuele con el poder de la alabanza. La gratitud te ayudará a dar en el mismísimo blanco de Mi voluntad.
El pesimista y el optimista ven lo mismo, pero de formas muy distintas. Para el pesimista, todo es malo y difícil, mientras que para el optimista tiene la posibilidad de ser bueno. Alabarme en situaciones difíciles les permite ver como el optimista. Les transforma totalmente la perspectiva y mejora las circunstancias.
La alabanza es uno de los lubricantes del Cielo. Si experimentas la fricción de los problemas, o recalentamiento por estrés, o sequedad que te hace crujir las articulaciones espirituales, como si te estuvieras saliendo de quicio, aplica una dosis generosa de alabanza. Con una buena cantidad de alabanzas manifiestas fe en que haré Mi parte para remediarlo.
Lo que deseo es que cada uno se conecte conmigo mediante el poder y el entusiasmo de la alabanza. Soy el centro de su existencia, y pueden conectarse conmigo con una actitud positiva y de gratitud. La alabanza es el camino a Mí.

Regocíjate siempre

Regocíjate siempre en Mí. Es una decisión de momento a momento. Es posible hallar gozo en Mí incluso en las épocas más difíciles, porque siempre estoy cerca. Estoy siempre a tu disposición para ayudarte. Puedo ayudarte a sobrellevar las épocas de extrema adversidad.
Imagínate a una mujer que se ha comprometido con un hombre al que ama profundamente y admira. Pensar en su amado le causa un gran placer. Los problemas pasan a segundo plano, no pueden hacerle perder su entusiasmo y emoción. De modo parecido, cuando recuerdas que soy tu prometido perfecto y que estás comprometida conmigo para siempre, puedes regocijarte en Mí hasta cuando enfrentas muchos problemas.
En este momento me encuentras más cerca a ti. Mi presencia en el presente es una fuente inagotable de alegría: ¡un festín constante! La satisfacción del alma que encuentras en Mí te ayuda a relacionarte bien con otras personas. A medida que disfrutas de Mi permanente presencia, puedes bendecir a otros[1].

Alas como las de un águila

Cuando tomen la determinación de expresar su confianza en Mí por medio de las alabanzas, Yo insuflaré el poder de Mi Espíritu que les renovará las fuerzas. Levantarán alas como las águilas, las alas de Mi Espíritu, de Mi vida. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán. La alabanza es energía espiritual, y esa energía se les inyecta al alabar. Las bendiciones de Mi Espíritu son consecuencia de alabarme.
Soy el Espíritu de vida. El agradecimiento y la gratitud contribuyen a ahuyentar el temor; conducen al remordimiento a un callejón sin salida; atraviesan de un salto los profundos cañones de la preocupación y aterrizan en los prados de la paz y la calma, donde habito Yo. Les dan un viaje tranquilo, impulsado por el soplo de Mi Espíritu.
Tu espíritu es un vehículo, y la carga que lleva determina tu dirección y tu destino. Si llevas de pasajera a la gratitud y el combustible es la energía de la alabanza, tarde o temprano alcanzarás las alturas del Cielo, donde habito Yo. Vas por buen camino y tienes potencia de sobra para llegar a tu destino. Emprende la marcha hacia el triunfo. Reúne a los pasajeros indicados. Acciona la llave de la alabanza, y sal a toda velocidad. Gana. Lleva siempre en tu vehículo una actitud positiva y agradecida, llena el tanque con alabanzas, y no habrá pensamiento que te impida el paso, ¡porque lo puedes hacer pedazos!

Alabanzas perfumadas

Las alabanzas que me diriges en las dificultades, batallas, pruebas y aflicciones son como la fragancia de un pétalo de rosa estrujado para extraer perfume. Despide un aroma celestial y una fragancia que se te impregnan, y me atraen a tu lado. Ponte, pues, el perfume de la alabanza si te sientes como si fueras golpeada o aplastada, porque te vuelve todavía más bella y te acerca aún más a Mi presencia.
Alabarme a pesar de las lágrimas y tu dolor es como cuando un agricultor riega su campo seco y polvoriento que ha estado estéril, y luego ve cómo empiezan a brotar las cosechas. Alábame y verás surgir vida nueva de la tierra yerma.

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