La alabanza es poderosa
Palabras de Jesús
Empuñar el arma de la alabanza
¿No crees que podrás
alabarme por la situación tan difícil que atraviesas? ¿Te parece
demasiado pedir? Tienes que dejar de verlo con tu perspectiva limitada.
¡Ponte Mis lentes de la fe y suéltate a alabar sin reparos! La
situación se revertirá y se materializará irrefutablemente la victoria
en la neblina de la incertidumbre.
No te sorprendas de que se
te ponga a prueba por encima de lo que puedes soportar. ¡Alégrate,
alaba, rebosa de alegría! Si te pareció espectacular cómo derribaron
las alabanzas las murallas de Jericó, ¡prueba a dar tú también unos
buenos gritos de alabanza y a entonar canciones de júbilo ante el
Enemigo mientras avanzas penetrando en su territorio! Verás cómo se
quedan sin trabajo sus fábricas de miedos y servicios de reparto de
mentiras a domicilio. Ponlo en quiebra haciendo oídos sordos a sus
pensamientos. ¡Más bien llénate la mente, el corazón y la boca de
cantos de liberación y alza la voz a los Cielos con canciones dichosas!
¿Para qué esperar a ver si
la situación mejora antes de darme las gracias? Activa las alabanzas al
primer indicio de presencia del Enemigo, y quedará totalmente
desorientado. Atácalo antes de que te ataque a ti. No le concedas ni un
milímetro de victoria espiritual. ¡Grítale alabanzas de alegría y
victoria!
El Enemigo no tiene el
menor poder sobre ti si no se lo das. Empuña el arma de la alabanza
cuando estés en una situación difícil y frustra todos los efectos que
pretende tener sobre ti. Si te proteges con el escudo de la alabanza y
lo refuerzas con alabanzas sinceras, todos los disparos te rebotarán.
Actitud de alabanza
Habito en las alabanzas de
Mi pueblo y por lo tanto, cuando de sus labios proceden alabanzas, Mi
Espíritu se posa suavemente sobre ustedes, vasijas Mías. Cuando me poso
en un lugar, el mal se desvanece, porque a Mi vista no puede permanecer
mal alguno. El mal huye de Mi presencia a toda velocidad para no
evaporarse en un microsegundo por estar expuesto a Mí. Por tanto,
alaben; y más en medio de la oscuridad, en situaciones adversas, pues
el camino a la victoria está pavimentado de alabanzas.
La actitud es un factor
decisivo en la plenitud o dulzura de la existencia y el testimonio. La
actitud es una flecha en el plano espiritual, y una actitud que se
dispara con alabanza y gratitud da de lleno en la diana de Mi
presencia. Por eso, cuando decides adoptar una actitud determinada en
una situación, no olvides servirte del arco de la gratitud para que tu
actitud vuele con el poder de la alabanza. La gratitud te ayudará a dar
en el mismísimo blanco de Mi voluntad.
El pesimista y el
optimista ven lo mismo, pero de formas muy distintas. Para el
pesimista, todo es malo y difícil, mientras que para el optimista tiene
la posibilidad de ser bueno. Alabarme en situaciones difíciles les
permite ver como el optimista. Les transforma totalmente la perspectiva
y mejora las circunstancias.
La alabanza es uno de los
lubricantes del Cielo. Si experimentas la fricción de los problemas, o
recalentamiento por estrés, o sequedad que te hace crujir las
articulaciones espirituales, como si te estuvieras saliendo de quicio,
aplica una dosis generosa de alabanza. Con una buena cantidad de
alabanzas manifiestas fe en que haré Mi parte para remediarlo.
Lo que deseo es que cada
uno se conecte conmigo mediante el poder y el entusiasmo de la
alabanza. Soy el centro de su existencia, y pueden conectarse conmigo
con una actitud positiva y de gratitud. La alabanza es el camino a Mí.
Regocíjate siempre
Regocíjate siempre en Mí.
Es una decisión de momento a momento. Es posible hallar gozo en Mí
incluso en las épocas más difíciles, porque siempre estoy cerca. Estoy
siempre a tu disposición para ayudarte. Puedo ayudarte a sobrellevar
las épocas de extrema adversidad.
Imagínate a una mujer que
se ha comprometido con un hombre al que ama profundamente y admira.
Pensar en su amado le causa un gran placer. Los problemas pasan a
segundo plano, no pueden hacerle perder su entusiasmo y emoción. De
modo parecido, cuando recuerdas que soy tu prometido perfecto y que
estás comprometida conmigo para siempre, puedes regocijarte en Mí hasta
cuando enfrentas muchos problemas.
En este momento me
encuentras más cerca a ti. Mi presencia en el presente es una fuente
inagotable de alegría: ¡un festín constante! La satisfacción del alma
que encuentras en Mí te ayuda a relacionarte bien con otras personas. A
medida que disfrutas de Mi permanente presencia, puedes bendecir a
otros[1].
Alas como las de un águila
Cuando tomen la
determinación de expresar su confianza en Mí por medio de las
alabanzas, Yo insuflaré el poder de Mi Espíritu que les renovará las
fuerzas. Levantarán alas como las águilas, las alas de Mi Espíritu, de
Mi vida. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán. La
alabanza es energía espiritual, y esa energía se les inyecta al alabar.
Las bendiciones de Mi Espíritu son consecuencia de alabarme.
Soy el Espíritu de vida.
El agradecimiento y la gratitud contribuyen a ahuyentar el temor;
conducen al remordimiento a un callejón sin salida; atraviesan de un
salto los profundos cañones de la preocupación y aterrizan en los prados
de la paz y la calma, donde habito Yo. Les dan un viaje tranquilo,
impulsado por el soplo de Mi Espíritu.
Tu espíritu es un
vehículo, y la carga que lleva determina tu dirección y tu destino. Si
llevas de pasajera a la gratitud y el combustible es la energía de la
alabanza, tarde o temprano alcanzarás las alturas del Cielo, donde
habito Yo. Vas por buen camino y tienes potencia de sobra para llegar a
tu destino. Emprende la marcha hacia el triunfo. Reúne a los pasajeros
indicados. Acciona la llave de la alabanza, y sal a toda velocidad.
Gana. Lleva siempre en tu vehículo una actitud positiva y agradecida,
llena el tanque con alabanzas, y no habrá pensamiento que te impida el
paso, ¡porque lo puedes hacer pedazos!
Alabanzas perfumadas
Las alabanzas que me
diriges en las dificultades, batallas, pruebas y aflicciones son como
la fragancia de un pétalo de rosa estrujado para extraer perfume.
Despide un aroma celestial y una fragancia que se te impregnan, y me
atraen a tu lado. Ponte, pues, el perfume de la alabanza si te sientes
como si fueras golpeada o aplastada, porque te vuelve todavía más bella
y te acerca aún más a Mi presencia.
Alabarme a pesar de las
lágrimas y tu dolor es como cuando un agricultor riega su campo seco y
polvoriento que ha estado estéril, y luego ve cómo empiezan a brotar
las cosechas. Alábame y verás surgir vida nueva de la tierra yerma.
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