NO TE AMARGUES
Las experiencias amargas no tienen por
qué amargarnos.
No debemos tener miedo a las lágrimas.
Nos enternecen, nos lavan los ojos y nos hacen ver las cosas con más claridad.
Los bellos colores del arco iris son
visibles gracias al prisma de la lluvia.
La vida es una combinación de éxitos y
fracasos, ambos necesarios.
Sigue luchando cuando te den más duro,
¡y nunca jamás te rindas, ni en el peor apuro!
¡y nunca jamás te rindas, ni en el peor apuro!
Si tienes el corazón hecho pedazos,
entrégaselo a Dios, que Él lo reparará.
Cuando algo vaya mal, puedes rendirte, o
bien dejar que el infortunio haga de ti una persona más cabal.
Las adversidades nos retuercen y nos
zarandean, como hace una lavadora con la ropa. Pero al final salimos
relucientes, mejores que antes.
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