He dotado a cada persona de una combinación única de dones, talentos y habilidades. Algunas son a simple vista habilidades naturales; por ejemplo, una mente aguda o inquisitiva, o la aptitud para realizar determinado tipo de trabajo. Algunos dones se manifiestan claramente en el plano físico, como el magnetismo personal. Otros a menudo pasan inadvertidos, pero en muchos casos pueden servirte aún más, como el don de la humildad, el del optimismo, el de la compasión y el de la abnegación. Luego está uno de los dones más importantes que hay: la capacidad de dar y recibir amor. De ese don, todos reciben al menos cierta medida. Deriva del hecho de que todos han sido creados a semejanza de Dios. Sean cuales sean los dones que has recibido, se complementan entre sí a fin de hacer de ti una persona de mucho valor a Mis ojos.
Te concedí todos esos dones para enriquecer tu vida y la de los demás. Mas de ti depende lo que hagas con ellos y hasta qué punto decidas aprovecharlos. Nada me pone más contento que ver que los empleas en beneficio de los demás y en aras de su felicidad. Cuando lo haces, sucede algo maravilloso: tus dotes y talentos aumentan, se multiplican, y el amor que te estimuló pasa de un corazón a otro hasta retornar a ti.
¿Qué puedes darme, pues, esta Navidad y a lo largo del próximo año? Emplea al máximo lo que tengas, las cualidades de las que te he dotado. Ese será el regalo perfecto para Mí.
Jesús
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