jueves, 24 de diciembre de 2015

Que puedes regalarme a mí que lo tengo todo

¿Qué puedes regalarme, a Mí, Rey de reyes y Señor de señores, que tengo Mi trono en el Cielo, y la Tierra por estrado?1 ¿Qué regalo puedes hacerme a Mí que lo tengo todo? ¿Qué podría hacerme falta? Pues obsequios que broten de tu corazón. Cualquier cosa que venga de tu corazón es un regalo que Yo aprecio enormemente.
He dotado a cada persona de una combinación única de dones, talentos y habilidades. Algunas son a simple vista habilidades naturales; por ejemplo, una mente aguda o inquisitiva, o la aptitud para realizar determinado tipo de trabajo. Algunos dones se manifiestan claramente en el plano físico, como el magnetismo personal. Otros a menudo pasan inadvertidos, pero en muchos casos pueden servirte aún más, como el don de la humildad, el del optimismo, el de la compasión y el de la abnegación. Luego está uno de los dones más importantes que hay: la capacidad de dar y recibir amor. De ese don, todos reciben al menos cierta medida. Deriva del hecho de que todos han sido creados a semejanza de Dios. Sean cuales sean los dones que has recibido, se complementan entre sí a fin de hacer de ti una persona de mucho valor a Mis ojos.
Te concedí todos esos dones para enriquecer tu vida y la de los demás. Mas de ti depende lo que hagas con ellos y hasta qué punto decidas aprovecharlos. Nada me pone más contento que ver que los empleas en beneficio de los demás y en aras de su felicidad. Cuando lo haces, sucede algo maravilloso: tus dotes y talentos aumentan, se multiplican, y el amor que te estimuló pasa de un corazón a otro hasta retornar a ti.
¿Qué puedes darme, pues, esta Navidad y a lo largo del próximo año? Emplea al máximo lo que tengas, las cualidades de las que te he dotado. Ese será el regalo perfecto para Mí.
Jesús


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