“La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido”. Proverbios 13:1
Muchos son los que se despiden de este mundo sin haber cumplido sus más profundos sueños en la vida. Dios nos creó con deseos para que tengamos el impulso de lograr cosas y experimentar satisfacción y propósito.
Demasiados son los que se conforman con poco o con nada, con hacer cosas porque supuestamente “no les queda otra” y no es que sus sueños desaparezcan, simplemente están reprimidos, hundidos en el fondo de su corazón.
Dios no quería abortar el Sueño de Abraham de tener un hijo, al contrario, solo quiso preparar su corazón para que Él y la fe sean la base de su vida entera. La biblia dice en Filipenses 1:13 “pues Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los ayuda a llevarlos a cabo”.
Dios no quería abortar el Sueño de Abraham de tener un hijo, al contrario, solo quiso preparar su corazón para que Él y la fe sean la base de su vida entera. La biblia dice en Filipenses 1:13 “pues Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los ayuda a llevarlos a cabo”.
Cuando estos deseos quedan truncados producen un vacío, una tristeza en el corazón. No te resignes pensando que ya no hay tiempo, que ya no puedes, siempre con fe hay una forma de llegar. Te presento tres puntos para no resignar tus sueños:
1. Enfocarse: Mantenernos enfocados en lo que queremos lograr, es una de las claves más importantes para alcanzar el éxito en todo lo que hagamos. El enfoque es un principio ineludible para llegar a cumplirlos. Alguien que se desenfoca de sus metas y se distrae continuamente con un sinnúmero de cosas y actividades no podrá nunca cumplir alcanzar sus metas. Es mejor llegar a hacer pocas cosas con excelencia que muchas con poco empeño. Hay una frase que lo resume de esta manera: “El que mucho abarca poco aprieta”.
2. Abrirse por fe a las posibilidades: Aunque parezca que no hay salida Dios sabe la salida de todos los laberintos. Una vez que tomas la decisión en tu corazón de alcanzar las cosas que quieres, tu mente se habituará a ver posibilidades donde antes eras incrédulo, pensar que se puede es tener fe que de alguna forma podremos y Jesús dijo: “al que cree todo le es posible”
3. Seleccionar la gente correcta: Los vínculos emocionales enfermizos te impiden estar libres para alcanzar tus metas. Las personas que te meten culpa o te quieren controlar son un gran problema. Si estas ligado a la opinión de los demás o te importa mucho lo que te digan, si prestas atención a su influencia pueden llegar a abortar tus metas. Se libre de lo que otros piensen, sigue tu instinto, intuición y lo que te dicta tu corazón según el sueño de Dios. Nadie puede obligarte a renunciar a tus sueños.
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