lunes, 6 de julio de 2015

Dios quiere nuestra felicidad

DIOS QUIERE QUE SEAMOS FELICES
A veces nos parece que no podemos ser felices a menos que desaparezcan todos nuestros problemas. En cuanto surge algo negativo, se nos pincha el globo de la felicidad y concluimos que esta nos ha abandonado. Sin embargo, el gozo espiritual que nos da Dios reposa en una base bien firme. Podemos ser felices durante las tormentas de la vida porque sabemos que el sol sigue brillando por encima de las nubes.
Comienza por fijarte en los detalles que Dios dispone cada día para hacerte feliz, para proporcionarte placer, satisfacción o dicha. Dios quiere que disfrutes de esos obsequios y te deleites con cada bendición que te concede. Pero también quiere inculcarte un gozo más perdurable, una felicidad más duradera que no dependa exclusivamente de lo terrenal.
La felicidad que Dios nos proporciona se basa en la fe; trasciende el presente y se deleita en la naturaleza  eterna de Su amor. Tienes permiso para ser feliz. Tienes permiso para albergar esperanzas de cara al futuro por mucho que hayas arruinado el presente. Tienes permiso para creer que Dios te ama aunque te parezca que lo has desilusionado. Tienes permiso para comunicar y compartir grandes dosis de amor porque el amor nunca se te acabará. Tienes permiso para divertirte y relajarte porque eso es bueno y saludable, y a Él le encanta verte disfrutar.
El caso es que Dios quiere que seas feliz. Y para ello no hace falta que cambie nada en tus circunstancias. Basta con que aceptes el gozo, el alivio y el aliento que Él quiere darte, que aceptes Sus promesas, las invoques y cambies de perspectiva. Es algo que puede ocurrir de un momento a otro; basta con que des el paso de creer.

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