¡Se puede orar constantemente!
No es necesario que te postres en el suelo y reces frenéticamente para que se te escuche. La oración es algo que se hace continuamente, sin importar qué otra cosa esté uno haciendo. ¡Es como pensar caminando! ¡Uno puede tener el ungimiento y la guía del Espíritu para todo lo que haga! Si piensas y oras acerca de lo que haces, pidiéndole a Dios Su sabiduría, ¡Él te dará Su inspiración! Su Palabra dice: "¡Orad sin cesar!" (1Tes.5:17)
Antes de emprender cualquier cosa, acude al Señor. Comprueba que sea lo que Él quiere que hagas. "Reconócelo en todos tus caminos y Él enderezará tus veredas." (Pro.3:6) Dejar lo que uno hace, para pedir ayuda al Señor, demuestra confianza en Él y trae sosiego al espíritu.
El Señor espera reconocimiento; quiere que sepas que lo necesitas. Podrían pasar muchas cosas que están totalmente fuera de nuestro control, ¡pero no del control del Señor! Mantén, pues, una relación muy estrecha con el Señor, orando e invocando constantemente Su protección; pidiéndole que te guarde, bendiga y proteja, y lo hará.
Guárdanos muy junto a Ti, Señor, y ayúdanos a permanecer en Tu voluntad, a seguirte y a obedecerte en todo momento. Que en todo tiempo estén nuestros corazones limpios delante de Ti, Jesús, y que sean limpias nuestras motivaciones, nuestra voluntad y todo lo que hagamos. ¡Gracias, Jesús!
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