LOS DOS LOBOS
Gabriel
García Valdivieso
En
un cuento del folklore nativo norteamericano un anciano le explica a su joven
nieto la lucha interna que tiene lugar entre el bien y el mal:
—Dentro
de todos nosotros se libra una lucha, una pelea entre dos lobos. Uno de ellos
es la encarnación de todo lo perverso, como el odio, la ira, la envidia, el
resentimiento, la codicia, la arrogancia, la mentira y el egoísmo. El otro lobo
es la personificación de todo lo bueno, como el amor, la alegría, la paz, la
esperanza, la serenidad, la humildad, la bondad, la empatía, la generosidad, la
compasión, la verdad y la fe.
El
nieto reflexiona en esas palabras y le pregunta:
—¿Cuál
de los dos lobos sale vencedor?
El
abuelo le responde:
—Aquel
al que le das de comer.
Si
aplicamos esa enseñanza al abatimiento y la depresión, así como sus antítesis,
el optimismo y la alabanza—, tenemos en nuestras manos la clave para una vida
más feliz, productiva y exitosa.
El
desaliento es comparable a un lobezno. Si lo alimentas, crece hasta llegar a
ser una depresión, un lobo adulto, feroz y voraz que te atacará cada vez que
tenga oportunidad. En cambio, si das de comer a su contrincante, puedes contar
con un defensor firme y seguro contra esos ataques.
¿Cómo
se puede distinguir entre esos dos lobos, para saber a cuál de ellos alimentar?
Cuando piensas en algo que te produce descontento, resentimiento o pesar, o que
te lleva a criticar a los demás, puedes estar seguro de que se trata del lobo
feroz que acecha a su presa. No te conviertas en su próximo bocado. Más bien da
de comer al otro llenando tu corazón y tu mente de pensamientos positivos,
alentadores y edificantes que te infundan fe.
Quizá
no haya modo de evitar que el lobo perverso ronde por ahí. Lo que sí puedes hacer
es despabilarte y alimentar al bueno antes que se asome el malo. Además,
recuerda que cuanto más des de comer al bueno, más se robustecerá. Aliméntalo
cada vez que puedas. Así el lobo maligno no podrá plantarle cara: a la hora del
enfrentamiento huirá con el rabo entre las patas.
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