jueves, 7 de abril de 2016

¡Pide que oren por ti!

¡Pide que oren por ti!

     El Señor muchas veces requiere que pidamos ayuda y solicitemos a otras personas que oren con nosotros. Dice que debemos pedir y entonces recibiremos (Mat.7:7). "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él" (Stg.5:14). Es importante que hagamos conocer nuestra petición, no sólo al Señor, sino también a nuestros hermanos y hermanas.
     Si el Señor conoce tus necesidades antes de que le pidas (Mat.6:8), ¿por qué no te ayuda de todos modos sin que tengas que hacerlo? Principalmente por tu propio bien. Del mismo modo, podrías orar por ti mismo, pero ya no sería un testimonio tan grande. Cuando pides oración, no sólo manifiestas tu fe en el Señor, sino también confiesas tu necesidad y que dependes del Señor. ¡Es también un testimonio mayor para todos cuando el Señor contesta!
     ¡Al Señor le gusta que pidas oración públicamente para que todos puedan unirse en oración contigo; de ese modo, todos manifestarán o confesarán su confianza en el Señor y expresarán su fe junto con la tuya, para que cuando Él conteste, sea un testimonio general para todos de que el Señor es quien te oyó y respondió la oración! ¿Amén? ¡Pide!

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