jueves, 28 de abril de 2016

¡Si la petición de tu corazón es agradar al Señor, Él te dejará hacer lo que te agrade!

¡Si la petición de tu corazón es agradar al Señor, Él te dejará hacer lo que te agrade!

     Tus deseos personales son un buen indicador de lo que quiere hacer el Señor, porque Él ha prometido: "Deléitate asimismo en el Señor y Él te concederá las peticiones de tu corazón." (Sal.37:4)
     ¡Tu deseo personal tiene mucho que ver con la voluntad de Dios, porque Él nos da lo que queremos y aquello para lo que tenemos fe! Cuando algo es voluntad de Dios y estás sometido al Señor, sientes cierta convicción interior: ¡el testimonio del Espíritu! ¡En tu corazón sientes fe y el convencimiento de que eso es lo que Dios quiere para ti! ¡A cada persona Dios da el deseo de realizar cierta tarea o de acudir a determinado campo de misión, y junto con él la fe de llevar a cabo ese ministerio o de difundir el Evangelio entre esa gente!
     El Señor puede hacer que desees y te agrade la tarea que quiere encomendarte. ¡Si amas al Señor con todo tu corazón, tus deseos personales serán generalmente acertados, pues lo único que querrás será agradarle! De modo que deléitate más que nada en el Señor y busca hacer Su voluntad. ¡Si lo haces, Él se deleitará también en concederte los deseos de tu corazón, pues Él es quien te los inspira cuando lo complaces!

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