LA PAZ TE DEJO
Palabras de Jesús
No mires al viento ni las olas, al embravecido mar de problemas que te rodean por doquier, a los problemas personales, económicos y de salud, a los conflictos o desunión, a toda clase de problemas. Pon tus ojos en Mí y confía en Mí. Aunque parezca dormir en la cubierta de tu embarcación, sin reaccionar a tus ruegos, recuerda que todo lo que tengo que hacer es decir al viento y las olas: «¡Callen, enmudezcan!» Y se calmará la tormenta.
Ven a Mí y pídeme que me encargue de las situaciones que te preocupan, y lo haré. ¿Por qué deberías preocuparte? ¿Tu ansiedad, nerviosismo o corazón atribulado podrían calmar el viento o las olas? ¿Puedes añadir a tu estatura un milímetro, mucho menos un codo, al angustiarte o preocuparte por esas cosas? ¿Por qué no dejas que Yo me preocupe por ellas? Me intereso por ti y por los demás. Si crees en Mí, actuarás conforme a ello, y a medida que lo hagas, recibirás la paz, la fe y la confianza que buscas.
Mantén tus pensamientos en Mí en vez de en las circunstancias o los problemas, y tendrás paz. Acude a Mí, echa tus cargas sobre Mí y tendrás paz.
No se turbe tu corazón. Invoca Mi paz. Actúa como si tuvieras Mi paz y te daré paz.
La paz te dejo. Mi paz te doy.
Tomado de La Familia Internacional
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