viernes, 7 de octubre de 2016

¿Quieres una corona?

¿Quieres una corona?


     ¡La corona celestial que el Señor nos prometió no es nuestra Salvación! La vida eterna la tienes gracias a Su Hijo; es don de Dios. ¡La corona es una recompensa, que se otorga sólo a los vencedores! Es sólo para los que corren y ganan la carrera.
     La Palabra de Dios nos dice: "¡Sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo, y no te enredes nuevamente en los negocios de la vida, a fin de agradar a Aquel que te tomó por soldado!" (2Tim.2:3,4). Pero si defraudas al Señor, perderás tu recompensa y otro tomará la corona que Dios tenía para ti, ¡porque Él cumplirá Su propósito, con tu ayuda o sin ella! (Ap.3:11) 
     ¡Por eso, vela y ora para que no caigas en alguna tentación que pueda desviarte del camino estrecho y angosto que lleva a una corona más elevada y a una mayor recompensa! ¡Pelea la buena batalla! ¡Guarda la fe! ¡Acaba la carrera! ¡Y consigue la corona! ¡Mantén la mirada en la meta y las manos en el arado! "¡Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá una corona de vida!" (Stg.1:12) ¡Cuando esta vida haya concluido, si actuaste debidamente, resplandecerás perpetuamente como las estrellas! Oirás a Jesús decirte: "Bien, buen siervo y fiel... ¡entra en el gozo de Tu Señor!" (Mat.25:21)

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