jueves, 31 de diciembre de 2015

Prepárense para vivir un maravilloso año nuevo al servicio del Señor

¡Prepárense para vivir un maravilloso Año Nuevo al servicio del Señor!

     ¡Demos gracias al Señor por ese maravilloso año que termina, pero también, Dios mediante, por un año nuevo aún mejor! Todavía nos queda mucho que hacer por el Señor, en nuevos campos, con nuevos métodos y nuevos medios, ¡y hasta con gente nueva! ¡Este año Dios obrará grandes maravillas, señales y milagros! ¡Prevemos cosas aún mayores! Jesús lo prometió: "Y obras aún mayores harán" (Juan 14:12). ¡Si nos aferramos al Señor, nos ayudará a salir adelante, a lograr victorias, a superar obstáculos y a cumplir este año con Sus propósitos!
     Te pedimos, Señor, que nos des un año nuevo todavía mejor que el anterior. Haz que podamos ayudar a otras personas a conocer la libertad y la alegría que nosotros hemos hallado al conocerte a Ti. Ayúdanos, Señor, al iniciar este nuevo año, a trabajar más que nunca, a sacrificarnos más y a hacer más por Ti. Danos la fortaleza necesaria para hacer lo que Tú nos pidas; condúcenos, guíanos y guárdanos en Tu voluntad, Señor. Danos un buen año, y sin importar lo que nos traiga, que lo vivamos plenamente para Ti. Ayúdanos a llegar a tantas almas como podamos antes que sea demasiado tarde, Señor. Lo pedimos para Tu gloria. ¡En el nombre de Jesús, amén! ¡Feliz Año Nuevo!

miércoles, 30 de diciembre de 2015

El guardián

EL GUARDIÁN

Un hombre se introdujo en la huerta de un vecino para robarle maíz.
Llevó consigo a su hijito para que hiciera de guardián y le avisara si
se aproximaba alguien. Antes de comenzar verificó que no hubiese nadie
en los alrededores. Miró a un lado y luego al otro. Al no ver a nadie se
disponía a llenar la bolsa que llevaba consigo, cuando de repente el
niño exclamó:
—¡Papá, te olvidaste de mirar en otra dirección!» Suponiendo que se
acercaba alguien guardó rápidamente la bolsa y le preguntó a su hijo en
voz baja:
—¿Dónde?
Éste le respondió:
—¡Te olvidaste de mirar hacia arriba!
Al padre le remordió la conciencia, tomó a su hijo de la mano y
emprendió el regreso a casa sin el maíz que había planeado robar.

martes, 29 de diciembre de 2015

Este año puede ser diferente

ESTE AÑO PUEDE SER DIFERENTE
Gabriel García Valdivieso
El año nuevo es mucho más que el inicio de un período de tiempo. Se le puede asignar un sentido más profundo. Para muchos es una oportunidad de volver a empezar en alguna faceta de su vida.
Quizá este empeño tenga algo que ver con ese calendario sin estrenar, salpicado de fotos o imágenes inéditas, o con ese diario o agenda que acabamos de inaugurar, cuyas páginas se nos presentan impecablemente blancas. O quizás el estímulo proviene de que millones de personas de todo el orbe —algunas estrechamente vinculadas a nosotros— se hacen nuevos propósitos para el año nuevo y se trazan metas más elevadas. Claro, no queremos quedarnos atrás ni ser menos. En fin, cualquiera que sea la fuerza que nos motive a reflexionar ante el año que comienza —una voz interior de alarma, un sacudón que haya sufrido nuestra conciencia colectiva o simplemente la presión social— lo cierto es que resulta eficaz... al menos por unos días. Todos ya sabemos lo que suele suceder después.
Este año, no obstante, puede ser diferente. En esta ocasión lo que te propongas para el año nuevo puede dar origen a magníficas transformaciones y avances, que no se diluyan a las pocas semanas. La clave está en que incluyas a Dios en tus planes y trabajes de la mano de Él. Si el incentivo que te mueve es complacer a Dios por encima de todo, puedes tener la certeza de que Él está más que dispuesto a ayudarte a efectuar los cambios que hagan falta. Mientras tanto, dado que te ama y quiere que seas feliz, también te concederá los demás deseos de tu corazón. ¡Lo ha prometido! (Salmo 37:4).

lunes, 28 de diciembre de 2015

Al cierre del año

El año llega a su fin. Podemos volver la vista atrás y recordar las ocasiones dichosas, las alegrías inesperadas, las buenas noticias que llegaron como aguas refrescantes para el alma sedienta1. También podemos respirar aliviados porque las tribulaciones de este año han tocado a su fin2. Entre esos momentos altos y bajos, hubo días comunes y corrientes en los que no pasó nada digno de mención.
Termina el año, se cierra el acta,
ya lo último ha quedado hecho y dicho.
Apenas permanece el recuerdo
de todas las alegrías, sinsabores y triunfos.
Y ahora, plena y claramente motivados,
afrontamos un año nuevo.
Robert Browning (1812–1889)
El año nuevo está por comenzar y sin duda vendrá salpicado de sucesos felices, satisfacciones, novedades interesantes, algunos pesares y muchos días anodinos. Si bien es posible que preveamos algunos acontecimientos importantes —un cambio de trabajo, una mudanza, la llegada de un bebé—, muchos aspectos de nuestro futuro nos están ocultos. Dice un sabio proverbio antiguo: «El velo que nos esconde el futuro lo teje un ángel de misericordia».
No veo ni un paso delante de mí al adentrarme en este año;
pero he dejado el pasado en manos de Dios, y Él misericordiosamente despejará el futuro,
y lo que a lo lejos parece oscuro quizá se ilumine a medida que me acerque.
Mary Gardiner Brainard (1837–1905)
¿Y qué hay del presente? Dios está con nosotros en este momento, tal como lo estuvo ayer y lo estará mañana. Terminemos el año reconociendo a Aquel que es el principio y el fin3 y estará siempre a nuestro lado: al comienzo, al final y a lo largo de todo el recorrido4.
Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en Tu presencia, y de dicha eterna a Tu derecha.  Salmo 16:11 (NVI)
Dios mío, te doy gracias por este año que se acaba, por las risas y las lágrimas, por el soplo del viento, por el sol y por la lluvia. Ayúdame a aceptar los retos del año entrante con la confianza de que me sacarás adelante conforme a Tus promesas.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Que puedes regalarme a mí que lo tengo todo

¿Qué puedes regalarme, a Mí, Rey de reyes y Señor de señores, que tengo Mi trono en el Cielo, y la Tierra por estrado?1 ¿Qué regalo puedes hacerme a Mí que lo tengo todo? ¿Qué podría hacerme falta? Pues obsequios que broten de tu corazón. Cualquier cosa que venga de tu corazón es un regalo que Yo aprecio enormemente.
He dotado a cada persona de una combinación única de dones, talentos y habilidades. Algunas son a simple vista habilidades naturales; por ejemplo, una mente aguda o inquisitiva, o la aptitud para realizar determinado tipo de trabajo. Algunos dones se manifiestan claramente en el plano físico, como el magnetismo personal. Otros a menudo pasan inadvertidos, pero en muchos casos pueden servirte aún más, como el don de la humildad, el del optimismo, el de la compasión y el de la abnegación. Luego está uno de los dones más importantes que hay: la capacidad de dar y recibir amor. De ese don, todos reciben al menos cierta medida. Deriva del hecho de que todos han sido creados a semejanza de Dios. Sean cuales sean los dones que has recibido, se complementan entre sí a fin de hacer de ti una persona de mucho valor a Mis ojos.
Te concedí todos esos dones para enriquecer tu vida y la de los demás. Mas de ti depende lo que hagas con ellos y hasta qué punto decidas aprovecharlos. Nada me pone más contento que ver que los empleas en beneficio de los demás y en aras de su felicidad. Cuando lo haces, sucede algo maravilloso: tus dotes y talentos aumentan, se multiplican, y el amor que te estimuló pasa de un corazón a otro hasta retornar a ti.
¿Qué puedes darme, pues, esta Navidad y a lo largo del próximo año? Emplea al máximo lo que tengas, las cualidades de las que te he dotado. Ese será el regalo perfecto para Mí.
Jesús


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Regalar la Navidad

Regalar la Navidad

Lilia Poters

Era Nochebuena. Estaba apurada para terminar el trabajo temprano y prepararme para la velada que iba a pasar con mi familia y mis amigos, cuando sonó el teléfono. Respondí con impaciencia: «Sí, dígame.» Al otro lado de la línea exclamó alguien alegremente y con acento:
—¡Feliz Navidad, Lilia!
—¿Cecilia? ¡Gracias por llamar! ¡Feliz Navidad! ¿Cómo te va?
Tras los acostumbrados saludos y frases triviales, explicó que estaba de guardia aquella noche en el hospital donde nos habíamos conocido. Como es la matrona más veterana allí y es soltera, le había tocado hacerse cargo del turno de noche en Nochebuena. Normalmente iba al sur a pasarla con su familia y asistía a la misa del gallo en el pueblo donde nació. Por el tono de su voz, me di cuenta de que se sentía muy desanimada.
Como yo había sido asistente voluntaria en partos naturales, entablé amistad con ella mientras asistía al alumbramiento de una compañera mía. Seguí en contacto y la visité en ocasiones para informarle de nuestras actividades y proporcionarle la compañía que obviamente necesitaba y apreciaba.
Cecilia nunca se casó, pero crió a los hijos de su hermano menor, que falleció en un accidente de automóvil hace unos veinte años. Los chicos crecieron y se fueron a vivir lejos, así que Cecilia se quedó sola.
Sentí el impulso de decirle que pasaría a verla un rato esa noche, a pesar de tener otros planes. Su voz sonó gratamente sorprendida, e incluso emocionada con lo que le dije. Me dijo que no me preocupara si no lograba ir a verla, ya que, al fin y al cabo era Nochebuena y una fecha tan señalada debía pasarla con mi familia.
Cuando colgué, me di cuenta que acababa de hacer una promesa a la que sería difícil faltar. Mientras proseguía con mi trabajo y los preparativos para esa noche, hablé con uno de mis compañeros sobre Cecilia y le pregunté si querría acompañarme a visitarla al hospital más tarde esa noche, aunque solo fuera por media hora. Su no muy entusiasta respuesta me motivó a preguntarme si convendría que la llamara para explicarle que no podría ir. A fin de cuentas, Cecilia había dicho que no me molestara si era demasiado inconveniente...
Todos llegaron y temporalmente me olvidé de Cecilia, mientras disfrutábamos de la compañía mutua, cantábamos villancicos, tomábamos una taza de chocolate caliente y nos comíamos las galletas que habían preparado los niños. Era casi medianoche, cuando de repente me acordé de mi promesa a Cecilia. Un villancico cuya letra decía que Jesús había bajado del Cielo por amor me hizo sentir vergüenza de no dar más prioridad a ausentarme de mi pequeño cielo para ir a alegrar a Cecilia, que estaba sola.
Rápidamente llené un termo de chocolate caliente, envolví en una servilleta roja con motivos navideños unas galletas preparadas en casa, e imprimí unos relatos alentadores de Navidad. Preparé una tarjeta con un mensaje de amor y aprecio por la atención diligente de Cecilia a nuestros voluntarios y a todas las mujeres que dan a luz en su hospital. Lo puse todo en una bolsa de plástico, y tomé una vela decorativa para regalársela y una caja de fósforos para encenderla. A mi colega se le contagió la inspiración del momento, y resolvió acompañarme después de todo. Partimos poco después de la medianoche.
El hospital estaba en silencio y casi desierto. La enfermería de la sala de partos se encontraba a oscuras. Pensé: «Esta noche no hay partos. ¿Estará ya dormida?» Sin hacer mucho ruido, toqué a la puerta.
—¿Quién es?
—Cecilia, ¡soy Lilia!
Luego de unos instantes de silencio, la puerta corrediza se abrió de golpe, y Cecilia salió apresuradamente con los brazos abiertos y el rostro radiante. Nos abrazó, y exclamó con lágrimas en los ojos:
—¡Sabía que vendrías! ¡Lo sabía!
Me esforcé por no llorar, y en silencio di gracias a Dios por haber hecho caso de Su insinuación para ir a visitarla.
—Cecilia —le dije—, necesito unas tazas, porque traje chocolate caliente. ¡Celebremos juntas la Navidad!
—Vuelvo enseguida —contestó, mientras salía a toda prisa. Mi colega y yo apagamos las luces y encendimos la vela en una pequeña sala de espera junto a la enfermería. Cuando volvió, la grata sorpresa y la gratitud que se le reflejaban en el rostro bastaron para confirmarnos que aquella noche se sentía muy sola.
Nos sentamos, tomamos chocolate caliente y disfrutamos de las galletas. Conversamos, reímos, e incluso intentamos cantar villancicos juntos. Cecilia no dejaba de exclamar que jamás olvidaría esa Navidad, y que había sido la mejor de su vida.
Bastante después de la una de la mañana, preguntamos si podíamos orar por ella antes de partir. Casi no habíamos terminado nuestras breves palabras de alabanza y bendición, cuando alzó las manos para dirigirse a Dios, y con gran sinceridad le expresó su gratitud por habernos enviado. Siguió orando sin parar mientras le rodaba una lágrima por la mejilla. No entendimos todo lo que dijo, pues se expresó en su idioma materno, pero nos dimos cuenta de la huella tan profunda que había dejado el pequeño gesto de amor que tuvimos esa noche.

Dec 16, 2015 12:11 pm

martes, 22 de diciembre de 2015

Regalos que perduran

REGALOS QUE PERDURAN…
Como casi todo el mundo, tienes la agenda llena para el mes de diciembre… compras, regalos, fiestas, planes, preparativos, cocinar, limpiar, recibir invitados, hacer visitas. Pero detente un momento a meditar. ¿Por qué hago todo esto? ¿A quién trato de complacer? ¿O de impresionar?
Estas fiestas deben ser una celebración del amor más puro, sencillo y completo de todos: el de un Padre celestial que envió a Su Hijo para que viviera entre nosotros y nos enseñara a amar, mejorar nuestra vida y vivir más felices. Él eliminó la necesidad de reglas y ritos complejos y nos enseñó que no teníamos que ser perfectos, hacerlo todo bien y vivir conforme a expectativas poco realistas. Que para complacerlo y encontrar la felicidad bastaba con amarlos a Él y al prójimo.
¿Por qué este año no intentas algo diferente y buscas la sencillez en tu celebración de la Navidad? Quítate de encima un poco de esa acumulación innecesaria de actividades y gastos. Déjate tiempo para concentrarte en las cosas que tendrán un significado duradero para ti y para los demás: pasa tiempo con las personas a las que quieres; entrega regalos que no solo demuestren buen gusto, sino que te preocupas e interesas por la persona; busca a alguien que no haya sido tan bendecido como tú y acércate a darle algo que necesite

lunes, 21 de diciembre de 2015

El verdadero significado de la Navidad

Hace varias Navidades estaba yo en la puerta de un moderno centro comercial admirando un precioso pesebre que exhibían en una vitrina cuando pasaron presurosas una madre y su hijita. Al ver el atractivo nacimiento, la niñita tomó de la mano a su madre y exclamó:
—¡Mamá, mamá! ¡Quiero mirar a Jesús!
Pero la madre, agobiada, le respondió que aún no habían hecho ni la mitad de las compras y que no tenían tiempo para detenerse. Se alejó, pues, llevando a rastras a su hijita, que quedó visiblemente decepcionada.
Las palabras de aquella niña me resonaron en los oídos durante mucho tiempo. «¡Quiero mirar a Jesús!» Pensé en todo el ajetreo que había vivido en aquella Navidad, época en que nuestro ya vertiginoso ritmo de vida se acelera aún más en medio de la vorágine de las compras. ¿Cuántos minutos había pasado comprando, preparando adornos y cocinando en los días previos a la Nochebuena? Y por otra parte, ¿cuántos había dedicado a Aquel cuyo nacimiento y vida constituyen el auténtico significado de esta fecha?
Jesús está siempre cercano a nosotros. Él «está a mi diestra», y es «más unido que un hermano» (Salmo 16:8; Proverbios 18:24). En cualquier momento podemos hablar con Él. Su nacimiento es la esencia de la Pascua. Los obsequios que nos hace —paz, amor y alegría de corazón— constituyen la magia sustancial de la Navidad. Con los brazos extendidos nos ofrece esos presentes diciéndonos: «Venid a Mí. Yo os haré descansar. Aprended de Mí, y hallaréis descanso para vuestras almas» (Mateo 11:28-30). Sin embargo, nunca accederemos a esos regalos si sólo pensamos en abrirnos paso a empellones, listas de compras y quehaceres en mano, demasiado ocupados para detenernos y advertir siquiera que Él se encuentra ahí mismo.
Reza un viejo refrán: «En noche tormentosa no cae rocío». Asimismo, difícilmente experimentaremos el solaz y el gozo de la proximidad a Jesús si estamos embarcados en una frenética carrera para lograr esto y lo otro. El rocío del Cielo y las bendiciones de la Navidad recalan pacíficamente en nuestro corazón cuando nos detenemos un momento y, guardando silencio, pensamos en Él. En efecto, prescindir de Él es desaprovechar la única alegría auténtica y duradera y el único amor perfecto que podemos hacer nuestro en esta vida y compartir para siempre.
¿Por qué no hacer un alto y disfrutar —realmente disfrutar— de la esencia de la Navidad? Reduzcamos nuestras listas de quehaceres. Disfrutemos de la belleza. La Navidad entraña muchas cosas maravillosas y muchos aspectos encantadores. Sería lamentable perdérnoslo todo por andar envolviendo esto y aquello, corriendo a conseguir un último detalle, cocinando tal y cual plato y enfrascándonos en cantidad de preparativos para el festín. Es decir, por abarrotar la Navidad de tantas cosas innecesarias. Mejor es detenernos a saborear las cosas que importan en la vida en lugar de precipitarnos hacia la Navidad con tal furia que al llegar por fin el Año Nuevo suspiremos con alivio: «¡Sobreviví a las fiestas!»
Jesús vino para bendecir nuestra vida. Por eso celebramos la Navidad. Él dijo que había venido para que tuviéramos vida y para que la tuviéramos en abundancia (Juan 10:10). El apóstol Pablo añade: «Tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo» (Romanos 5:1). La paz y la vida en toda su plenitud no tienen por qué sernos esquivas. Están a nuestra entera disposición estas Navidades: basta que con demos un espacio a Jesús en nuestra alma y en nuestra realidad cotidiana.
Permíteme pasar unos minutos con Jesús. Él es el alma misma de la Navidad. Quiero que la celebración de Su nacimiento me conmueva de formas nuevas este año. Quiero descubrir los regalos que Él me concedió hace tanto tiempo. Quiero participar más íntimamente de la Navidad, asemejándome más a Él. Quiero parar un ratito para mirar a Jesús.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Mente positiva

UNA MENTALIDAD POSITIVA
A través del lente del optimismo, veremos un mundo de posibilidades.
Adopta una mentalidad positiva. Ya hay demasiada gente imbuida de un concepto pesimista de la vida.
Una mentalidad pesimista carcome como el cáncer. Extírpala rechazando todo pensamiento negativo.
Dios pasa por alto nuestros rasgos negativos. Hagamos lo mismo nosotros con los demás.
Ten una actitud positiva; es saludable.
Existen esencialmente dos clases de personas. Podemos ser de las que difunden alegría y felicidad cuando llegan, o de las que generan lo mismo cuando se van.
El optimismo no consiste en cegarse a los problemas, sino en creer siempre que tienen solución.
Todos experimentamos hastío de vez en cuando. Pero si tomamos los prismáticos de la fe y el optimismo, tras los nubarrones de la monotonía vislumbraremos los misterios de la vida, tan innumerables como las estrellas.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Lo más importante en Navidad

Si adorno mi casa a la perfección con cintas de raso, guirnaldas de luces y brillantes esferas, pero no manifiesto amor, no soy sino una decoradora.
Si me esclavizo en la cocina, horneo docenas de galletas navideñas, preparo cenas gourmet y las sirvo en mesas exquisitamente dispuestas, pero no manifiesto amor, no soy sino una cocinera.
Si me ofrezco de voluntaria para servir en comedores solidarios, canto villancicos en hogares de ancianos y doy todo lo que tengo para obras de caridad, pero no manifiesto amor, de nada me sirve.
Si arreglo el árbol con ángeles resplandecientes y copos de nieve tejidos a crochet, asisto a innumerables celebraciones y participo en la cantata de la iglesia, pero no pienso en Cristo, olvido lo principal.
El amor deja de cocinar para abrazar a un hijo. El amor deja de lado la decoración para besar al esposo. El amor es bondadoso, aunque esté abrumado y cansado. El amor no envidia la casa del vecino o pariente donde se sirve la cena navideña en platos de porcelana fina sobre manteles bordados.
El amor no grita a los niños para que dejen de estorbar; más bien agradece que estén ahí, por más que impidan el paso. El amor no da solo a quienes tienen medios para devolver el favor, sino que se alegra de ser generoso con los desfavorecidos.
El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. El amor nunca decae. Los teléfonos inteligentes se rompen, los juguetes se olvidan, las bufandas y sombreros se pierden, la nueva computadora quedará desfasada; pero el don del amor perdurará.
*
Compartir, conversar, contar historias, hacer un repaso de las experiencias del año que está terminando y, lo más importante, recordar el origen de esta fiesta son parte de las cosas que un abuelo puede regalar. Con los años lo que los niños recordarán no serán los regalos, sino el cariño, la emoción y el espíritu con que vivieron esta celebración.  Cristián M. González

Regala tus risas.
Regala comprensión
que dura largo tiempo.
Regala una canción.
Di: «¡Jesús lo entiende!»
a un sombrío vecino.
Envía, aunque esté lejos,
una carta a un amigo.
Lava tú los platos.
Regala unas flores
con un libro que prestes.
Haz muchos favores.
Siembra alegría.
Desempolva el cuarto.
¡Ofrece una oración
al que está triste y harto!
Da de lo que tienes.
Regala esperanza.
Haz crecer la fe
del que a tientas avanza
despacio entre las sombras.
Conforta tú a la gente
que anda perdida y sola.
Entrégate SIEMPRE.
Margaret Sangster (1838–1912)

martes, 15 de diciembre de 2015

TU MENTE ES COMO UN JARDÍN
Tu mente es como un jardín. Cuídala bien cultivando pensamientos positivos, alentadores y edificantes a lo largo del día.
Concentrémonos en perfeccionar no lo carnal, sino lo espiritual. Las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Así como el árbol alza las ramas al cielo, levantemos continuamente las manos en alabanza a nuestro Hacedor mientras nuestro espíritu brinda fresca sombra de aliento a quienes nos rodean.
Cada día nuestra mente adquiere nuevos conocimientos; no nos olvidemos de apacentar también nuestro espíritu con la verdad.
Somos esclavos de lo que permitimos que nos domine.
La ambición puede constituirse en siervo o amo. La clave está en saber cuál de esos dos papeles desempeña en tu vida.
Permitir que las presiones condicionen tu vida y te roben la posibilidad de disfrutar de ella es como dejar que tu peor enemigo elabore tu calendario de trabajo y te prohíba que disfrutes de tu familia y amigos.

lunes, 14 de diciembre de 2015

El ejemplo educa

EL EJEMPLO EDUCA

Era fin de semana y Enrique estaba feliz ya que podía pasar tiempo con
sus hijos. Decidieron irse al circo. El padre se acercó a la señorita
que atendía en la ventanilla y la preguntó el valor de la entrada. La
joven respondió:
-Tres dólares para usted y tres dólares para los niños mayores de siete
años. Si tienen seis años o menos entran gratis. ¿Qué edad tienen?
-El menor tiene tres y el mayor siete, o sea que le debo seis dólares
por dos entradas -aclaró Enrique.
La señorita de la ventanilla se asombró:
-Eh, Señor, -preguntó-, ¿acaba de ganar la lotería o algo parecido? Pudo
haberse ahorrado tres dólares. Si me hubiera dicho que el mayor tenía
seis, no me habría dado cuenta.
Enrique respondió:
-Es posible, ¡pero mis hijos sí se hubieran dado cuenta!

Si queremos que nuestros hijos crezcan rectos asegurémonos que nuestro
ejemplo les guíe por el buen camino.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Alivio para el stress

ALIVIOS PARA EL ESTRÉS
La risa es el único medicamento capaz de hacernos ver los problemas objetivamente, relajarnos la musculatura, transmitir serenidad a quienes nos rodean y ayudarnos a disfrutar de la vida aun cuando no tengamos todo lo que nos gustaría.
El estrés y las presiones son malas hierbas. Arráncalos y planta en su lugar el amor y la paz de Dios.
Dios nos da Su paz una vez que depositamos en Él nuestra confianza.
No te atiborres la cabeza de preocupaciones; quedará menos espacio para lo que realmente vale.
Es fácil tener calma cuando todo va de maravilla. En cambio, cuando las tempestades de la vida se abaten a nuestro alrededor es más difícil. Sin embargo, Dios puede darte paz en medio de la tormenta, esa perfecta tranquilidad que sentimos cuando recordamos que Él es dueño de la situación.
Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera. (Isaías 26:3)

jueves, 10 de diciembre de 2015

Comienza bien el día

Comienza bien el día: ¡consulta a Jesús!
Haz la prueba: tómate todos los días un rato de oración temprano en la mañana. Antes de iniciar la jornada de trabajo, pídele ayuda a Jesús. Ni bien te despiertes, antes de hacer ninguna otra cosa, habla con Él. Escucha las instrucciones que te quiera dar para ese día. Te sorprenderá la cantidad de complicaciones que resolverá o que te evitará antes de que comience siquiera la jornada, si tan sólo le prestas atención.
Zambullirte en todos los problemas, las dificultades y el trajín cotidiano sin detenerte a hablar con Él y escuchar Sus indicaciones es como si un músico decidiera dar un recital antes de afinar su instrumento. Comienza el día leyendo la Palabra de Dios y orando. Antes que nada, ponte en armonía con Él.
Aparta de tus pensamientos la idea de que orar es algo engorroso o de que no dispones de tiempo. Cuanto más intensa se presente la jornada, más motivos tienes para orar, y por más tiempo deberías hacerlo. Verás que esos minutos de más que dediques a la oración te ahorrarán después muchísimo trabajo. Si pespuntas la jornada con oración, es menos probable que se te descosa. Así de sencillo es.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

¡Que empiece la navidad!

¡QUE EMPIECE LA NAVIDAD!
Mi idea de Navidad, ya sea que la consideren pasada de moda o moderna, es muy simple: amar a los demás. Y, dicho sea de paso, ¿por qué tenemos que esperar a Navidad para hacerlo?  Bob Hope
La paz por fin reinará
cuando vivamos cada día
como si fuese Navidad.  Helen Steiner Rice

La Navidad no es una fecha del calendario, es un estado mental.  Mary Ellen Chase
Cristo nació en el primer siglo, sin embargo pertenece a todos los siglos. Nació judío, sin embargo pertenece a todas las razas. Nació en Belén, sin embargo pertenece a todos los países.  George W. Truett
Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré guardarla todo el año.  Charles Dickens
Al parecer, no solo en Navidad,
aquello que compartes
a lo largo del año,
¡te sigue a todas partes!  John Greenleaf Whittier

Jesús fue el regalo de Dios para la humanidad, no solo para Navidad sino para cada día del año —para toda la vida, en realidad—  e incluso para la eternidad, y para cada necesidad que vayas a tener jamás.  María Fontaine
Cuando Cristo vino a este mundo, no vino para alegrarnos el mes de diciembre sino para transformar nuestra vida por entero.  Rich Miller
Recuerda, si no eres capaz de encontrar la Navidad en tu corazón, tampoco la hallarás a los pies del árbol. Charlotte Carpenter
El árbol de hoja perenne simboliza a Jesús, que vive inconmoviblemente en mi corazón. No muere en el invierno de mis dificultades, sino que siempre me acompaña.  Amanda White

lunes, 7 de diciembre de 2015

Se felíz con lo que tienes

ALÉGRATE POR LO QUE TIENES
Sal a tomar el aire por cinco o diez minutos. Respira profundamente. Aprecia todo lo que tienes. Mejorará tu perspectiva de las cosas.
Renueva tu energía interior. Simplemente dedica unos momentos cada día a reflexionar sobre la belleza y perfección de lo que ha creado Dios.
Siempre hay algo por lo cual sentirse agradecido.
De vez en cuando tómate un rato para contemplar un amanecer o una puesta de sol. Verás y sentirás el poder y la majestad del gran Creador.
Si necesitas un salvavidas, no te quejes por la forma en que te lo entreguen.
Las bendiciones caen en corazones agradecidos, y se apartan de quienes se quejan de que nunca obtienen suficientes.
Alégrate por lo que tienes en lugar de andar apesadumbrado por lo que te falta.

jueves, 3 de diciembre de 2015

La amistad es un compromiso bilateral

LA AMISTAD ES UN COMPROMISO BILATERAL
Quien quiera amigos ha de mostrarse amigo.
La amistad es el obsequio más valioso que puede hacerse.
La amistad es un compromiso bilateral. Ambas partes deben aportar además de recibir.
Un sabio te puede indicar el camino; pero si además es una gran persona, te acompañará.
El amor y la amistad son obsequios que reciben con frecuencia quienes se olvidan de sí mismos y se brindan a los demás.
Una amistad profunda es como un arco iris. Cuando se combinan en justa medida la felicidad y las lágrimas, el resultado es un puente de colores que une dos corazones.
Si manifiestas fe y confianza en alguien que se siente marginado, te ganarás un amigo leal que a su vez tendrá fe y confianza en ti.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Receta para la alegría

RECETA PARA LA ALEGRÍA
Antes de empezar, póngase un delantal de tela bien resiliente, como los que usaban las abuelas, para no mancharse con gotas de amargura y de sinsabores. En un receptáculo de cerámica dura, a prueba de golpes y fuegos desanimantes, mezcle:
– Dos cucharadas rebosantes de gratitud
– Una cucharada y media de contentamiento
– Un abundante chorrito de generosidad
– Tres gotas de jarabe concentrado de optimismo
– Una rodaja de sonrisa bien radiante
– Un granito de fe
– Una copita de elíxir Aleluya

Salpimentar con una dosis magnánima de buen humor.
Revolver todo con entusiasmo y servir en una mesa bien amplia y jovial donde quepan todos sus seres queridos.
Gabriel García V.

martes, 1 de diciembre de 2015

¡No te amargues!

NO TE AMARGUES

Las experiencias amargas no tienen por qué amargarnos.

No debemos tener miedo a las lágrimas. Nos enternecen, nos lavan los ojos y nos hacen ver las cosas con más claridad.

Los bellos colores del arco iris son visibles gracias al prisma de la lluvia.

La vida es una combinación de éxitos y fracasos, ambos necesarios.

Sigue luchando cuando te den más duro,
¡y nunca jamás te rindas, ni en el peor apuro!

Si tienes el corazón hecho pedazos, entrégaselo a Dios, que Él lo reparará.

Cuando algo vaya mal, puedes rendirte, o bien dejar que el infortunio haga de ti una persona más cabal.

Las adversidades nos retuercen y nos zarandean, como hace una lavadora con la ropa. Pero al final salimos relucientes, mejores que antes.
 

lunes, 30 de noviembre de 2015

Pudo haber sido peor

PUDO HABER SIDO PEOR

Cuando te suceda algo malo, piensa en todos los percances que no se produjeron. Pudo haber sido peor.

El entusiasmo es el combustible de la vida; nos permite llegar a destino.

No importan tanto los problemas y contrariedades que se nos presentan como nuestra forma de encararlos.

La frase no puedo es muy triste en cualquier idioma.

Al maldecir un neumático pinchado no haces nada por repararlo.

La fortuna puede privarnos de riquezas, pero no de ánimo.

El semblante de un hombre dice mucho más sobre su personalidad que su atuendo.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Afirmaciones positivas para combatir la negatividad

AFIRMACIONES POSITIVAS PARA COMBATIR LA NEGATIVIDAD

María Fontaine


* Aunque no me sienta capaz, me propongo hacer lo que pueda. El Señor me ha creado, así que será Él quien lo haga a través de mí. Considero que la fe consiste en hacer, no en sentir, así que me voy a esforzar al máximo por fe, me sienta como me sienta.
* Hoy cometí un error, pero me he propuesto aprender de ello y madurar. No voy a permitir que el desaliento y la condenación me lleven hacia abajo debido a ese error. En cambio, prefiero alabarte, Jesús, por ese error, pues por haberlo cometido puedo sacar enseñanzas más importantes de humildad. Y ahora voy a levantarme y volver a intentar.
* Claro que estoy haciendo progresos, porque hoy decidí seguir luchando. Hoy me negué a desistir.
* ¿Y qué importa que no sea una persona perfecta? Estoy luchando por cambiar y por madurar. Mientras siga a Jesús y lo que Él me revele por medio de Su Palabra, tengo la certeza de que hago progresos y me estoy convirtiendo en la persona que el Señor quiere que sea.
* Hoy voy a alabar a Jesús me sienta como me sienta. No me importa si tengo agotamiento, preocupación, ansiedad o abatimiento debida a muchas nimiedades. Hoy quiero estar feliz, alegre, optimista y rebosar de alabanza. Así que voy a llenarme la cabeza de cosas buenas, de pensamientos positivos y palabras de alabanza. ¡Gracias, Jesús, por este día dedicado a la alabanza!

Mira más allá

MIRA MÁS ALLÁ
Que las circunstancias no limiten tu visión. Mira mucho más allá.

Nunca faltarán los que te aseguren que no lograrás tu propósito. El progreso, sin embargo, siempre ha llegado por medio de los que afirmaron que sus planes eran realizables.

Persevera y triunfarás.

Esfuérzate por aprender algo nuevo hoy.

Olvidemos el pasado; está muerto y enterrado. Encaminemos nuestra vida hacia el futuro, que ofrece un cúmulo de posibilidades.

Toda decepción puede convertirse en un peldaño en la escalera del éxito.

Aunque todos afirmen que no tienes posibilidades de lograr el éxito, no abandones tus sueños.

No más demora... ¡hazlo ahora!

martes, 24 de noviembre de 2015

Deposita tu confianza en mí

Deposita tu confianza en Mí

Palabras de Jesús

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!  Salmo 43:5

No temas ni te preocupes, sino reposa en Mí. Apóyate en Mí y en Mi Palabra. Pon los ojos en Mí y confía en Mis promesas. Ten fe en Mis Palabras que te dirijo. Ten fe en Mi voz, que te habla al corazón. Ten fe en el amor que percibes a tu alrededor.

Cuando sientas temor, dudes o te preocupes, pon los ojos en Mí y confía. Cuando comiences a temblar, confía en Mí. Cuando no puedas más y se te llenen los ojos de lágrimas, sigue confiando en Mí a pesar del llanto. Confía en Mí pase lo que pase.

Confía en que sé lo que más te conviene. Confía en Mi sabiduría. Confía en Mi capacidad para guiarte, orientarte y hacer que se cumpla Mi voluntad en tu vida. Confíame el futuro. Confía en que no te fallaré; cumpliré las promesas que te he hecho. Confía en que no te abandonaré.
Confía en que te consolaré por las noches cuando te parezca que no tienes a nadie. Confía en que siempre estoy contigo. Confía en que soy capaz, y en que te ayudaré en esta época de pruebas. Confía en que no te defraudaré.

Mantén los ojos en Mí y deposita tu confianza en Mí. No centres la atención en tus temores, preocupaciones y dudas. Fíate de Mi Palabra, de Mi voluntad para tu vida, del plan que he trazado para ti. Confíame tu destino.

lunes, 23 de noviembre de 2015

El mejor siquiatra del universo


Si quieres una sesión con el mejor siquiatra, habla con Dios. Te conoce mejor que nadie.
El hombre se fija en las apariencias, pero Dios mira el corazón.

El universo es un reloj de complejo mecanismo en manos del Maestro Relojero.

Si necesitas con urgencia respuestas a los profundos interrogantes que te acosan, no busques en tu interior, en Internet, en las últimas tendencias de la sociedad ni en ningún otro sitio. Recurre a Dios. Él puede respondértelos. En Su libro, la Biblia, hallarás todas las respuestas.

Cuentas con un Amigo que nunca te dejará; un Padre que te espera con los brazos abiertos; un Asistente y Proveedor que está presto a echarte una mano en la necesidad. Aunque no veas a Dios, Él está a tu lado.

La mejor póliza de seguros contra toda tragedia personal o catástrofe natural es la fe en Dios. Una compañía aseguradora te podrá resarcir de un revés económico o costear la reparación de tu automóvil o la reconstrucción de tu vivienda; mas sólo Dios puede recomponer tu corazón cuando está destrozado.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Dame una oportunidad

DAME UNA OPORTUNIDAD
Quiero facilitarte la vida. Encomiéndame lo que te la dificulta, y te lo cambiaré por alegría. Dame una oportunidad. Jesús
Dios me ama. Me ha amado desde el principio y me amará hasta el fin.
Hay Alguien que conoce y comprende todos tus pensamientos, afectos y sensaciones -tu placer, tu dolor, tu alegría, tu tristeza-; hasta percibe las necesidades y anhelos más hondos de tu corazón.
No hay nada que Dios sea incapaz de comprender.
En los momentos en que crees estar solo, que nadie advierte tu presencia, que a nadie le interesas, recuerda que Dios te ve. Él te comprende y puede mejorar la situación.
Dios te ama y te conoce de un modo muy personal. Si tú todavía no lo conoces, pídele que se te manifieste.

jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Por donde comienzo?

«¿Por dónde comienzo?» es probablemente la pregunta más frecuente que se hacen las personas que deciden empezar a leer la Biblia.
Recuerdo mis primeros intentos cuando era joven. Comencé por el principio, pero no llegué muy lejos. A la altura de Levítico —un libro atestado de leyes antiguas— había perdido todo interés.
Más tarde, cuando empecé a cultivar una relación personal con Jesús, descubrí que estaba en mejor situación para entender lo que leía. Pablo dice: «El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente»1. Una vez que uno conoce personalmente al autor, el libro resulta más interesante.
Disfruto leyendo con frecuencia los Salmos. Muchos de ellos son auténticas oraciones que pueden ayudarnos a expresar nuestras propias peticiones. A veces comienzan con clamores angustiados y desesperados, pero normalmente terminan con gratitud y alabanza. Hay 150 salmos. Si se leen 5 al día, en un mes se han leído todos. En el libro de los Proverbios hay 31 capítulos, lo cual es estupendo para leer uno al día durante un mes.
Siempre es grato y fácil leer los Evangelios. Yo los releo varias veces al año y encuentro que son lo mejor que hay para cultivar una estrecha relación con el Señor y mantenerme en el buen camino.
Otro consejo que viene a cuento es pedirle a Dios que te ayude a entender lo que lees y qué quiere que aprendas de ello. Yo suelo invocar el versículo «Abre mis ojos, y miraré las maravillas de Tu ley»2. Cuando me topo con un pasaje que no entiendo, lo estudio más a fondo o lo dejo sobre elestante de la fe para otro momento.
Leer la Biblia nunca es un ejercicio inútil. Es alimento para el alma y nos da fuerzas para librar las batallas de la vida.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Palabras amables

LAS PALABRAS AMABLES SON COMO LOS ASIENTOS DE LOS AVIONES

Las palabras amables son como los asientos de los aviones. Se puede llegar a destino sin ellos; pero desde luego es mucho más agradable ir cómodamente sentado.

La mejor forma de escuchar es ponerte en el lugar de tu interlocutor.

La amabilidad y la cortesía vuelven superior a un hombre común. En cambio, la indiferencia y la apatía convierten a un hombre superior en una persona corriente.

El amor y la gentileza que demostramos nos son correspondidos con igual liberalidad.

La vida es como el buen vino. Se disfruta más en compañía. 

Grabemos los agravios en la arena y las gentilezas en el mármol.

martes, 17 de noviembre de 2015

La amistad

¿QUÉ ES UNA AMISTAD?

Maxwell y Mark Littleton

El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano.  Proverbios 17:17

¿Qué es una amistad, sino una relación? Las buenas relaciones hacen que la vida valga la pena. Las relaciones nos ayudan a crecer, a aprender el sentido de la confianza y el amor, a convertirnos en la persona que debemos ser. Es el motivo por el que uno de los elementos clave para ser un líder como amigo es entablar relaciones.

Sabiendo eso, ¿comienzan a forjar buenas relaciones a fin de dirigir como amigos?
Mi primera recomendación es aprender a animar a otros. Recuerden la última vez que alguien los felicitó por una buena acción. ¿Recordaron el cumplido y saborearon las palabras una y otra vez?
Claro que sí. Las palabras de ánimo levantan el ánimo.
Recuerden la manera en que se sintieron cuando alguien les dijo:
  • Eso estuvo fantástico. Hiciste una excelente labor.
  • Puedo asegurarte que yo nunca lograría hacer algo así. Eres el mejor.
  • Muchas gracias por tu ayuda. Haces que todo funcione bien.
  • Debo admitir que has mejorado en un cien por ciento.
¿No les parece que dichas palabras hacen que nuestros esfuerzos valgan la pena? Se puede animar a otros sencillamente comunicando esos cumplidos en todo momento.

El ánimo es muy sencillo. Lo único que se debe hacer es pensar en cualidades positivas, beneficiosas y que ayudan. Luego decirlas.
 

lunes, 16 de noviembre de 2015

Gracias por todo

GRACIAS POR TODO

En la mañana, al levantarte, da gracias por la luz, por tu vida, por tus fuerzas. Da gracias por la comida y por la alegría de vivir. Si no ves ningún motivo para dar gracias, la culpa es tuya.  Tecumseh

He empezado a ver la vida de otra manera. Cuando damos gracias a Dios por cada detallito —cada comida, cada vez que despertamos o tomamos un poco de agua— inevitablemente estamos más agradecidos por la vida misma, por el hecho improbable y milagroso de que existimos.  A. J. Jacobs

(Oración:) Gracias, Jesús, por la infinidad de detalles con que nos bendices. Ayúdanos a no olvidarnos de darte las gracias por todas las cositas que haces a diario para manifestarnos Tu amor. De tan acostumbrados que estamos a Tus bendiciones, a veces ni nos fijamos en muchas de ellas. Las damos por sentadas sin reparar hasta qué punto esos detalles nos demuestran Tu amor.

Gracias por protegernos de tantos peligros y percances que se nos pasan inadvertidos. A veces ni sabemos que nos protegiste, porque no vemos lo que habría pasado si no nos hubieras mantenido bajo la sombra de Tu protección. Te alabamos y te damos gracias por ello.

Ayúdanos a darte las gracias más a menudo por todos los detalles, por las pequeñas muestras de Tu amor, de Tu amparo y protección. Amén.
 

viernes, 13 de noviembre de 2015

Las dificultades nos enriquecen

LAS DIFICULTADES NOS ENRIQUECEN
Puede que lo siguiente no te parezca muy alentador, pero lo es: Dios no solo permite que pasemos dificultades, sino que en muchas ocasiones es Él mismo quien nos las envía. Las concibe especialmente para nosotros, y lo hace con el expreso propósito de acercarnos a Él. Nos aprieta las clavijas para que clamemos a Él pidiendo ayuda. No lo hace con intención de hacernos daño ni castigarnos, sino para fortalecernos. Sabe que depositando nuestra confianza en Él, aumentará nuestra fortaleza espiritual y nuestra resistencia a las dificultades de la vida, y que al pasar tiempo junto a Él y volvernos más semejantes a Él, a la larga seremos más felices y nos sentiremos más satisfechos.
Si nos volvemos a Jesús en nuestra hora de adversidad, Él nos demostrará cuánto nos quiere. Tal vez el problema no desaparezca instantáneamente, pero Él nos dará «la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento» y nos ayudará a apreciar el bien que obra en nuestra vida. Se ha dicho que si no hubiera noche, no se verían las estrellas.
 Cuando tenemos una actitud humilde y confesamos mansamente que tenemos necesidad de Dios, Él puede intervenir y prestarnos asistencia. Cuando estamos vacíos, Él tiene oportunidad de llenarnos. Cuando admitimos que somos incapaces, Él puede conferirnos Su poder, para que éste obre por medio de nosotros cosas que de ningún modo podríamos lograr por nuestra cuenta.
Las dificultades nos enriquecen. Nos trasladan del plano de la cotidianidad superficial y el ajetreo de la vida moderna a la dimensión espiritual, que es más profunda. Asimismo, al percibir el poder divino y ver cómo Dios nos saca adelante en situaciones difíciles, aumentan nuestra fe y nuestra esperanza en que Él velará por nosotros cualesquiera que sean las tempestades que se nos presenten. «La tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza.»

jueves, 12 de noviembre de 2015

El mejor artista del universo



Con qué lentitud y quietud hace Dios cosas majestuosas como un atardecer. Cuando nos presenta un espectáculo de luz, como cuando exhibe un atardecer, la salida de la luna, un arcoíris, las nubes o cualquiera de Sus magníficas y bellas obras de arte... ¡debemos parar a mirarlo, debiéramos prestar atención! Una mariposa, una flor, un árbol, una tormenta… ¡tantas cosas demuestran la belleza y Su poder!

Deberíamos poner atención cuando Él hace esas cosas. Él crea toda esa belleza para bien nuestro. Por eso deberíamos manifestar cierto aprecio, cierta gratitud y alabanza; si no,el Señor termina siendo como un actor sin público. «El Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos». (1 Timoteo 6:17)

Es bellísimo poder contemplar Sus obras pictóricas a pesar de toda la contaminación y confusión que hay en el mundo en la actualidad. Deberíamos detenernos a admirar la obra de las manos de Dios en el momento en que Él presenta semejante espectáculo. Cuando el Señor está haciendo algo como pintar una puesta de sol, es una buena ocasión para hacer una pausa y admirarla, y demostrarle aprecio a Él.

Deberíamos detenernos a contemplar Sus preciosos atardeceres y primorosos amaneceres. Admiramos las obras de arte de los hombres, pero no hay hombre que haya creado algo tan hermoso como un magnífico atardecer o un amanecer. Es una buena ocasión para adorarlo. Detente un momento y aprecia lo que Él está haciendo. Me fascina contemplar el atardecer.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Amor y coraje

AMOR Y CORAJE

Caminando por un sendero en los bosques de Georgia en 1977, vi un charco
de agua delante de mí, me desvié para esquivarlo, bordeándolo por el
lado que no tenía tanta agua ni lodo. Cuando estaba por llegar, fui
atacado súbitamente.
Sin embargo, yo no me defendí, pues el ataque fue tan inesperado  y de
origen totalmente impredecible. Sobresaltado pero ileso, a pesar de
haber sido ya golpeado cuatro o cinco veces, retrocedí un poco y mi
agresor cesó de atacarme.
Ahora en vez de persistir en su ataque se mantenía graciosamente en el
aire con sus hermosas alas delante de mí. Si me  hubiera hecho daño no
me habría parecido gracioso, pero como no me hizo nada, me hizo mucha
gracia y me eché a reír: estaba siendo atacado por una mariposa. Cuando
paré de reírme, di un paso hacia delante. Mi atacante se abalanzó sobre
mí nuevamente. Me topeteó en el pecho con todas sus fuerzas usando su
cabeza y su cuerpo pero sin lograr nada.
Por segunda vez, retrocedí un paso y mi atacante cedió un poco pero al
ver que avanzaba volvió a la carga. Me topeteaba en el pecho una y otra
vez. No supe qué hacer aparte de retroceder por tercera vez. Después de
todo no es muy común que te ataque una mariposa. Esta vez decidí
retroceder varios pasos para ver la situación desde atrás. Mi atacante
retrocedió igualmente para aterrizar en el piso. Es ahí cuando me di
cuenta por qué me había atacado unos momentos antes aquella mariposa. Su
pareja yacía moribunda. Ella estaba en el piso junto al charco donde él
aterrizó.
Parado junto a ella movía sus alas como si la estuviera abanicando. Sólo
me quedaba admirar el amor y el coraje de aquella mariposa y su interés
por su pareja. Había decidido defenderla a pesar de que ella estaba
muriéndose y de que yo era un adversario demasiado grande. Lo hizo sólo
para darle unos preciosos momentos extras de vida y salvarla de ser
pisoteada por mí, si hubiera avanzado un poco más descuidadamente.
Ahora que sabía por qué luchaba la mariposa, sólo me quedaba una cosa
por hacer. Decidí dar la vuelta por el otro lado del charco que era
extremadamente lodoso. El coraje que tuvo para atacar a un oponente mil
veces más grande que él, sólo para defender a su pareja, lo justificaba.
No podía hacer otra cosa que recompensar su valentía dándome la vuelta
por el lado más difícil de cruzar el charco. Llegando a mi auto, no me
importó en absoluto tener que limpiar el barro de mis botas. La mariposa
se había ganado esos preciosos últimos momentos de la existencia de su
compañera, sin ser molestados. Dejé que pasaran aquellos instantes en paz.

Desde entonces he tratado de recordar el coraje de aquella mariposa
cuando me enfrento a grandes obstáculos. Su coraje me inspira y recuerda
que vale la pena hacerle frente a lo que sea si la causa lo amerita.

martes, 10 de noviembre de 2015

10 tips para ser feliz

ESTRATEGIAS PARA SER FELIZ
Diez estrategias para ser feliz, cuyo efecto está científicamente demostrado.
 1. Disfrute de las cosas sencillas. Deténgase de vez en cuando para oler la fragancia de una rosa u observar a los niños mientras juegan. 
2. Evite las comparaciones.
Aunque mantenerse a la par con los vecinos es parte de la cultura [de muchos países], compararnos con los demás puede ser perjudicial para la felicidad y la autoestima. Centrarnos en nuestros propios logros lleva a una mayor satisfacción que compararnos con los demás.
 3. Conceda poca prioridad al dinero. La gente que otorga al dinero una alta prioridad corre mayor riesgo de sufrir depresiones y ansiedad y tiene una menor valoración de sí misma. Cuanto más buscamos satisfacción en los bienes materiales, menos la encontramos en ellos. La satisfacción tiene corta vida, es muy pasajera.
 4. Propóngase objetivos trascendentes. «Las personas que se esfuerzan por lograr algo significativo, ya sea adquirir una nueva habilidad o criar hijos con integridad moral, son mucho más felices que las que no tienen sueños o aspiraciones elevados. 
5. Tome la iniciativa en el trabajo. La felicidad en el trabajo depende en parte de la medida en que uno tome iniciativa. Cuando actuamos con creatividad, ayudamos a los demás, proponemos mejoras o hacemos más de lo que nos marca el deber, nuestro trabajo se vuelve más gratificante y nos sentimos más dueños de la situación.
 6. Cultive amistades y valore a su familia. La gente más feliz por lo general tiene familias y amistades estables y relaciones que le proporcionan apoyo, Pero no basta con ser el alma de la fiesta si se está rodeado de personas a las que apenas se conoce. «No se trata sólo de relacionarse con los demás; es preciso forjar relaciones profundas» en las que haya comprensión y afecto.
 7. Sonría aunque no tenga ganas. Puede que parezca una bobada, pero da resultado. «La gente contenta ve posibilidades, oportunidades y vías para alcanzar sus objetivos. Además, encara el futuro con optimismo, y al revivir el pasado suele evocar los buenos momentos. Aunque usted no posea un optimismo innato, con la práctica puede cultivar el hábito de enfocar las cosas positivamente.
 8. Sea agradecido. Las personas que llevan un registro semanal de todo aquello que suscita su gratitud suelen ser más saludables, más optimistas y más capaces de progresar en la consecución de sus objetivos. Las personas que escriben notas de agradecimiento a quienes han influido para bien en su vida alcanzan mayores cotas de felicidad y tienen menores índices de depresión. El efecto además dura varias semanas.
 9. Salga a hacer ejercicio. El ejercicio puede ser tan eficaz como los medicamentos para tratar la depresión, con el añadido de que no tiene efectos secundarios y es menos costoso. El ejercicio practicado con regularidad brinda satisfacción, crea oportunidades de interacción social, libera endorfinas —que producen sensación de bienestar— y aumenta la autoestima.
 10. Practique la generosidad y el servicio al prójimo. Haga del altruismo y la generosidad parte integral de su vida, y sea asertivo en ello. Ayudar a un vecino, participar en labores de voluntariado o donar bienes y servicios es muy gratificante y trae aparejados más beneficios para la salud que hacer ejercicio o dejar de fumar. Quienes gastan dinero en otras personas se declaran mucho más felices que quienes se lo gastan en sí mismos.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Sin medida

SIN MEDIDA

Palabras de Jesús

Nunca pienses que estoy lejos de ti. Jamás pienses que me canso de ti. A veces te parece que no estás a la altura de las circunstancias, o que no haces lo suficiente o no vales lo suficiente o en la vida no aprendes tan rápido como debes, o no cambias en la medida en que debes o espero que cambies, o que si obraras de otra manera tendrías más valor a Mi ojos o te ganarías más Mi favor. Es importante que sepas que no te valoro por esos criterios.

No juzgo por cuánto logres para Mí ni por tus buenas obras. No te comparo con otros. Miro tu corazón. Veo el amor que tienes por Mí y los demás y tu fe en Mí; eso es lo importante para Mí. Esos son los factores que valen a Mis ojos, no tus buenas obras y esfuerzos por perfeccionarte. Todo eso se deriva de tu amor por Mí, es consecuencia de obedecerme y aplicar Mi Palabra.

Por eso, no te midas por un patrón que no te he impuesto. Ten claro que Mi amor no lo entrego en porciones, según cuánto pienses que me has dado o has hecho por Mí. Mi amor no tiene nada que ver con eso. Es gratuito y te lo prodigo.
Te he amado desde el principio y te amaré hasta el fin de tus días, y aun más allá, durante la eternidad. Al vivir para Mí y experimentar Mi amor todos los días comprobarás lo infinito que es, que brota sin interrupción. Quiero que lo aceptes como es. No trates de entenderlo o analizarlo, porque escapa a la capacidad humana de concebirlo.

Limítate a tener presente y aceptar que es tuyo y es perenne, y luego deja que obre en tu corazón. Déjate transformar y moldear por él y da lugar a que te motive a transmitirlo a los demás. Verás cómo te mueve a proyectarte a ellos y comunicárselo. Verás también que nunca se acaba, que se multiplica en la medida en que lo entregas. Al darlo no te faltará, sino que se te añadirá más. Esa es una de las maravillas de Mi amor. Es celestial y puede medirse en términos terrenales. Así es Mi amor por ti.
 

viernes, 6 de noviembre de 2015

No hay mal que por bien no venga

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Gabriel García Valdivieso

Hace poco leí un artículo en que se explicaba que la vida no es —como muchos pensamos— una serie de altibajos, una alternancia de momentos culminantes en que uno se siente en la gloria, y profundas depresiones y hondonadas en que nos sumimos en el abatimiento o a lo menos en el aburrimiento y el esplín de la normalidad. La cosa no es tan extrema. Según Rick Warren, la vida es más bien como los dos rieles de una vía férrea: uno representa las cosas buenas; y el otro, las malas. Es decir, nuestra existencia discurre paralelamente sobre el riel de la fortuna y el de la adversidad. Eso para mí tiene mucho sentido. 
Casi todos los días vivimos momentos gratos y nos ocurren incidentes desagradables, disfrutamos de experiencias dichosas y pasamos por trances tristes. Es ahí donde entran en juego la gratitud y el optimismo. No hay mejor táctica para deslizarnos felizmente por el carril de la vida que dar gracias a Dios por todo, lo bueno y lo malo, las alegrías y los disgustos, y confiar en que a la larga todo revés, todo infortunio, redundará de algún modo en nuestro bien. Lo dije hace años en este poema, que hoy les dedico cariñosamente:
Que los hombres agradezcan
es lo más hermoso que hay.
No hay vista más pintoresca
que un «a Dios gracias», ¡caray!
Si a Dios no damos las gracias
por todo bien que nos es dado,
la Providencia será reacia
a darnos otro puñado.
Deja de lado las quejas
por algún que otro contratiempo.
¿Por qué no más bien festejas
que es poco tu sufrimiento!

jueves, 5 de noviembre de 2015

Las malas actitudes dañan las buenas obras

¿Alguna vez has vivido la experiencia de ir a comprar en algún lugar donde el vendedor pareciera odiar su trabajo, odiarte a ti y odiar tener que atenderte?
¿O has ido a un restaurante donde el camarero es tan malgeniado que has preferido pedir algo sencillo y usar tu pañuelo antes que llamarlo para pedirle un salero y una servilleta?
¿O puedes recordar a esos profesores que en lugar de motivar y ayudar a sus alumnos a aprender y  superarse parecían disfrutar hasta con una risita mordaz de hacerles perder la materia?
¿O alguna vez te ha tocado un médico regañón que en lugar de mostrar interés por tu salud pareciera ser un papá neurótico que se ha enojado porque estás enfermo y te va a castigar?
Todas estas personas aunque sepan hacer su trabajo y cumplan con sus deberes están dañando sus buenas obras y dejando una pésima imagen en la gente que atienden, sencillamente porque tienen una mala actitud.
Lo mismo pasa en la vida espiritual del cristiano, podemos obedecer a Dios, pero hacerlo por los motivos incorrectos y por ende con una actitud incorrecta.
El resultado de ese mal proceder es que las buenas obras que hicimos no cuentan a nuestro favor y la situación se torna peor de lo que resultaría por no haberlas hecho.
Es por lo anterior que el apóstol Pablo expresaba en su primera carta a los corintios en el capítulo 13 que si él fuera el “Supermán” espiritual que habla en lenguas humanas y angélicas, que profetiza, que entiende todos los misterios y toda la ciencia y que por ello escribe libros maravillosos y da conferencias espectaculares, pero no tiene amor, de nada le vale.
Y que si además tuviera tanta fe que fuera capaz de mover la Cordillera de los Andes y echarla al mar delante de las cámaras de CNN y vender todas sus posesiones y enviarl el dinero a los niños pobres de África, pero no tiene amor, de nada le vale.
Y que si encima de todo ello fuere capaz de entregar su cuerpo para que lo quemaran vivo, tal y como hacía Nerón con los cristianos donde hoy está la catedral de San Pedro, pero no tiene amor, de nada le valdría.
¿Y por qué razón? Porque una mala actitud echó a perder todo su lindo trabajo.
Es que desde el simple cristiano que limpia baños, hasta el pastor que dirige un ministerio de millones de dólares y de miles de ovejas, deben ponerse la mano en el corazón y meditar en la actitud con la que están trabajando, porque si no están destilando amor en lo que hacen, deben hacer los cambios necesarios de inmediato.