lunes, 23 de febrero de 2015

Cobra Ánimo

COBRA ÁNIMO…

Sra. Charles E. Cowman

Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el SEÑOR esperan.  Salmo 31:24

Mantén la fe y la mira en Jesús. Dediquémonos a ayudar a alguien que lo necesite y olvidémonos de nosotros. Claro que eres un desastre total. Todos lo somos. Si ponemos los ojos en nosotros mismos, nos deprimimos tremendamente.

No cedas al desaliento, independientemente de lo intensa que sea la presión o lo que te acose. El alma desalentada no puede hacer nada. Cuando se encuentra en ese estado, no puede resistir las artimañas del enemigo, ni puede persistir en la oración por otros.

Busca las promesas de Dios y de cada una de ellas repite: «Esta promesa es mía». Si de todos modos tienes alguna duda y desaliento, desahógate con Dios y pídele que reprenda al enemigo de tu allma que te fastidia tan despiadadamente.

En el mismo momento en que te apartes de todo síntoma de desconfianza y desaliento, el Espíritu Santo aumentará tu fe e infundirá fortaleza divina a tu alma. […] Ah, si nuestros ojos pudiesen contemplar la sólida falange de fortaleza,  de poder, que hay detrás de cada vez que alguien se aparta de los ejércitos de tinieblas, dirigiéndose hacia Dios, ¡entonces haríamos poco caso de los esfuerzos que hace el astuto enemigo para afligirnos, deprimirnos y desalentarnos!

Todos los magníficos atributos del Altísimo están de parte del más débil de los creyentes, que en el nombre de Cristo y con una confianza sencilla, como la de un niño, se entrega a Dios y acude a Él en busca de ayuda y guía. 
 

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