Tiempos Individuales
"El gran error es imponer al otro, como gesto de amistad o amor, los tiempos y espacios propios. Los ritmos son individuales".
Paula Serrano psicóloga Cada uno de nosotros tenemos tiempos y espacios distintos. Para querer, para cambiar, para darnos a conocer, para compartir la intimidad. Lo natural es acercarse de a poco a lo nuevo, e ir haciendo caminos constantes y acumulativos, pero la verdad es que los caminos se hacen a saltos. Habrá tiempos de energías especiales para el cambio, otros para la inmovilidad, unos para compartir y otros para encerrarnos.Esto es importante cuando se trata de relaciones humanas y en particular en relaciones de pareja. La cercanía puede ser amenazante para uno y fascinante y necesaria para el otro. ¡La historia familiar de cada uno puede ser tan diversa! Hay familias donde las cosas se suponen, otras donde las cosas se hablan; unas en que preguntar es un acto generoso, otras en que preguntar es un acto de falta de respeto. El gran error es imponer al otro, como gesto de amistad o amor, los tiempos y espacios propios. Los ritmos son individuales. Omitir es un derecho. Nadie puede dar como argumento de desamor o calificar de mentira lo que constituye un secreto para el otro. Confesar un abuso sexual, descalificar a un padre querido por actos equívocos, confesar los celos a una madre, descubrir que no somos hijos del que creímos era nuestro padre, haber pasado por períodos de promiscuidad o depresión, puede ser difícil o imposible. En cada tiempo de la vida, cambia la vergüenza o el pudor y lo que antes parecía imposible de compartir, hoy o mañana puede resultar necesario, fácil o hasta trivial. Compartir los secretos que ya sabemos o los que vamos descubriendo a medida que maduramos no puede ser una obligación ni puede tener límites en el tiempo. "¿Por qué me lo cuentas ahora, después de habernos conocido tanto tiempo?". "¿Por qué me escondiste esa información, me siento traicionado?". Porque mi intimidad es mía y hay hechos o fenómenos que no me digo ni a mí misma, o de los cuales me arranco, o que simplemente no quiero compartir.El respeto es la base de la confianza.
"El gran error es imponer al otro, como gesto de amistad o amor, los tiempos y espacios propios. Los ritmos son individuales".
Paula Serrano psicóloga Cada uno de nosotros tenemos tiempos y espacios distintos. Para querer, para cambiar, para darnos a conocer, para compartir la intimidad. Lo natural es acercarse de a poco a lo nuevo, e ir haciendo caminos constantes y acumulativos, pero la verdad es que los caminos se hacen a saltos. Habrá tiempos de energías especiales para el cambio, otros para la inmovilidad, unos para compartir y otros para encerrarnos.Esto es importante cuando se trata de relaciones humanas y en particular en relaciones de pareja. La cercanía puede ser amenazante para uno y fascinante y necesaria para el otro. ¡La historia familiar de cada uno puede ser tan diversa! Hay familias donde las cosas se suponen, otras donde las cosas se hablan; unas en que preguntar es un acto generoso, otras en que preguntar es un acto de falta de respeto. El gran error es imponer al otro, como gesto de amistad o amor, los tiempos y espacios propios. Los ritmos son individuales. Omitir es un derecho. Nadie puede dar como argumento de desamor o calificar de mentira lo que constituye un secreto para el otro. Confesar un abuso sexual, descalificar a un padre querido por actos equívocos, confesar los celos a una madre, descubrir que no somos hijos del que creímos era nuestro padre, haber pasado por períodos de promiscuidad o depresión, puede ser difícil o imposible. En cada tiempo de la vida, cambia la vergüenza o el pudor y lo que antes parecía imposible de compartir, hoy o mañana puede resultar necesario, fácil o hasta trivial. Compartir los secretos que ya sabemos o los que vamos descubriendo a medida que maduramos no puede ser una obligación ni puede tener límites en el tiempo. "¿Por qué me lo cuentas ahora, después de habernos conocido tanto tiempo?". "¿Por qué me escondiste esa información, me siento traicionado?". Porque mi intimidad es mía y hay hechos o fenómenos que no me digo ni a mí misma, o de los cuales me arranco, o que simplemente no quiero compartir.El respeto es la base de la confianza.
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