SI DAS NO PERDERÁS
David B.
La economía de Dios funciona de forma
diametralmente opuesta a la del mundo. Hay quienes dicen: «¡Cuando tenga un
millón de dólares comenzaré a dar!» En cambio, Él dice: «Empieza a dar ya de lo
que tienes, y te daré lo que necesites para seguir dando. De hecho, ¡te daré
más todavía!»
Dios quiere ver si vas a dar sacrificada
y fielmente de lo que posees en este momento. Quiere ver en qué gastas los
centavos antes de darte los pesos.
Cuando alguien me dio este consejo, comencé a dar el doble en
propinas a las meseras, los conductores de autobús, los vendedores callejeros
de periódicos y otras personas por el estilo. ¡Dar con generosidad me
proporcionaba gran satisfacción! Y, por increíble que parezca, de inmediato
comenzamos a percibir más ingresos. Empezamos a cosechar los beneficios de la
generosidad. ¿Te das cuenta? Al dar yo el doble, el Señor empezó a darme
el doble a mí.
Deja que Dios dé por conducto de ti, y
no tardarás en ver que Él te da más por medio de otros. «De gracia
recibisteis, dad de gracia» (Mateo 10:8). Dando nunca se sale perdiendo.
¿Cuánto has dado últimamente?
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