LA MELODÍA DE LA VIDA
Lilian Potters
Hace poco leí algo que me ayudó a tener una perspectiva mejor de los sucesos que no fueron del todo positivos: «La vida es como un piano: las teclas blancas representan la felicidad y las teclas negras representan la tristeza. A medida que vayas por la vida, recuerda que también las teclas negras tocan música».
No podemos solo tomar lo bueno y rechazar lo malo, porque esas dos cosas son necesarias para tocar la melodía de la vida. Hace falta el sostenido y el bemol de las notas. Todo se reduce a: «Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados» (Romanos 8:28). Aunque algunas cosas podrían y deberían haberse hecho de otra forma, Él permitió todo lo que ocurrió en mi vida a fin de moldearme; o bien, así lo hará.
Las canciones de nuestra vida son una obra en curso y todavía están escribiéndose. Algún día volveremos a tocar y oír de principio a fin las melodías de nuestra vida; y apreciaremos todas las notas, incluso las de los momentos tristes.
Tomado de La Familia Internacional
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