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31 oct.
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¡La Palabra de Dios es el cimiento de la fe!
¿Cómo se consigue tener fe? Es un don de Dios que está a tu alcance y al de cualquier persona que lo desee. Basta con desearlo y pedirlo. ¡El inconveniente es que por lo general la gente no lo quiere hasta que lo necesita! ¡Y descubren de pronto que no tienen la fe que necesitan porque carecen de formación en la fe y de experiencia en cuanto a confiar en la Palabra de Dios! ¡No tienen cimientos! Al fin y al cabo, ¿cómo pueden tener fe en algo de lo que saben poco o nada?
Así como ningún edificio bueno carece de buenos cimientos, ¡tampoco existe la fe sin la Palabra, pues la fe en Dios está cimentada en Su Palabra! Por eso, si te sientes débil en la fe, el remedio es muy sencillo: ¡la Palabra de Dios aumentará tu fe!
La fe nace, crece al oír la Palabra de Dios. (Rom.10:17) ¡A medida que leas y estudies la Palabra, a medida que medites en ella y hasta te la aprendas de memoria, con cada palabra se inspirará, fortalecerá y aumentará tu fe! Llénate la mente y el corazón de pensamientos positivos, alentadores, fortalecedores y que edifiquen la fe, procedentes de Su Palabra, ¡y al poco tiempo te sorprenderás de tu propia fe! ¡Esa verdadera fe, la que es capaz de aguantar cualquier prueba, la que hace milagros, la que perdura y está edificada sobre el cimiento y la roca maciza de Su Verdad!
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