lunes, 29 de febrero de 2016

Amar es un verbo de acción

AMAR ES UN VERBO DE ACCIÓN
Amar es un verbo de acción. Y al ver esas acciones, otros querrán emularlas.
Si entregas cariño verdadero, no te costará ganar amistades y conservarlas.
El amor de Dios te mantendrá unido de corazón, mente y miras a tus seres queridos, y te ayudará a resolver toda diferencia que surja con ellos.
El que alguien no te caiga bien no debiera ser obstáculo para que le manifiestes el amor de Dios. Para Él no hay nadie demasiado malo, nadie que esté fuera del alcance de Su amor, y quiere que compartamos todo el amor que nos ha dado.
La empatía promueve el acercamiento y la armonía entre las personas.
Cada acto de amor perdura en la vida de los beneficiados.

viernes, 26 de febrero de 2016

El conserje y el presidente

EL CONSERJE Y EL PRESIDENTE
Buck Jacobs
Había una vez un conserje que trabajó para la misma empresa durante cuarenta años. Jamás ascendió de puesto. Siempre fue el conserje y nunca tuvo a nadie a sus órdenes. Nunca fue dueño de una casa, nunca hizo una inversión, nunca se compró un automóvil nuevo. Pero era un buen conserje.
Durante más de cuarenta años, le preguntaban a veces: «¿Para qué trabajas tanto? No hace ninguna falta que te mates trabajando de esa manera.» Y el conserje respondía: «Mira, este trabajo lo hago para Jesús y tengo que hacerlo bien. Él es mi mejor amigo. Lo amo y tengo que hacer lo mejor que pueda para Él, porque dio la vida por mí».
Algunas de esas personas se reían y pasaban de largo. Otras preguntaban: «¿Jesús es tu amigo? ¿Cómo puede ser Él un amigo? No lo conozco de esa manera».
Reaccionaba con una sonrisa, y a nadie le pasaba desapercibido el amor que se reflejaba en sus ojos cuando respondía: «Mira, te hablaré de mí y de Jesús». Nunca estaba demasiado ocupado para contar cómo se manifestaba en su vida el amor del Señor.
En la misma empresa había otro hombre que trabajó allí durante cuarenta años, empezó su carrera al mismo tiempo que el conserje. Al terminar sus estudios entró a la empresa como vendedor, y rápidamente se convirtió en el mejor de su departamento. En un tiempo récord lo ascendieron, y se convirtió en el más joven gerente de ventas, luego en gerente regional, después vicepresidente de ventas y, finalmente, en el más joven presidente que había tenido la compañía.
A su cargo, la empresa se expandió, hasta llegar a ser líder internacional en su ramo.
Era un respetado feligrés de una espléndida iglesia a la que asistía los domingos con su familia, y se sentaban en la cuarta fila a la izquierda en el oficio de las once de la mañana.
Pero del domingo al lunes cambiaba mucho la situación. Estaba tan ocupado que Dios quedó desplazado, fuera de la mayor parte de su vida.
Los dos hombres fallecieron el mismo día. Cada uno compareció ante Jesús para dar cuenta de lo que había hecho en la vida.
Como siempre, el presidente ejecutivo fue el primero.
Jesús le puso la mano en el hombro al ejecutivo, y le dijo: «Has empleado bien la vida. Te di inteligencia y oportunidades. Has trabajado mucho y aprovechado cuanto te puse delante. Tus logros son muchos. Sin embargo, debes dejar atrás todo lo que construiste. Tus casas y automóviles, tu empresa y tus clubes eran algo bueno, pero no son parte de Mi reino. […]
Aquí no hace falta tu dinero. Has trabajado mucho, aunque de forma imprudente. Ganaste lo bueno, más perdiste lo mejor».
El conserje estaba cerca. Observaba con humildad, temor y asombro. Si el Señor no elogiaba a todo un presidente ejecutivo, ¿qué podría esperar un simple conserje? Tenía la cabeza agachada y le rodaban lágrimas por las mejillas cuando Jesús le puso las manos en los hombros y le dijo:
«Levanta la vista». El conserje alzó la mirada, dirigiéndola al rostro del Señor al que amaba. «Date la vuelta; ¿qué ves?»
El conserje se dio la vuelta; el brazo fuerte de Jesús le rodeaba los hombros. Perplejo, observó multitudes alegres que se le acercaban. En el rostro reflejaban un amor y un gozo que jamás había visto.
Se dio la vuelta para mirar a Jesús, y le dijo: «Señor, solo reconozco a unos cuantos. ¿Quiénes son los otros?»
Jesús le dijo: «Los que reconoces son personas a las que les hablaste de Mi amor. Los otros son personas a quienes ellos hablaron de Mi amor. Han venido a darte las gracias. Participa del gozo preparado para ti desde el principio del mundo».
Los dos hombres tuvieron oportunidades, como cualquiera de nosotros. Uno amasó una fortuna en este mundo; el otro, en el Cielo. Una fortuna fue temporal; la otra, eterna. Las dos fueron consecuencia de las decisiones que tomaron esos dos hombres.

jueves, 25 de febrero de 2016

Un buen remedio

UN BUEN REMEDIO

El Duque de WeIlington se disponía a dictar sentencia de muerte a un
desertor ya enjuiciado. Profundamente conmovido, el general dijo:
—Lamento de todo corazón tener que dictar esta sentencia tan severa,
pero hemos intentado todos los métodos, y la disciplina y las penas que
se le han aplicado no han conseguido hacer cambiar a este hombre, aunque
como soldado siempre ha sido muy valiente.
Entonces dio a los camaradas del hombre la oportunidad de hablar en
favor de él.
—Por favor, su excelencia, dijo uno de los hombres, hay una cosa que no
ha intentado aún. No ha intentado perdonarlo.
El general lo perdonó y dio resultado: aquel soldado nunca más volvió a
desertar y desde entonces demostró su gratitud al Duque de Hierro.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Estas dispuesto a cambiar de opinion

¿ESTÁS DISPUESTO A MUDAR DE OPINIÓN?
Una de las claves para trabajar armoniosamente con los demás es mostrarse dispuesto a mudar de opinión y de procedimiento cuando sea necesario, por el bien de la unidad.
Para ser fuerte, un equipo de trabajo debe estar unido por la amistad, no solo por compromisos laborales. Debe haber camaradería, franqueza en el trato y voluntad de apoyarse unos a otros.
En aras de la unidad y de éxitos futuros, a veces será mejor que te pliegues a la idea de otra persona en lugar de insistir en la tuya. Si con el tiempo se demuestra que estabas equivocado, te alegrarás de haber cedido; y si se confirma que estabas en lo cierto, es muy probable que la próxima vez te escuchen.
Es fácil hacerle pensar inadvertidamente a alguien que no se lo quiere o no se lo aprecia. En cambio, un poco de sensibilidad y cortesía pueden tener el efecto opuesto.
Todo el mundo tiene al menos una buena cualidad o una habilidad particular para algo. El entendido busca eso en los demás. Las dotes de algunos son evidentes; en el caso de otros están ocultas y es imperativo descubrirlas.
No se puede tener un equipo de trabajo eficaz si no hay unidad. Es preciso que todos se escuchen y se consulten, que tomen las decisiones juntos y que las lleven a la práctica conjuntamente.

martes, 23 de febrero de 2016

Si no se reconocen aquí tus esfuerzoz, se apreciarán allá.

Si no se reconocen aquí tus esfuerzos, se apreciarán Allá.

     ¡Muy grande será nuestra sorpresa cuando el Señor distribuya las recompensas y se vea quién era verdaderamente el mayor! Algunas personas llevan a cabo su servicio de forma desinteresada y sacrificada, se entregan por completo y sin reservas, pero a pesar de ello nunca se les reconoce su labor. ¡Pasan prácticamente desapercibidas! Sin embargo, Dios tiene un Libro muy grande, ¡Él se entera de esas cosas y lo apunta todo! Y pagará a cada uno conforme a sus obras, según sean buenas o malas (Ver Heb.6:10; 2Cor.5:10). En la Biblia dice: "Entonces los que temían al Señor hablaron cada uno a su compañero; y el Señor escuchó y oyó, y fue escrito Libro de Memoria delante de Él para los que temen al Señor y para los que piensan en Su Nombre" (Mal.3:16).
     Algún día, dentro de poco, ante el Tribunal de Cristo y en la Cena de las Bodas del Cordero, el Señor recompensará grandemente a los que hayan tenido fe y perseverancia para permanecer en Su clase hasta que sonara la campana. Permanece fiel hasta el Final para que pronto, cuando te presentes ante Jesús, tengas la seguridad de haber cumplido tu labor lo mejor posible. ¡Entonces podrás "gozarte y alegrarte, porque tu galardón es grande en los Cielos"! (Mat.5:12) ¡Aquí no lo es siempre, pero Allí lo será eternamente!

lunes, 22 de febrero de 2016

Déjalo pasar

DÉJALO PASAR

No te detengas amigo a replicar,

¿Por qué no lo dejas pasar?
No vale la pena hablar y hablar.
Pues humano es el dar y tomar.
Los hombres felices,
sin embargo han hallado,
mejores maneras de olvidar el pasado.
Y aunque parezca algo imposible
al fin y al cabo es más redimible.
Ganando saldrás, sin duda te digo,
si lo DEJAS PASAR, mi querido amigo.



Sé que a veces es muy difícil,
parece que nunca se hará.
Pero si aprendes esta regla dorada,
la victoria al fin ganarás.
Vale la pena ahorrarte el esfuerzo,
tiempo, energía y sentimientos,
ignorando las cosas
que te causan disgustos,
no presentando argumentos.
Ganando saldrás, sin duda te digo,
si lo DEJAS PASAR, mi querido amigo.



Hay personas que siempre replican,
y la paz nunca logran hallar.
Su causa siempre defienden,
nunca parecen cesar.
Ventilan cualquier ocurrencia,
sin detenerse a medir
el grado de su consecuencia
ni a quienes hacen sufrir.
Mejor es sufrir en silencio te digo,
y DEJARLO PASAR, mi querido amigo.
Hay personas que no se rebajan
a reñir por cositas pequeñas.
Siempre con una sonrisa,
las palabras mordaces desdeñan.
Su grandeza nos ha enseñado
a tomarlo todo con sano humor,
pues a la larga han descubierto
que amargarse es mucho peor.
Es mejor sonreír, alegrarse y cantar,
y simplemente, DEJARLO PASAR.

viernes, 19 de febrero de 2016

Haz algo que te acerque a la meta

HAZ ALGO QUE TE ACERQUE A LA META

Para alcanzar un objetivo hace falta cierta dosis de acción. Haz algo que te acerque a la meta, lo que sea. Dar pequeños pasos es mejor que permanecer inmóvil.

La experiencia y los descubrimientos personales son los mejores maestros. Deja a los demás aprender y experimentar por su cuenta.

Muchos se desaniman tanto con sus errores y fracasos que acaban por moderar sus aspiraciones o caer en el derrotismo. Más cuando se topan con alguien que manifiesta fe en su capacidad y les enseña que no tienen por qué vivir reprimidos por los fracasos del ayer, cobran ánimo para hacer un nuevo intento.

El fracaso, cuando se aprende de él, constituye un paso hacia adelante. Allana el camino para futuros éxitos, pues te obliga a revisar tus planes y métodos hasta descubrir lo que da resultado.

Nadie triunfa actuando con despreocupación. Los vencedores se esfuerzan al máximo hasta que darlo todo se convierte en lo normal para ellos. Así se forjan los campeones.

Los objetivos son el tren de aterrizaje de los sueños.

Tu tiempo y recursos son limitados. Inviértelos atinadamente.

jueves, 18 de febrero de 2016

Da amor y recibirás amor



Procura tratar a todos con el amor y la consideración que manifiestas a tus seres queridos. Verás la diferencia que hace.
El amor sigue siendo la solución divina aun en una sociedad tan compleja y confusa como la actual.
Procura hacer felices a todos, pues todos tienen derecho a serlo y a ver satisfechas sus necesidades.
El amor viene en paquetes muy variados. Si no nos llega como esperábamos, no significa que no lo hayamos recibido.
Siempre hay tiempo para amar, para detenerse a escuchar, para orar por alguien, para dar una mano. Son esos momentos los que hacen que la vida valga la pena.
¿Cuán perfecto es el amor de Dios? Él ve en nosotros lo bueno y las posibilidades latentes, aun en nuestros peores momentos.
El amor en todas sus expresiones -la amabilidad, la mansedumbre, la consideración, el respeto por el prójimo y muchas otras-  es el sello de la grandeza.
El amor posee poder creativo. En el hogar obra su magia motivando actitudes desinteresadas y ayudando a cada miembro de la familia a ver a los demás con una mirada positiva.

miércoles, 17 de febrero de 2016

La tarjeta de presentación

LA TARJETA DE PRESENTACIÓN
 Hecho verdadero ocurrido en 1892

 Un señor de unos 70 años viajaba en el tren, teniendo a su lado a un joven universitario que leía su libro de Ciencias. El caballero, a su vez, leía un libro de portada negra. Fue cuando el joven percibió que se trataba de la Biblia y que estaba abierta en el Evangelio de Marcos.
   Sin mucha ceremonia, el muchacho interrumpió la lectura del viejo y le preguntó:
   Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos?
 - Sí, mas no es un libro de cuentos, es la Palabra de Dios. ¿Estoy equivocado?
 - Pero claro que lo está.
 Creo que usted señor debería estudiar Historia Universal. Vería que  la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la miopía de la religión. Solamente personas sin cultura todavía creen que Dios hizo el mundo en 6 días.
Usted señor debería conocer un poco más lo que nuestros científicos dicen de todo eso.
 Y... ¿es eso mismo lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?
 - Bien, como voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo con la máxima urgencia.
 El anciano entonces, con mucha paciencia, abrió cuidadosamente el bolsillo derecho de su bolso y le dio su tarjeta al muchacho. Cuando éste leyó lo que allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una hormiga.  En la tarjeta decía:

 Profesor Doctor Louis Pasteur Director General del Instituto de Investigaciones Científicas
 Universidad Nacional de Francia
'Un poco de Ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima'.
         Dr. Louis Pasteur

martes, 16 de febrero de 2016

¡TE PREOCUPAS MAS DE LA CUENTA!

¿TE PREOCUPAS MÁS DE LA CUENTA?
No se inquieten por nada(Filipenses 4:6)
No son pocas las personas que viven en un estado de permanente ansiedad, mientras que otros se preocupan y angustian muchísimo. Cómo vivir completamente en paz en medio del ajetreo cotidiano es un secreto que vale la pena conocer. ¿Para qué sirve la preocupación? Que yo sepa, jamás ha ayudado a nadie a ser más fuerte, nunca ha contribuido a que alguien logre cumplir la voluntad de Dios ni tampoco le ha servido como vía de escape para huir de la confusión. La preocupación arruina vidas que de otro modo serían útiles y bellas. La angustia permanente, la ansiedad y la preocupación están terminantemente prohibidas por nuestro Señor, que dijo: «No se preocupen» —es decir, no se inquieten— «preguntándose “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?”, o “¿Con qué nos vestiremos?”»
No es que Él pretenda que no seamos previsores, ni que vivamos de manera improvisada sin planificación alguna; lo que espera es que no nos preocupemos de esas cosas. La gente se da cuenta cuando vives preocupado por las líneas que se te forman en el rostro, por el tono que adopta tu voz y por la ausencia de alegría que manifiesta tu espíritu.
Remóntate a las alturas de una vida entregada a la merced de Dios y así podrás contemplar desde arriba las nubes bajo tus pies. Rev. Darlow Sargeant

lunes, 15 de febrero de 2016

¿Que legado vas a dejar?

Cuando te conviertes en un seguidor de Cristo, Dios te
llena de Su Espíritu Santo. La prueba de que el Espíritu Santo está en ti no es una experiencia emocional. No es el hablar en lenguas o lo alto que saltes.
Lo que prueba que tú tienes el Espíritu de Dios en ti es el hecho de que vayas. ¿Estás compartiendo las Buenas Nuevas con alguien?
Jesús dijo en Lucas 9:60, “¡Deja que los muertos espirituales entierren a sus propios muertos! Tu deber es ir y predicar acerca del Reino de Dios” (NTV).
¿Qué es lo que quiere decir con esa afirmación? Suena bastante insensible. Pero lo que está diciendo aquí es que tienes que considerarte indispensable. Hay algunos oficios en la vida que cualquiera puede hacer, pero hay algunos trabajos que sólo un creyente puede hacer. Sólo un cristiano puede decirle a la gente acerca de Cristo. Sólo un cristiano puede decirle a la gente cómo llegar al Cielo. Sólo un cristiano puede mostrar la compasión de Cristo como Cristo quiere que se muestre.
Dios quiere que hagas lo que es indispensable. Deja que las personas que están espiritualmente muertas hagan las cosas que cualquiera puede hacer. Tú debes pasar más de tu vida haciendo cosas que sólo tú puedes hacer.
Hay un montón de cosas que puedes estar haciendo por el resto de tu vida que no van a importar en absoluto cuando llegues al Cielo.
Pero hay algo que puedes hacer que hará una diferencia eterna. ¿Alguien va a estar en el Cielo porque tú lo ayudaste? ¿Qué clase de legado vas a dejar? El mejor legado es  que alguien en el cielo se te acerque y te diga: "Estoy aquí por ti." Eso es usar tu vida de una manera valiosa.

viernes, 12 de febrero de 2016

Pedir disculpas obra maravillas

PEDIR DISCULPAS OBRA MARAVILLAS
Pedir disculpas requiere humildad; pero es algo que, si lo haces sinceramente, obra maravillas.
Cuando te suceda algo doloroso, tanto si fue accidental como si fue intencional, adopta una actitud positiva y lo superarás con mayor facilidad.
Dar una segunda oportunidad a quien se arrepiente sinceramente de sus errores y quiere superarse no es señal de debilidad, sino de fortaleza.
No busques a quién echarle la culpa: nada sacas con eso. Averigua cuál fue el fallo, remédialo y sigue adelante.
En realidad nadie merece perdón. Quien ha obrado mal, en justicia se merece una sanción. Sin embargo, el perdón es superior a la justicia. La justicia es humana; el perdón, divino. Perdonando participas de la naturaleza divina.

jueves, 11 de febrero de 2016

El Nazi y su prisionera

EL NAZI Y SU PRISIONERA
por Corrie Ten Boom

Lo vi en una iglesia de Munich. Era un hombre delgado de cabellos claros. Llevaba un abrigo gris y estrechaba entre sus manos un sombrero marrón. El público estaba saliendo de la sala subterránea donde yo acababa de dar una conferencia, e iba avanzando entre las filas de sillas de madera en dirección a la puerta del fondo. Corría el año 1947, y yo había llegado de Holanda a una Alemania derrotada con un mensaje de que Dios perdona.
Era la verdad que más necesitaban en aquel país amargado y arrastrado por las bombas, y utilicé mi metáfora preferida. Quizá por ser holandesa, siempre pienso en el mar, y me gusta la idea de que en él son arrojados los pecados perdonados. «Cuando confesamos nuestros pecados —dije—, Dios los arroja a lo más profundo del océano y allá quedan para siempre».
Con expresión grave, los asistentes tenían la mirada fija en mí, sin atreverse a creerlo del todo.
En la Alemania de 1947, no había preguntas después de una conferencia. Al terminar, el público se levantaba en silencio, en silencio recogía sus abrigos y en silencio salía de la sala.
Fue entonces cuando lo vi, abriéndose paso entre la multitud. Primero lo vi con el abrigo y el sombrero; un instante después, con uniforme azul y su gorra de visera con una calavera.
 De repente me vino a la memoria: una sala inmensa con luces deslumbrantes, una patética pila de ropas y zapatos en el centro de la sala, la vergüenza de estar desnudas en presencia de aquel hombre. En frente de mí recordé la frágil figura de mi hermana, con las costillas marcadas bajo su piel apergaminada. ¡Qué flaca estabas, Betsie!
Betsie y yo fuimos detenidas por esconder judíos en nuestra casa durante la ocupación de Holanda por los nazis. Aquel hombre había sido guardia del campo de concentración de Ravensbrück, adonde fuimos enviadas. 
De pronto me lo encontré delante de mí, con la mano extendida.
—¡Excelente sermón, Fräulein! —dijo— ¡Qué bueno saber que, como usted dijo, todos nuestros pecados están en el fondo del mar!
Yo, que había hablado con tanta facilidad del perdón, me puse a hurgar en mi cartera en vez de darle la mano. Como era natural, no se acordaba de mí. ¿Quién se iba a acordar de una prisionera entre miles?
Yo sí que me acordaba de él y de la fusta de cuero que le colgaba de la correa. Era la primera vez, desde que recobré la libertad, que me encontraba cara a cara con uno de mis anteriores guardianes. Se me heló la sangre.
—Mencionó Ravensbrück —me dijo—. Yo fui guardián allí.
Efectivamente, no se acordaba de mí.
—Pero —prosiguió—, ahora soy cristiano. Sé que Dios me ha perdonado las crueldades que cometí allí, pero me gustaría oírlo también de labios de usted. 
—Fräulein —dijo, mientras me extendía la mano—, ¿me perdona?
Yo, cuyos pecados tenían que ser perdonados cada día, me encontraba frente a él, incapaz de hacerlo. Betsie murió allí; ¿era suficiente que él pidiera perdón para borrar de mi memoria la lenta y dolorosa muerte de mi hermana?
No debió de estar muchos segundos con la mano extendida, pero a mí me parecieron horas, mientras forcejeaba para hacer lo que más me ha costado en toda la vida.
No tenía más remedio que hacerlo, y lo sabía. Dios nos perdona, pero con una condición: que nosotros perdonemos a los que nos han ofendido. «Si no perdonáis a los hombres sus ofensas —dijo Jesús—, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas».
Para mí, aquello era más que un mandamiento de Dios: era una experiencia de la vida diaria. Desde que terminó la guerra, había tenido un hogar en Holanda para víctimas de la barbarie nazi. Los que habían sido capaces de perdonar a sus antiguos enemigos pudieron volver también al mundo exterior y reconstruir sus vidas, por grandes que fueran las cicatrices físicas. Los que albergaban rencores continuaron siendo inválidos. No podía ser más sencillo y a la vez más horroroso.
Yo seguía parada, con el corazón helado. Pero el perdón no es una emoción y yo también sabía eso. El perdón es un acto voluntario y la voluntad es capaz de funcionar independientemente de la temperatura del corazón. «Ayúdame, Jesús —oré en silencio—. Puedo levantar la mano. Por lo menos puedo hacer eso. Dame Tú el deseo».
Inexpresiva y maquinalmente, extendí la mano y se la di. Y al hacerlo, sucedió algo increíble. Una corriente eléctrica, partiendo de mi hombro, me recorrió el brazo en un instante y produjo como un chispazo en nuestras manos entrelazadas. A continuación, aquella calurosa sensación invadió todo mi ser y me saltaron las lágrimas a los ojos.
—¡Te perdono, hermano! —exclamé—. ¡De todo corazón!
Durante un rato estuvimos dándonos la mano, el ex guardián y la ex prisionera. Jamás había sentido el amor de Dios con tanta intensidad.

miércoles, 10 de febrero de 2016

¡Sé un visionario!

¡SÉ UN VISIONARIO!
¡Sé un visionario! Solo los que logran visualizarse en el lugar que quieren alcanzar logran llegar allí.
En la vida tomamos un sinfín de decisiones, las cuales determinan nuestro carácter, nuestro éxito y nuestra felicidad. Por ello, más nos vale elegir con acierto.
Si quieres ver avances y mejoras, da un paso hacia adelante, luego otro, luego otro.
La vida es una maratón, no una carrera de 100 metros. Regula tu ritmo y mantén la mirada fija en la meta. Corre con corazón; te alegrarás de haberlo hecho cuando cruces la línea de llegada. Tus esfuerzos serán premiados.
El éxito es el premio a la perseverancia.
Para aumentar tus posibilidades de éxito, esfuérzate por dominar el arte de la sencillez. Procura que tus palabras, ideas y comunicaciones sean sencillas.
Hay muy pocas cosas en la vida que de veras no pueden hacerse. Lo más probable es que esa dificultad a la que te enfrentas actualmente no sea una de ellas. Da rienda suelta a toda tu creatividad e inventiva. Amplía tus horizontes, y no cejes en tu empeño.

martes, 9 de febrero de 2016

Pasemos por alto los errores ajenos

PASEMOS POR ALTO LOS ERRORES AJENOS

La capacidad de perdonar es una de las virtudes más valiosas que hay. Forma parte de la naturaleza y esencia de Dios. Al perdonar te alzas por encima de la pequeñez de espíritu de los mortales.

Se necesita fe y optimismo para pasar por alto los errores ajenos y ser capaz de ver lo bueno que puede salir de ellos. Es un don que mucha más gente podría tener si se lo pidiera a Dios.

Cuando se desate un conflicto, accede a escuchar a la otra persona, por muy difícil que te resulte oír su versión de los hechos o por mucho que discrepes de ella. Si ve que la escuchas, que vas a obrar con sensatez y disculparte si la situación lo amerita, lo más probable es que ella haga lo mismo.

Si tienes que pedir perdón, lo mejor es hacerlo enseguida.

Es una pena que dos personas pasen días, meses o incluso años distanciadas a causa de un malentendido que podría haberse resuelto si una de las dos hubiera manifestado más humildad, amor o comprensión.

viernes, 5 de febrero de 2016

¡Corre la carrera!

CORRE LA CARRERA

«La victoria no consiste simplemente en cruzar la línea de llegada, sino en vencer toda oposición hasta alcanzar la meta». Eso es tan válido para la vida espiritual del cristiano como para los deportes, salvo una diferencia: En la lucha espiritual, la victoria es de quienes dependen de las fuerzas y habilidades del Señor, no de las propias.
No podemos quedarnos sentados como espectadores; tenemos que ponernos en forma espiritualmente y conservar esa forma. 
Para ser campeones, tenemos que entrenar como tales. Expresado en términos contemporáneos, el apóstol Pablo lo explicaría de la siguiente forma: «Corre la carrera para ganarla. Para vencer tienes que hacer a un lado cualquier cosa que te impida tener un rendimiento óptimo. Corro en pos de la meta poniendo todo mi empeño en cada paso que doy. No es un simulacro ni un juego».  Keith Phillips
A veces la lucha es encarnecida, pero aun así ganamos. Dios triunfa, porque el bien es de Dios y Él no puede perder. Las fuerzas de Dios no pueden ser derrotadas ni el plan de Dios frustrado.
Estamos a la ofensiva. Satanás intenta detenernos, pero no puede. «No pueden detener nuestra lluvia». «Ninguna arma que se forje contra ustedes prosperará».
Mayor es Jesús que está en nosotros que el que está en el mundo. Mientras seamos fieles a nuestro llamado, seguiremos adelante, ganando, prosperando, propagándonos y multiplicándonos hasta que venga Jesús. 

 David B.B.

jueves, 4 de febrero de 2016

¡Lo que parece ser una piedra es en realidad un pan!

¿LAMENTARNOS Y REVIVIR EL PASADO?

María Fontaine

Si una decisión que tomaste parece haber tenido malos resultados o derivó en consecuencias imprevistas, ten presente que probablemente no has visto todavía todos sus efectos. Lo que tiene aspecto de piedra o de serpiente todavía puede transformarse en pan o en una comida completa. El cineasta, actor y productor Orson Welles dijo en cierta ocasión: «El final feliz depende de dónde ponemos punto final a nuestra historia». O como dijo otro: «Todo terminará bien; y si no ha terminado bien, es que todavía no hemos visto el final». Ese principio es particularmente cierto en el caso de las personas que aman al Señor y buscan Su orientación, puesto que Él ha prometido obrar de manera que todas las cosas redunden en nuestro bien.
Revivir el pasado y lamentarnos de algunas cosas que hicimos, o sumirnos en el remordimiento por no haber hecho otras que nos hubiera gustado hacer, es propio de nuestra naturaleza humana. Dios lo comprende. Así y todo, es un error dejar de ver todo lo bueno que también trajeron esas experiencias: la madurez, la profundidad y otras enseñanzas que contribuyeron a forjar nuestro carácter y a prepararnos para cosas mayores y mejores que han de venir.
Al volver la mirada hacia el pasado debemos apreciar los bienes y dichas que nos deparó. No nos olvidemos de «todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro y todo lo amable» que también ha habido en nuestra vida. Demos gracias a Dios por las decisiones acertadas que tomamos en el pasado y por las que nos va a ayudar a tomar en un futuro. 

miércoles, 3 de febrero de 2016

¿Que significa misericordia?

¿QUÉ SIGNIFICA MISERICORDIA?

     Una madre solicitó a NapoleónB el perdón de su hijo. El emperador
dijo que era el segundo delito que cometía el hombre y que la justicia
exigía su ejecución.
     —No pido justicia —dijo la madre—, pido misericordia.
     —Pero señora —respondió el emperador—, no merece misericordia alguna.
—Su excelencia —prosiguió la madre—, si la mereciera, no sería
misericordia, y misericodia es todo lo que pido.
—Muy bien —dijo el emperador—, tendré misericordia.
Y así se salvó la vida de su hijo.

¡Qué manera más simple y clara de dar con el significado de lo que es la
esencia de la misericordia! Como Dios nos salva por Su misericordia,
entonces no es porque la merecemos, sino porque nos ama a pesar de todo:
Somos indignos de ser llamados a formar parte de la familia de Dios, con
todo el egoísmo que brota en nuestros corazones, con tantas palabras
hirientes que pronunciamos, y tantos actos desamorados que cometemos;
pero aun con todo este peso encima, nos basta con un simple acto de fe y
entrega para recibir el perdón divino y para heredar la vida eterna.
«Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia.» (Tito 3:5)

martes, 2 de febrero de 2016

Dormir en paz, y levantarse en paz

La expresión popular “dormí como un lirón” es frecuentemente usada por aquellos que pudieron conciliar un sueño profundo y largo y luego se levantaron bien descansados.
Aunque para ser más precisos el lirón no es el animal que más duerme, sino el koala australiano, que de las 24 horas del día dormita 22. ¡Fenomenal perezoso!
Y si el dormir mucho es un grave problema que atrae a la pobreza como hombre armado, según dijera Salomón en el libro de Proverbios en la Biblia, no dormir, o no hacerlo en la forma correcta y en la medida justa, es también un serio problema que termina por alterarle los nervios al que la padece y enfermarle por agotamiento físico, pues no descansa.
Fue la escritora y directora de cine francesa Françoise Sagan quien dijo:”Para mí la felicidad consiste en gozar de buena salud, dormir sin miedo y despertarme sin angustia”.
Aunque tristemente murió de una embolia pulmonar en el 2004 después de una agitada vida en la que consumió sin ninguna moderación drogas y alcohol, llegando inclusive a estar en prisión por consumo de cocaína.
Y así como esta famosa mujer muchos seres humanos le dan un alto valor a tener buena salud, dormir en paz y levantarse sin afanes de su lecho.
Pero la dura realidad de la vida ofrece mala salud, sueño leve y convulso y más angustias cada vez que se despiertan, al punto de no querer despertarse nunca, tener que vivir sedados y con los nervios en punta.
Es una triste condición que contrasta con la gran dicha de la cual nos habla el rey David en una oración que él hace antes de irse a la camita y que quedó consignada como el Salmo 4.
Finalizando su texto él dice completamente relajado que en paz se va a acostar y que con esa misma paz va a dormir toda la noche, y luego, con esa misma paz, se va a levantar descansado y lleno de vigor para iniciar un nuevo día.
¿Cuál era su secreto para tener una noche tan plena?
¿Sería acaso uno de los nuevos colchones que anuncian en la televisión?
¿O unas infusiones de yerbas medicinales? ¿O drogarse o tomar unos sedantes?
No, su gran secreto, que ya no lo es, era el hecho de ir al lecho con nada malo en el pecho.
Sí, ir a dormir después de pedir perdón sus pecados, perdonar a sus enemigos, confiar sus asuntos a Dios, llenarse de su presencia y dormir sabiendo que Él guardaba su sueño.