miércoles, 11 de octubre de 2017

Confiar en Dios convierte los problemas en oportunidades.

“No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras se manifiesten en él” (v. 3)
Si no lo conocieras, pensarías que todo está a favor de Nick Vujicic. Nick nunca ha tenido problemas en las rodillas. Nunca se ha aplastado el dedo con una puerta, nunca se ha dado en los dedos del pie, ni se ha golpeado la rodilla contra la pata de una mesa.
Pero eso es debido a que Nick no tiene dedos del pie. Ni dedos. Ni rodillas. Ni brazos. Nick nació sin brazos ni piernas. Antes de que comiences a lamentarte por Nick, lee sus palabras. “Dios no dejaría que nada nos suceda en la vida a menos que tenga un buen propósito para ello. Yo entregué mi vida por completo a Cristo cuando tenía 15 añosdespués de leer Juan 9, Jesús dijo que la razón por la que el hombre había nacido ciego era ‘para que las obras de Dios se manifiesten en él’… Ahora veo esa gloria revelada cuando Él me usa tal y como soy de maneras en que los demás no pueden ser usados”. Nick viaja por el mundo para difundir el Evangelio y el amor de Jesús.
Él dice: “Si puedo confiar en Dios en las circunstancias que me encuentro, entonces tú puedes confiar en Dios en las circunstancias que te encuentres… El mayor de todos los gozos es tener a Jesucristo en mi vida y vivir el propósito piadoso que Él tiene para mí”.
¿Podemos nosotros decir eso? ¿Podemos ver más allá de nuestras limitaciones y tener la misma confianza en Dios que transformó a un hombre sin brazos ni piernas en un misionero de Jesús?
Confiar en Dios convierte los problemas en oportunidades.

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