Dios quiere que seas parte de su familia

Por Rick Warren “Todos a una voz podrán unirse en alabanza al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Acéptense unos a otros así como Cristo los ha aceptado. Acéptense para honrar a Dios.” (Romanos 15:6-7 PDT) Existen dos formas de ser parte de una familia: O naciste en ella o puedes ser adoptado. ¡Dios hace las dos por ti! Se llama que has nacido de nuevo, y se dice que has sido adoptado para la familia de Dios. Dios hace las dos. En la ley Romana, la cual la gente del Nuevo Testamento seguía, tú podías repudiar a un hijo que habías engendrado. Pero si tú adoptabas a un niño, te estaba prohibido repudiarlo. Dios te dice que no solamente has vuelto a nacer dentro de su familia, sino que además él te ha adoptado, y no existe forma de que él te repudie. ¡Esas son buenas noticias! Podrías preguntar, “¿No importa lo que haga? ¿De verdad?” ¡No importa lo que hagas! Una vez que has nacido, no puedes evitar nacer. Una vez que has vuelto a nacer, no puedes evitar volver a nacer. El compañerismo se puede romper, pero no importa lo que tus padres digan, todos saben que sigues siendo su hijo. De la misma forma, una vez que eres miembro de la familia de Dios, ¡tú permaneces dentro de la familia de Dios! La Biblia dice en 1 Timoteo 3:15, “Quiero que sepas cómo se debe vivir en la familia [a] de Dios. Esa familia es la iglesia del Dios viviente” (PDT). Nosotros somos la familia de Dios. La Iglesia no es un lugar al que vas. La Iglesia es algo a lo que perteneces. Tú eres injertado en la vid y el árbol de la vida. Tú has vuelto a nacer y has sido adoptado por la familia de Dios. Él dice todas estas cosas. Has sido unido al Cuerpo de Cristo. La mayoría de las personas piensan que el cristianismo es un sistema de creencias. Hay creencias involucradas, pero es más que eso. Se trata de conexión y pertenencia. Ser cristiano significa pertenecer a la familia de Dios. Eso quiere decir que eres parte del Cuerpo de Cristo. La Biblia dice que es como nacer dentro de una familia. Romanos 15:6-7 dice, “Todos a una voz podrán unirse en alabanza al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Acéptense unos a otros así como Cristo los ha aceptado. Acéptense para honrar a Dios” (PDT). Y este ha sido el plan de Dios todo el tiempo – ¡hacerte parte de su familia!