¿Problemas de salud?

¿PROBLEMAS DE SALUD?

Una mujer que padecía problemas nerviosos acudió a la consulta del
renombrado médico Dr. Howard Kelly. Los afanes de la vida amenazaban su
salud física e incluso su equilibrio mental. Luego de explicarle los
síntomas al facultativo, escuchó con asombro la cura que éste le prescribía:

—¡Señora, lo que usted necesita es leer la Biblia más a menudo!

—Pero doctor..., —balbuceó la sorprendida dama.

—Empiece a dedicar una hora diaria a la lectura de la Biblia, y regrese
a verme dentro de un mes, —reiteró el médico con cortesía y firmeza.

Al principio la mujer estuvo a punto de enojarse, pero reaccionó
reflexionando con sinceridad, viendo que había abandonado la lectura
cotidiana de la Palabra de Dios y se había alejado de la sombra del
Omnipotente y de la comunión que antes tenía con su Señor. Al regresar a
su Dios y a Su Palabra recuperó el gozo de su salvación. Al cabo de un
mes volvió al consultorio del doctor, quien le felicitó:

—Puedo ver que ha sido usted una paciente obediente. ¿Cree ahora que
necesita la ayuda de algún otro remedio?

—No, doctor. Me siento como una persona totalmente distinta. Pero
dígame: ¿Cómo supo lo que necesitaba?

Mientras que el especialista tomaba una ajada y muy marcada Biblia en
sus manos, dijo:

—Si yo descuidara la lectura diaria de la Palabra de Dios, no sólo
perdería la alegría, sino también mi gran fuente de fortaleza y de
capacidad para mi trabajo. En su caso los medicamentos no eran
necesarios; lo que necesitaba era la fuente de paz y fortaleza.