viernes, 31 de octubre de 2014

Cuando todo va bien



¡No puedes ser amigo de Dios sólo en tiempo de vacas gordas! ¡Debes seguir sirviendo al Señor aun cuando todo vaya mal!

     La mayoría de los cristianos son capaces de tener fe en circunstancias y situaciones normales y corrientes, en lo que suponen que Dios va a hacer; pero solamente los que tienen gran fe, como Job, pueden decir, cuando todo va mal y parece contrario a la Palabra y a lo acostumbrado: "¡Aunque Él me matare, en Él esperaré!" (Job 13:15) En otras palabras, Job decía: "Aunque parezca que Dios está faltando a Su propia Palabra conmigo, aunque Él me mate en contra de todas Sus promesas, ¡yo seguiré confiando en Él!"
     Si solamente vas a estar dispuesto a creer y obedecer al Señor mientras todo vaya sobre ruedas, no creerás ni obedecerás mucho, ¡porque cuando se sirve al Señor hay muchas cosas que parecen salir mal! Mas aunque "muchas son las aflicciones del justo", la Biblia promete que "¡de todas ellas le librará el Señor!" ¡No importa cuántas sean ni nada! (Sal.34:19) Así que tratemos de ser capaces de soportar nuestras pruebas y tentaciones, ¡y confiar en Dios pase lo que pase!
     "¡Confía, pues, en Dios, por muy oscuro que el camino te pueda parecer! ¡Toma Su mano hasta que raye el alba y despertemos semejantes a Él!"

jueves, 30 de octubre de 2014

Obten lo que quieres por tu fe



¡Uno obtiene lo que pide, conforme a su fe!

     ¡El Señor procura ser lo más bueno posible con nosotros! Te dará todo lo que quieras y que sea bueno para ti, porque te ama. Él nos promete: "¡No negará ningún bien a los que andan en integridad!" (Sal.84:11)
     Pero a veces, dice la Biblia, no tenemos porque no pedimos. (Stg.4:2) De modo que si de veras necesitas algo, ¡ora para recibirlo! ¡Ora por ello! Pero ten cuidado con lo que le pidas al Señor, ¡pues muchas veces te tomará al pie de la letra! ¡El Señor te tomará exactamente la Palabra, conforme a tu fe!
     Existe una anécdota sobre cierto predicador que una vez oró: "Señor, dame un auto, necesito un auto, lo necesito desesperadamente, Señor. ¡Cualquier auto viejo!" Y eso fue exactamente lo que obtuvo, justo lo que había pedido, ¡un verdadero cacharro! Y dijo: "La siguiente vez oré por un auto bueno, ¡y lo obtuve!" Dios es muy claro, ¡y has de ser muy claro con Él! Él dice: "¡Mandadme!" (Isa.45:11) ¡Te dará lo que le pidas, y sin duda alguna lo que confíes recibir! Así nos bendice el Señor si confiamos en Él, si le complacemos, si le seguimos y si le obedecemos.
     Dios te dará conforme a tu fe, y tu fe debería abarcar todo lo que necesites. Si la necesidad es patente, la solución debe de estar presente, así que ¡mira a tu alrededor y ora para recibirla!

miércoles, 29 de octubre de 2014

Tu decides



Todo el plan de Dios gira alrededor del libre albedrío, dentro de ciertos límites.

     ¡Las reglas del juego, de este juego de la vida, consisten en elegir, en elegir incesantemente! Dios nos enfrenta permanentemente con decisiones y nos deja elegir por nuestra cuenta y actuar dentro de ciertos términos.
     La voluntad de Dios podría compararse a un túnel que nos confina y limita a un margen determinado de acción. Nos mantiene dentro de ciertos linderos y limitaciones, pero la dirección que tomemos dentro del túnel —a derecha o izquierda, arriba o abajo—, depende mucho de nosotros y de lo que escojamos. Si nos mantenemos dentro de los límites que Dios ha determinado, podremos contar con un margen de tolerancia y de diversas posibilidades dentro de la Voluntad de Dios. Y aunque se nos permite hallar nuestro camino dentro del túnel en la dirección que nos parezca más apropiada, con cada paso que demos deberíamos hacer adelantos, en lugar de retroceder.
     ¡El túnel siempre avanza en la dirección debida! ¡Siempre lleva a un objetivo! ¡Y claro que, aunque sea un túnel, siempre ofrece una posibilidad que es la mejor de todas! ¡Si nos sometemos al Señor y hacemos que nuestras decisiones sean reflejo de las Suyas, si lo complacemos y nos deleitamos en Él, estaremos marchando en la dirección que Dios quiere, dentro de Su perfecta voluntad, en pos de la luz que brilla al final del túnel!

martes, 28 de octubre de 2014

Dios no quiere que seas perfecto



¡El cristiano no es alguien perfecto, sino alguien perdonado!

     Para algunos todo es blanco o negro y no hay tonos intermedios. Pero el hecho es que tal cosa no existe; más bien somos todos grises, ¿verdad? ¡Nadie es perfectamente limpio y puro salvo por la sangre de Cristo y por la fe!
     ¡Fijémonos en algunos de los hombres más grandes de la Biblia! Eran hombres de fe, pero todos cometieron errores. Fueron todos ejemplos admirables, no de su propia grandeza, sino de su absoluta confianza en Dios.
     ¡Nadie puede ser suficientemente bueno! ¡Todos somos falibles, todos nos equivocamos, todos cometemos pecados y sólo estamos salvados por la gracia de Dios! ¡Lo único que nos salva es Su amor, Su misericordia, Su gracia y Su sacrificio en el Calvario! ¡Nada más! ¡Nada! ¡Gracias a Dios que nuestra salvación no tiene que ver con nuestra bondad, ni siquiera con nuestra maldad, sino con nuestra fe en la misericordia y la gracia de Jesucristo! ¡A pesar de todos nuestros pecados, defectos, errores, equivocaciones e imperfección, Dios aún puede salvarnos mediante Jesucristo! ¡Él nos sigue amando, y todavía podemos ser cristianos si recibimos al Señor y Su regalo, la vida eterna! ¡Solo Jesús es perfecto y capaz de ayudarnos! ¡Y por eso fue que tuvo que venir!

lunes, 27 de octubre de 2014

Humildad y grandeza

Humildad y grandeza

Cuanto más vivo, más me convenzo de que cada uno de nosotros posee cualidades de héroe. Todos nos enfrentamos a contrariedades y dificultades. A lo largo de nuestra vida, todos pasamos por momentos en que somos capaces de elevarnos por encima de nuestros instintos humanos más bajos y convertirnos en ángeles con una vocación sublime. Cuando respondemos a ese llamamiento nos volvemos héroes en el más genuino sentido de la palabra. William Holland

El mundo mide la grandeza en función del dinero, la elocuencia o las dotes intelectuales que uno posea, o incluso por su destreza en el campo de batalla. El Señor, en cambio, aplica el siguiente patrón de medida: «En el reino de Dios, las personas más importantes son humildes como este niño». John Henry Jowett

Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor del Señor. Proverbios 22:4

Se realizan muchas grandes acciones en las pequeñas luchas. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, la pobreza, son campos de batalla que tienen sus héroes; héroes oscuros más grandes a veces que los ilustres. Victor Hugo

No se deben confundir la notoriedad y la fama con la grandeza. Muchos que hoy ostentan un título no saltaron a la fama ni obtuvieron su fortuna por méritos propios. Por otra parte, he conocido personas de grandeza indiscutible y que desempeñan una labor muy poco reconocida. La grandeza es una cualidad del espíritu. No tiene nada que ver con la posición que uno ocupe entre los mortales. Nadie —y menos aún un simple ser humano— confiere grandeza a otro, pues es un estado que se alcanza, no un premio. La grandeza corona a un conserje con la misma facilidad que a una persona de destacada posición social. Sherman Finesilver

Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Corintios 13:13

sábado, 25 de octubre de 2014

La Fe



Fe es...

     ...creer en lo que no se puede ver. Es guardar la calma cuando todo es turbulento. La fe no es pasiva: ¡es poner las creencias en práctica! Tener fe es pedir lo que se necesita. La fe es oír lo imperceptible y ver lo invisible; creer lo increíble y recibir lo imposible. ¡La fe va en contra de las expectativas y condiciones naturales! Tener fe es crear un vacío en el corazón para que lo llene Dios. Tener fe no es creer simplemente que Dios puede hacer algo, ¡sino que lo hará! Con fe, la respuesta no sorprende. Ya se sabía que sucedería.
     Tener fe es permanecer en tu puesto cuando todos los demás desertan. Es quemar las naves para no poder volver atrás. Es estar dispuesto a pagar cualquier precio. Es hacer lo que Dios pide hoy y creer que Él hará mañana lo que ha prometido. La fe es lo contrario del temor. Tener fe es elegir a Dios a pesar de las demás posibilidades. Es confiar en la Palabra de Dios y no en lo que te dicen tus sentidos. Es estar dispuesto a morir confiando. ¡Esa es la clase de fe con la que se pueden obrar curaciones y milagros!
     La fe es como un músculo que se vuelve fuerte y flexible al ejercitarlo. ¡La fe se edifica con el estudio fiel de la Palabra de Dios!