lunes, 27 de octubre de 2014

Humildad y grandeza

Humildad y grandeza

Cuanto más vivo, más me convenzo de que cada uno de nosotros posee cualidades de héroe. Todos nos enfrentamos a contrariedades y dificultades. A lo largo de nuestra vida, todos pasamos por momentos en que somos capaces de elevarnos por encima de nuestros instintos humanos más bajos y convertirnos en ángeles con una vocación sublime. Cuando respondemos a ese llamamiento nos volvemos héroes en el más genuino sentido de la palabra. William Holland

El mundo mide la grandeza en función del dinero, la elocuencia o las dotes intelectuales que uno posea, o incluso por su destreza en el campo de batalla. El Señor, en cambio, aplica el siguiente patrón de medida: «En el reino de Dios, las personas más importantes son humildes como este niño». John Henry Jowett

Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor del Señor. Proverbios 22:4

Se realizan muchas grandes acciones en las pequeñas luchas. La vida, la desgracia, el aislamiento, el abandono, la pobreza, son campos de batalla que tienen sus héroes; héroes oscuros más grandes a veces que los ilustres. Victor Hugo

No se deben confundir la notoriedad y la fama con la grandeza. Muchos que hoy ostentan un título no saltaron a la fama ni obtuvieron su fortuna por méritos propios. Por otra parte, he conocido personas de grandeza indiscutible y que desempeñan una labor muy poco reconocida. La grandeza es una cualidad del espíritu. No tiene nada que ver con la posición que uno ocupe entre los mortales. Nadie —y menos aún un simple ser humano— confiere grandeza a otro, pues es un estado que se alcanza, no un premio. La grandeza corona a un conserje con la misma facilidad que a una persona de destacada posición social. Sherman Finesilver

Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Corintios 13:13

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