viernes, 30 de octubre de 2015

Estrategias para ser feliz

ESTRATEGIAS PARA SER FELIZ

Diez estrategias para ser feliz, cuyo efecto está científicamente demostrado.


1. Disfrute de las cosas sencillas. Deténgase de vez en cuando para oler la fragancia de una rosa u observar a los niños mientras juegan. 
2. Evite las comparaciones.
Aunque mantenerse a la par con los vecinos es parte de la cultura [de muchos países], compararnos con los demás puede ser perjudicial para la felicidad y la autoestima. Centrarnos en nuestros propios logros lleva a una mayor satisfacción que compararnos con los demás.
 3. Conceda poca prioridad al dinero. La gente que otorga al dinero una alta prioridad corre mayor riesgo de sufrir depresiones y ansiedad y tiene una menor valoración de sí misma. Cuanto más buscamos satisfacción en los bienes materiales, menos la encontramos en ellos. La satisfacción tiene corta vida, es muy pasajera.
 4. Propóngase objetivos trascendentes. «Las personas que se esfuerzan por lograr algo significativo, ya sea adquirir una nueva habilidad o criar hijos con integridad moral, son mucho más felices que las que no tienen sueños o aspiraciones elevados. 
5. Tome la iniciativa en el trabajo. La felicidad en el trabajo depende en parte de la medida en que uno tome iniciativa. Cuando actuamos con creatividad, ayudamos a los demás, proponemos mejoras o hacemos más de lo que nos marca el deber, nuestro trabajo se vuelve más gratificante y nos sentimos más dueños de la situación.
 6. Cultive amistades y valore a su familia. La gente más feliz por lo general tiene familias y amistades estables y relaciones que le proporcionan apoyo, Pero no basta con ser el alma de la fiesta si se está rodeado de personas a las que apenas se conoce. «No se trata sólo de relacionarse con los demás; es preciso forjar relaciones profundas» en las que haya comprensión y afecto.
 7. Sonría aunque no tenga ganas. Puede que parezca una bobada, pero da resultado. «La gente contenta ve posibilidades, oportunidades y vías para alcanzar sus objetivos. Además, encara el futuro con optimismo, y al revivir el pasado suele evocar los buenos momentos. Aunque usted no posea un optimismo innato, con la práctica puede cultivar el hábito de enfocar las cosas positivamente.
 8. Sea agradecido. Las personas que llevan un registro semanal de todo aquello que suscita su gratitud suelen ser más saludables, más optimistas y más capaces de progresar en la consecución de sus objetivos. Las personas que escriben notas de agradecimiento a quienes han influido para bien en su vida alcanzan mayores cotas de felicidad y tienen menores índices de depresión. El efecto además dura varias semanas.
 9. Salga a hacer ejercicio. El ejercicio puede ser tan eficaz como los medicamentos para tratar la depresión, con el añadido de que no tiene efectos secundarios y es menos costoso. El ejercicio practicado con regularidad brinda satisfacción, crea oportunidades de interacción social, libera endorfinas —que producen sensación de bienestar— y aumenta la autoestima.
 10. Practique la generosidad y el servicio al prójimo. Haga del altruismo y la generosidad parte integral de su vida, y sea asertivo en ello. Ayudar a un vecino, participar en labores de voluntariado o donar bienes y servicios es muy gratificante y trae aparejados más beneficios para la salud que hacer ejercicio o dejar de fumar. Quienes gastan dinero en otras personas se declaran mucho más felices que quienes se lo gastan en sí mismos.

Cómo disfrutar del gozo divino

CÓMO DISFRUTAR DEL GOZO DIVINO
Si todavía no conoces el gozo del Señor, pruébalo ahora mismo haciendo la siguiente oración:
Jesús, me han dicho que Tú puedes darme una alegría que ninguna circunstancia podrá robarme: ni el dolor, ni la tristeza, ni tragedia alguna. Si de veras es así, quiero que me ayudes. Sé mi amigo, acompáñame y dame un propósito para vivir cada día. Muchas gracias.
 Dios nos promete alegría aun en los tiempos difíciles
Estoy rebosante de ánimo y de alegría a pesar de todas las penalidades. 
2 Corintios 7:4 (BLPH)
De buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo […] en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias.
2 Corintios 12:9,10

Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. […] Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo.
1 Pedro 4:12,13

Mientras pasas por la prueba, recuerda victorias anteriores y toma nota de las bendiciones de las que gozas, convencido de que vendrán otras mayores si permaneces fiel. Ezra Taft Benson (1899–1994)

miércoles, 28 de octubre de 2015

Bienaventurado el que piensa en el pobre

BIENAVENTURADO EL QUE PIENSA EN EL POBRE
Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará el Señor. Salmo 41:1
Pobres de muy diversas índoles se acercan a todos nosotros. Debemos asegurarnos de no darles nunca la espalda, dondequiera que los encontremos. Pues cuando les damos la espalda, le estamos dando la espalda a Jesucristo. Madre Teresa (1910–1997)
Cuando centramos nuestra atención en nosotros mismos, nuestro mundo se contrae, y los problemas y preocupaciones se agigantan. En cambio, cuando pensamos en los demás, nuestro mundo se amplía. Nuestras dificultades se trasladan a la periferia de nuestra mente y parecen más pequeñas, y al mismo tiempo aumenta nuestra capacidad de hacer contacto con los demás, es decir, de actuar compasivamente. Daniel Goleman
El justo está atento a la causa de los pobres; el malvado no entiende que eso es sabiduría. Proverbios 29:7
Abre generosamente tu mano al pobre, al hermano indigente que vive en tu tierra. Deuteronomio 15:11
El mejor indicador del carácter de una persona es cómo trata a quienes no tienen nada que ofrecerle. Abigail Van Buren (1918–2013)
Señor,
ayúdanos a seguir Tu ejemplo,
preocupándonos de quienes todos los días se sienten marginados,
los que carecen de esperanza,
los que consideran que tienen poco que ofrecer,
los que se ven superados por los apremios de la pobreza.
Ayúdanos a ampliar nuestros horizontes,
a hacer lugar para el desconocido,
a velar por quienes se sienten invisibles,
a prestar atención al excluido,
a hablar con la persona que se enfrenta al silencio,
a restaurar la justicia y la dignidad.
Danos valor para acometer esta empresa, determinación para ver —juntamente con los demás— gracia en cada rostro humano
y fe para aprovechar las oportunidades.
Oración por la justicia, del Church Urban Fund

martes, 27 de octubre de 2015

Su velocidad es un don de Dios

Allyson Felix, la nueva gran velocista del atletismo en los Estados Unidos afirma que su velocidad es un don de Dios y cuando corre lo hace para darle la gloria.
En el 2007 Allyson se convirtió en la segunda atleta femenina – después de Marita Koch en 1983 –  en ganar tres medallas de oro en los Campeonatos del mundo IAAF en el Atletismo.
Según informó El País, la nueva Marion Jones del atletismo estadounidense, después de un viaje de 90 millas (145 kilómetros) hacia el interior de California a través de un desierto de cañones, hasta la Sunrise Church (Iglesia del Amanecer), tomó un micrófono y habló diciendo: “Crecí en la escuela dominical y enseguida comprendí que era una pecadora y que sólo Jesucristo podía salvarme”. “Crecí y creció en mí la fe. Mi éxito no es mío, es un don del Señor”.
Al finalizar su intervención, el auditorio integrado por varios cientos de personas en mesas redondas para celebrar el día del desayuno padre-hija, dijo un sonoro amén. Después subió Paul Felix, su padre, pastor evangélico itinerante y profesor de Nuevo Testamento, presidente de la Escuela de Enseñanzas Bíblicas de Los Ángeles, California y afirmó ante todos que estaba orgulloso de su hija no porque haya triunfado en el atletismo, sino por su relación con el Señor, y que sin eso, sus medallas no valdrían nada.
A la edad de 18 años Felix se ganó la medalla de plata en los 200 metros durante las Olimpiadas del Verano del 2004, detrás de Veronica Campbell de Jamaica; y al hacerlo se convirtió en la atleta más joven en registrar un nuevo récord al alcanzar 200 metros con su tiempo de 22,18. Ella llegó a ser la atleta más joven en ganar medalla de oro en  los 200 metros durante el Campeonato Mundial en Helsinki en 2005 y dos años más tarde defendió su título en Osaka, sobrepasando a la jamaiquina  Veronica Campbell, y  superando su propio record por 0,37 segundos.
Su nuevo reto está en las Olimpiadas De Beijing 2008.  “Mi próximo objetivo no es batir un récord mundial, sino alcanzar la medalla de oro en Pekín. Quiero hacerlo paso a paso. Quizás considere hacer los 200 y los 400 metros allí”, dice Allyson, quien orgullosamente afirma “mi velocidad es definitivamente un don de Dios, y yo corro para Su gloria. Todo lo que hago, es porque El me permite hacerlo”.

lunes, 26 de octubre de 2015

¡Acerquémonos a Dios porqué lo amamos y no por interés!

Estaba en la puerta, saltando de alegría, ladrando y batiendo la cola, como si dijera: «¡Ha vuelto!» Después de una jornada larga y agotadora, nuestra perra Labrador negra me dispensó la más estupenda bienvenida.
Me hizo sentirme bien. Le sonreí y le presté la atención que ella quería. Al fin y cabo, el perro es el mejor amigo del hombre.
En ese momento me sobrevino un pensamiento extraño: «¿Y yo? ¿Me emocionó así cuando me encuentro con Jesús?»
Seré franco: me falta bastante para llegar a eso.
Valoro los ratos de oración y disfruto estudiando la Biblia; pero si comparo mi entusiasmo con las muestras de alegría de mi perra, me doy cuenta de que podría ser más efusivo.
¿Por qué se pone tan feliz mi perra al verme? Supongo que la respuesta es tan sencilla como profunda: le encanta mi compañía. No solo se pone contenta porque sabe que le doy de comer y la saco a dar largos paseos por los campos. Se alegra porque quiere estar conmigo.
Cuando leo sobre los héroes de la fe, advierto que tienen esa misma actitud.
A aquellos hombres y mujeres inspirados por Dios les gustaba orar. Les encantaba leer la Palabra de Dios. Anhelaban estar en Su presencia. Disfrutaban de Su compañía temprano por la mañana, tarde por la noche… y casi constantemente a lo largo del día.
¿Ese entusiasmo es patrimonio exclusivo de los héroes de la fe? ¿Qué hay de las personas comunes y corrientes como yo?
Durante un tiempo pensé que albergaba ese entusiasmo por Dios; no obstante, después de observar hoy a mi perra, veo las cosas desde una óptica diferente.
A veces mis ratos de comunión con Dios me parecen insulsos, y eso se debe a que mi escala de prioridades está equivocada. No acudo al Señor porque me guste estar con Él, sino por motivos egoístas: me siento triste, solo, enfermo, tengo dificultades para pagar las cuentas, o todo eso al mismo tiempo; es decir, necesito algo de Él.
No es que esté mal orar por nuestras necesidades. Jesús desea que lo hagamos. Pero en nuestra relación con Él deberíamos desear Su compañía simplemente porque disfrutamos de ella. Oswald Chambers dijo: «El objetivo de la oración es acercarnos a Dios, no conseguir que atienda nuestras peticiones».
Me voy a tomar a pecho esta enseñanza.
Es curioso que haya tenido que ser mi perra quien me lo hiciera ver.

viernes, 23 de octubre de 2015

DIOS SE INTERESA POR MÍ


Dios no se queda mirándome de lejos cuando me ve esforzándome por comunicarme. Él se interesa por mí, por lo que me escucha con atención. Traduce mis torpes palabras y entiende lo que le quiero decir. Interpreta mis suspiros y mis vacilaciones como si se tratara de la más fina prosa.
Timothy Jones

Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
Éxodo 33:14

Entrégale tus cargas al Señor, y Él cuidará de ti.
Salmo 55:22

Guarda silencio, pobre corazón convulsionado,
que la paz es señal clara de que Dios nos sonríe.
Su amor enmienda todo error, calma todo altercado.
Ama y vuelve a amar, siempre con espíritu apacible.
Edith Linn Forbes

Cuando el hombre abre sus espacios interiores a Dios, en la fe y en la oración; cuando siente que sus soledades interiores quedan inundadas por la presencia divina; cuando percibe que su desvalimiento e indigencia radicales quedan contrarrestados por el poder y la riqueza de Dios; cuando el hombre experimenta vivamente que ese Señor, que llena y da solidez, además de todopoderoso, es también todo cariñoso; que Dios es su Dios, el Señor es su Padre; y que su Padre lo ama, y lo envuelve, y lo compenetra, y lo acompaña; y que es su fortaleza, su seguridad, su certidumbre y su liberación… entonces, díganme, ¿miedo a qué?
Ignacio Larrañaga

No es el estrés lo que nos mata; es nuestra reacción ante él.
Hans Selye (1907–1982


Los chismes pueden causar mucho dolor

LOS CHISMES NOS PUEDEN CAUSAR MUCHO DOLOR

Marie Story

¿Tu lengua propaga fuegos destructivos? Si no tienes cuidado, puedes quemar amistades, destruir la confianza y propagar dolor entre tus amigos y familia. Puede parecer que un cuentito —o un relato insignificante que te mueres por contar— no tiene por qué causar dolor, pero si no tienes cuidado, los chismes nos pueden causar mucho dolor.

Los chismes muchas veces no son ciertos, o en el mejor de los casos son interpretaciones erradas de la realidad. La mayoría de la gente no anda divulgando mentiras sobre otros intencionalmente; pero si escuchamos algo interesante de una «fuente fidedigna», pensamos que no puede hacer daño divulgarlo.
Proverbios 15:4 dice: «la perversidad de (la lengua) es quebrantamiento de espíritu». Contar relatos negativos de otros hace daño de muchas maneras diferentes. Daña nuestra propia integridad por andar diciendo cosas un tanto cuestionables. Hace daño a quienes escuchan el rumor porque llegan a conclusiones con falta de información basadas en historias de dudosa procedencia. Y sobre todo, daña a la persona de la que se está chismorreando, ya que no se puede defender a sí misma a medida que el rumor se propaga y diestra y siniestra.

Cabe aclarar que chismear no es solamente propagar información falsa sobre otros, sino también compartir información certera sobre otros, con detalles que no nos incumben como por ejemplo: por qué fulano rompió con mengano; o que alguien engordó no sé cuántos kilos en las vacaciones, o lo que sea. Ya sea que el relato sea cierto o falso, los chismes hacen daño o son vergonzosos para la persona de la que se está hablando.

Lo bueno es que los chismes se pueden parar. Y los puedes detener. Proverbios 26:20 dice: «Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda.»

En zonas boscosas, a veces se crean claros para contener los incendios. Los crean para evitar que el fuego se propague a zonas más vastas. Cuando el fuego llega a esos claros no tiene dónde continuar y a la larga se apaga.
Puedes ser el claro donde se terminan los chismes. El fuego se apaga si se queda sin combustible, y un rumor muere si nadie lo sigue propagando. Cuando alguien se te acerque con un chisme, tú puedes decidir no contarle a  nadie lo que escuchaste.
 

miércoles, 21 de octubre de 2015

Establece una conexión conmigo

ESTABLECE UNA CONEXIÓN CONMIGO

Palabras de Jesús

Bien sé que tienes muchísimo que hacer. Pero si me permites trabajar contigo y obrar por medio de ti, podrás realizar las labores que sé que son más importantes, y confiarme a Mí el resto.

También sé que, como dice el refrán, del dicho al hecho hay mucho trecho, pero es mucho más fácil permitirme trabajar por medio de ti que tratar de hacerlo todo por tu cuenta. Así que, permíteme ayudarte.

Establece una conexión conmigo por medio de la alabanza. Llena tu corazón, tus pensamientos y tu boca de algún suceso, cosa o persona que suscita tu gratitud. Da gracias por la estupenda vida que te he concedido. Da gracias por las personas que he puesto a tu alrededor, a quienes puedes amar y de quienes recibes amor. Da gracias hasta por las cosas más pequeñas; así te pones en una onda positiva, lo cual te permite captar aún mejor Mis emisiones positivas.

Ábreme el corazón por medio de la alabanza y mantén tu corazón unido a Mí. Yo soy la luz, y en Mí no hay tinieblas. Si te conectas conmigo, alumbraré tu corazón, tu mente y tu vida, de modo que no haya espacio para las tinieblas, las preocupaciones ni los pensamientos negativos que pueden echarte a perder el día hundiéndote en lo material y en lo prosaico. La alabanza es tu pasaje para volar.

martes, 20 de octubre de 2015

Pensando en los demás

Señor, te ruego que me ayudes
a entregarme más y más;
que cuando contigo comulgue
esté orando por los demás.
Enséñame a cada paso
a ser sincero y veraz;
que si por Ti quiero hacer algo,
lo debo hacer por los demás.
Crucifica mi egoísmo.
Entiérralo. Que quede atrás.
Y que salga yo del abismo
para vivir por los demás.
Cuando aquí mi misión termine
y prosiga donde Tú estás,
que mi galardón yo olvide
y piense aún en los demás.
Quiero que ése, buen Jesús,
mi lema sea de ahora en más:
vivir como viviste Tú,
pensando siempre en los demás.—Charles Meigs

lunes, 19 de octubre de 2015

Más allá del deber

MÁS ALLÁ DEL DEBER

Era el día de Navidad y yo tenía diez años. Me encontraba en la sala de
asistencia social de un hospital y al día siguiente me iban a someter a
una delicada operación ortopédica. Sabía que tenía por delante varios
meses de encierro, convalecencia y sufrimiento. Mi padre había muerto, y
mi madre y yo vivíamos solos en un pequeño apartamento y nos manteníamos
del seguro social. Aquel día mi madre no pudo visitarme.
Al pasar las horas me invadió una intensa soledad, una sensación de
temor y desesperación. Sabía que mi madre estaba sola en la casa,
preocupándose por mí, y que no tenía a nadie con quién comer, ni
suficiente dinero como para costearse una cena navideña.
Se me llenaron los ojos de lágrimas, así que metí la cabeza debajo de la
almohada y me tapé hasta arriba con la manta. Lloré en silencio, y con
tanto desconsuelo que me dolía todo el cuerpo.
Una joven enfermera que estaba allí como practicante, se acercó al
escuchar mi sollozo. Me destapó la cara y comenzó a secarme las
lágrimas. Me dijo que se sentía muy sola, pues tenía que trabajar ese
día y no lo podía pasar con su familia. Me preguntó si quería cenar con
ella. Entonces trajo dos bandejas de comida: pavo con puré de papas, una
salsa deliciosa y de postre, helado. Me habló y trató de tranquilizarme
y disipar mis temores.
Y aunque le tocaba retirarse a las cuatro de la tarde, se quedó, por
iniciativa propia, hasta casi las once de la noche. Jugamos algunos
juegos, conversamos y me hizo compañía hasta que finalmente me quedé
dormido.
Han pasado muchas Navidades desde que tenía diez años, pero cada año
recuerdo aquella Navidad y la sensación de frustración, temor y soledad
que sentí, así como el calor y la ternura de aquella extraña que de
alguna manera hizo que pudiera sobrellevarlo todo.

Autor anónimo

viernes, 16 de octubre de 2015

Ser Felíz

En muchas religiones, cuanto más triste estás y cuanto más sufres, más religioso se supone que eres. Pero yo creo lo contrario. No creo que puedas ser muy religioso o espiritual a menos que estés victorioso y regocijante.
Dios y Su Palabra no han hecho la religión así. Los profetas no la hicieron así. Ni siquiera Moisés la hizo así con sus leyes estrictas. Fueron los líderes religiosos posteriores los que cambiaron las cosas y empezaron a interpretar las cosas a su conveniencia, los mismos que Jesús dijo que «atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; ¡pero ellos ni con un dedo quieren moverlas!»[1]
Por cierto, yo no veo cómo alguien podría jamás ser feliz sin el Señor, verdaderamente feliz. Aunque le suplas todas sus necesidades físicas, tiene que tener algo para satisfacer sus necesidades espirituales y su anhelo de felicidad.
Yo no soy ningún asceta. No me satisfaría echarme en un lecho de clavos a orar todo el día, torturándome, privándome de todo y ayunando todo el tiempo. Yo disfruto de todo lo que Dios ha dado y soy muy feliz. Disfruto especialmente con mi trabajo. Es trabajo arduo y nos mantiene ocupados, pero lo disfrutamos. Espero que tú disfrutes con el tuyo. Teniendo el amor del Señor y un buen trabajo, un trabajo que sabemos que está haciendo bien y ayudando a otras personas y alegrando a los demás, podemos estar alegres y disfrutarlo.
Nuestra religión nos hace felices, al igual que nuestro trabajo. Y cuando jugamos somos felices y son muy pocas las cosas que nos entristecen, únicamente el hecho de que otras personas no estén felices.
¡Gracias a Dios por una religión alegre y una vida feliz! Debemos animar a los demás a ser alegres y a disfrutar de la misma felicidad en Jesús que nosotros tenemos. Si no la tienen y nos ven contentos, se preguntarán por qué no son felices. Creo que ese puede ser nuestro mayor ejemplo, nuestra felicidad.
¡Aleluya por la alegría! Agradezcan al Señor por poder disfrutar de los placeres físicos y espirituales que pone a nuestra disposición. Lo único que quiero es que los demás sean felices, tan felices como yo. Ese es el único verdadero y gran anhelo, necesidad o deseo que tengo, que de algún modo pudiéramos, simplemente, hacerles entender el gozo del Señor y hacerlos felices. Tenemos muchísimas bendiciones. ¡Gracias, Jesús!
Como es natural, algunas veces nos enfermamos y eso no nos hace sentirnos muy felices por un rato, pero no llega a despojarnos de nuestra felicidad general. Podemos seguir felices en espíritu y mente y en compañerismo con los demás. Uno podría sentirse mejor, en cuanto a salud y fuerzas, pero no nos quita el gozo del Señor.
Así que, ¡gracias a Dios por la alegría y por poder disfrutar de la vida, de nuestra religión y del Señor!
Soy feliz, soy feliz,
pues te conocí, mi Amor y Salvador,
y lo que fui
ni me importa ya, Señor. ¡Qué gloria!
Soy feliz, soy feliz;
siempre lo seré.
Al demonio he vencido,
me he convertido
y feliz, feliz, feliz ahora soy.
David B.
*
Me deleito mucho en el Señor;
me regocijo en mi Dios.
Porque Él me vistió con ropas de salvación
y me cubrió con el manto de la justicia.
Soy semejante a un novio que luce su diadema,
o una novia adornada con sus joyas.
Isaías 61:10[3]
*
Mi gozo es su fortaleza. Es más, tienen Mi gozo a su plena disposición y les corresponde por derecho contar con él, sentirlo y vivirlo. A pesar de ello, muchos de ustedes no consiguen echar mano de ese gozo, sencillamente porque no se sienten muy felices o les parece que no tienen mucho motivo para alegrarse.
La clave para tener Mi alegría en su corazón es recordar que ese gozo es Mío; no proviene de ustedes. Tener Mi alegría en su corazón no significa que estén contentos con todo lo que pasa en su vida y con el modo preciso en que acontece; significa que Yo estoy feliz y que he prometido transmitirles a ustedes esa alegría a fin de que los envuelva. Proviene de Mi corazón y se la transmito a ustedes cuando me la piden y crean espacio para ella.
Mi dicha no se basa en cosas efímeras ni en las circunstancias. Se basa en el futuro feliz, en lo que habrá de llegar, en las posibilidades que encierra cada situación, en el potencial que hay en cada uno de ustedes. Mi alegría se basa en lo eterno, la dicha del amor y todas las demás alegrías verdaderas y eternas que no se compran con dinero.
Aprendan ustedes también a encontrar felicidad en eso, porque ahí radica Mi gozo. Si quieren Mi gozo, pídanlo y pídanme que les ayude a ver las razones que tienen para sonreír. Mi gozo les permite ser felices aunque su situación terrenal no sea perfecta, porque Yo veo más allá de ella. Si Yo puedo alegrarme por ustedes sabiendo que todo resultará bien en el futuro y porque les ofrezco fuerzas para el presente, ¿no pueden aceptar el gozo que les ofrezco?
Claro que pueden. Quiero hacerlos felices aunque todavía no puedan gozar de una situación perfecta, o aunque no todas las circunstancias físicas estén alineadas a la perfección. Pueden ser felices si se regocijan con Mi gozo.  Jesús, hablando en profecía.
*
El gozo del Señor es nuestra fortaleza.  Nehemías 8:10[4]

jueves, 15 de octubre de 2015

Amor inconmesurable



AMOR INCONMENSURABLE


Palabras de Jesús


¿Te has preguntado alguna vez por qué el cielo es azul y por qué ese color en particular da una sensación de serenidad? ¿Te has preguntado por qué la fragancia de un pinar o la hierba después de la lluvia te brindan una sensación de tranquilidad y solaz? ¿Hay algún motivo mágico por el que el simple canto de un pajarillo da una sensación interior de contentamiento? Mientras que hay motivos científicos por los que el cuerpo responde a ciertos estímulos, la simple verdad es que dispuse que todo eso tuviera un efecto placentero porque te amo.
Concebí el cuerpo humano de manera que respondiera a ciertos colores, vistas, sonidos y aromas, y dispuse que todo ello se distribuyera por la creación a sabiendas que se disfrutaría con los sentidos. Lo puse a tu alrededor en abundancia. Así como un padre amoroso da a sus hijos todo lo bueno que estos desean y necesitan, Yo también, por ser un Padre celestial amoroso doy esos regalos en gran cantidad. Si comprendes y crees que esos regalos provienen de Mi mano, empezarás a advertir cada vez más las maravillas que he suscitado en tu vida, incluso bendiciones ocultas que al principio no lo parecen.
 Cuando miras al cielo nocturno, si lo único que vieras fuera oscuridad, se vería un poco sombrío y deprimente. El brillo de las estrellas que he puesto en los cielos te recuerdan que aun en momentos oscuros cuentas con Mi presencia. En la vida hay momentos sombríos en que todo se ve negro y no se ve salida. Si solo miras hacia abajo, no verás otra cosa. Mientras que si miras hacia arriba también verás Mi mano en los momentos difíciles y Mis muestras de amor, que lucirán como estrellas para guiarte.

miércoles, 14 de octubre de 2015

¡Alaba pase lo que pase!

ALABA PASE LO QUE PASE

Palabras de Jesús

Cuando eres capaz de encarar al éxito y el fracaso con la misma dignidad, significa que tienes mucha madurez. Si eres capaz de alabarme en la felicidad y la tristeza, en la abundancia y la necesidad, cuando estás a salvo y cuando corres peligro, en la salud y en la enfermedad, en la felicidad y en el dolor, en la vida como en la muerte, quiere decir que tienes mucha fe; que eres una persona a la que se le reconoce mucha honra en los Cielos por su gran amor por Mí y confianza en Mí.

Eleva el corazón al Cielo con alabanzas, y te inundará la gloria llevándose el miedo, el dolor, las penas, la tristeza, el desaliento y todo lo que intente el enemigo de tu alma para subyugarte. A ti te limpia y él lo hace pedazos. Te dejará reluciente, te renovará y te revitalizará.

La alabanza emite una energía positiva que efectúa cambios en las circunstancias que te rodean. No siempre percibes los cambios en el plano físico, al menos no de inmediato, pero en el ámbito espiritual los cambios que son para mejorar se hacen patentes enseguida. Puedes pedirme que te abra los ojos espirituales para que tú también veas la diferencia y participes de la fuerza de energía positiva que te envuelve.

martes, 13 de octubre de 2015

Quédate quieto y veras lo que hará Dios

QUÉDATE QUIETO Y VERÁS LO QUE HARÁ DIOS


Virginia B


¿Qué debe hacer el creyente en tiempos lúgubres? Guardar silencio y escuchar. Depositar su confianza en el nombre del Señor, apoyarse en su Dios. Quedarse quieto, como dice el versículo, quedarse quieto y escuchar. Lo primero que conviene hacer es —valga la paradoja— no hacer nada, quedarse quieto. Aunque vaya a contrapelo de la naturaleza humana, es lo más atinado. Un viejo adagio reza: «Cuando estés nervioso, no te apures». Dicho de otro modo, cuando no estés seguro de lo que debes hacer, no reacciones apresuradamente, a tientas y a ciegas, esperando que se dé lo mejor.
Quédate quieto y verás lo que hará Dios. Cuando nos serenamos y confiamos en Él, le damos oportunidad de obrar. Con frecuencia al preocuparnos le impedimos hacer todo lo que podría hacer. Si estamos distraídos y tenemos el espíritu turbado, no le dejamos hacer mucho por nosotros. La paz de Dios debe tranquilizarnos y dar reposo a nuestra alma.
Pon tu mano en la Suya y déjate llevar por Él hacia el radiante sol de Su amor. Busca la quietud. Deja que Él intervenga en tu favor. «Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios […]. Y la paz de Dios […] guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos».

lunes, 12 de octubre de 2015

Una vida transformada

El expositor invitado miró a todos los presentes, inspiró profundamente y con voz pausada y firme comenzó su alocución diciendo estas palabras:
“Damas y caballeros, es para mí un honor poder dirigirme a ustedes como el orador invitado a esta gran cena de gala que han organizado en su comunidad para recaudar fondos para el rescate de los niños de la calle. De veras que ha valido la pena hacer este viaje para compartir esta noche con sus familias, con las autoridades civiles, militares y espirituales aquí presentes y los representantes de diversos medios de comunicación.
Hace varios años, al salir de un edificio y caminar hacia el estacionamiento de la calle, un hombre surgió de entre la oscuridad apuntándome con una pistola y exigiéndome con palabras muy vulgares que le entregara mi billetera y todo lo que llevara de valor. Le di el dinero que tenía y el reloj. Y de inmediato me dio la espalda para irse. Pero yo le grité que esperara. Él se volteó y se quedó mirándome intrigado.
Entonces le dije que si me dejaba abrir el auto le podría dar algo más. Así que saqué un pequeño recipiente donde con mi esposa guardamos todas las monedas que nos iban quedando y se lo di también.
Luego le entregué mi tarjeta de presentación agregándole que si alguna vez precisaba de una voz amiga, que me llamara, que estaba para ayudarlo, pero que había alguien que le podría ayudar mucho mejor que yo, y ese era Jesucristo, y que siempre lo encontraría a la distancia de una oración.
Tan pronto quedé solo, me metí al auto y allí estuve un buen tiempo en silencio, en la oscuridad, pasando el susto y dándole gracias a Dios por siete cosas:
Primero, porque seguía vivo. Segundo, porque no se llevó el auto. Tercero, porque el dinero no fue mucho ya que hoy en día se carga poco efectivo. Cuarto, por el reloj que se llevó, porque era uno barato y no el que me había regalado mi esposa. Quinto, porque por la misericordia de Dios fui yo la persona asaltada y no el asaltante. Sexto, porque le pude sembrar la semillita del mensaje de Jesucristo en su corazón. Y la verdad es que el séptimo motivo de gratitud  fue más en fe, creyendo que algún día se materializaría, pues oré para que Dios cambiara el corazón de ese delincuente, para que le diera una nueva vida y la oportunidad de hacerle bien a la humanidad.
Hoy, doy las gracias a Dios por la dicha de ver, delante de todos ustedes, a ese hombre. Se trata ni más ni menos que del pastor organizador de este evento y quien me invitó a hablarles”

jueves, 8 de octubre de 2015

¡Con suavidad sin prisas!

¡CON SUAVIDAD! ¡SIN PRISAS!

David B.

Casi nada puede disfrutarse con prisa. Ni una copa de vino, ni un paseo, una conversación, un viaje, un paisaje, una comida, ¡ni un abrazo! Dios rara vez tiene prisa. Le lleva tiempo crear un bebé, una flor, un árbol, una puesta de sol, y hasta una brizna de hierba.
El mar está apacible y sereno, en calma y sosegado, salvo cuando hay tormenta.
Es curioso, pero esas ideas me venían cuando era chico, sentado en alguna colina. Me preguntaba el significado de las cosas. Pensaba que todo era una ilustración de algo, que todo expresaba algo.
La velocidad mata. La prisa consume. La paciencia requiere fe. Cuando tienes prisa, pasas cosas por alto, te pierdes cosas, las olvidas, y te agotas enseguida. Actúas según tus impulsos, pero tal vez debas pagar las consecuencias por el resto de tu vida. Ganas un minuto, pero pierdes toda una vida. Es como ahorrar un centavo y derrochar una fortuna.
Si vas despacio, llegas antes. Por lo menos llegas. Más vale tarde que nunca. ¡Más vale andar sobre seguro que arrepentirse luego! ¡La liebre no llegó a destino, pero la tortuga sí! Antes de avanzar, mira lo que haces, ¡y tal vez no debas avanzar!
El que espera al Señor tendrá nuevas fuerzas, y no se agotará. «Tú guardarás en completa paz a aquél cuyo pensamiento en Ti persevera; porque en Ti ha confiado». «Los que creen han entrado en el reposo». «A Su amado le dará Dios el descanso».
¡Descansa en el Señor! Para tener paciencia hay que tener fe. Y la tribulación produce paciencia, porque te obliga a confiar en el Señor, a tener fe en que Dios lo arreglará todo.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Los enigmas de Dios

LOS ENIGMAS DE DIOS

David B.
Dios ha llenado la vida de enigmas, problemas y suspenso para poner a prueba nuestro intelecto, nuestra fe y nuestra confianza en Él, y espolearnos a buscar soluciones.
Al indicarnos Su voluntad, a veces nos pone delante rompecabezas desconcertantes. Hay ocasiones en que nos habla por medio de acertijos y misterios difíciles de descifrar, con los que nos fuerza a pensar y orar. Casi siempre nos da una pista inicial y luego nos va conduciendo paso a paso; pero nunca sabemos lo que va a suceder hasta que damos un paso más.
Le gusta que busquemos Sus soluciones, porque eso nos lleva a ejercitar nuestra fe en Él, en Su Palabra, en Su orientación divina, en Su magnanimidad y en Su amor paternal. Cuando lo obedecemos sin saber lo que nos espera al final del camino demostramos que confiamos en Él. Aunque no veamos la salida, aunque ignoremos la solución, adónde nos lleva o qué encontraremos allá, confiamos en que Él cumplirá Sus promesas; como cuando Abraham obedeció a Dios y salió sin saber adónde iba. 

martes, 6 de octubre de 2015

SIGUE CREYENDO, SIGUE ORANDO
Mark Batterson
Las oraciones fervientes honran a Dios, y Dios honra las oraciones fervientes. A Dios no lo ofenden tus sueños más ambiciosos o tus oraciones más fervorosas. […] No hay nada que le guste más a Dios que cumplir Sus promesas, responder a las oraciones, hacer milagros y cumplir sueños. Así es Él. Es lo que hace. Y cuánto más ambiciosas sean nuestras oraciones, mejor, porque lo glorifica aún más. Los mejores momentos de la vida son los momentos milagrosos en que se cruzan la impotencia humana y la omnipotencia divina, y esto ocurre cuando pedimos lo imposible e invitamos a Dios a intervenir.
Lo primero que debemos entender es esta sencilla pero transformadora verdad: Dios está contigo. Si no lo crees, entonces tus oraciones serán muy débiles. Si lo crees, entonces tus oraciones serán contundentes y audaces. Y de una manera u otra, tus oraciones débiles o las contundentes y audaces cambiarán la trayectoria de tu vida y te convertirán en alguien diferente. Las oraciones son profecías. Predicen con precisión el futuro de tu vida espiritual. Terminas siendo un reflejo de tus oraciones. La transcripción de tus oraciones termina siendo el guion de tu vida.

lunes, 5 de octubre de 2015

La preeminencia del amor

LA PREEMINENCIA DEL AMOR

El sol de tu sonrisa bien puede ahuyentar hoy las nubes que ensombrecen la vida de otra persona.

Jamás subestimes el poder del amor. Transforma corazones y modifica nuestro modo de pensar y percibir lo que ocurre alrededor de nosotros. Hasta puede infundirnos entusiasmo para emprender lo que antes nos parecía imposible.

El amor nunca cae en saco roto.

El hombre más rico en el mundo es paupérrimo si no tiene amor en su corazón.

Aunque no hagas hoy otra cosa que demostrar amor a todo el que se cruce en tu camino, habrás logrado algo importante.

La mejor forma de salir adelante en la vida es sacar adelante a otros.

La amabilidad y la cortesía vuelven superior a un hombre común. En cambio, la indiferencia y la apatía convierten a un hombre con dotes extraordinarios en una persona corriente.

Los grandes hombres son generosos. La generosidad y la grandeza van de la mano. Son una misma cosa, porque dar es amar, y el deber supremo del hombre es amar.

La vida es como una escuela. Los que aprenden a amar y dar una mano a los demás se gradúan con honores.

Donde hay amor, hay algo divino. Tómate tiempo para amar.

Sonríe. Puede que tu sonrisa sea el rayo de sol que alguien necesita en un día gris.

El amor es la esencia de todo lo hermoso, la fuerza que impulsa todo lo sublime.

Trata a los demás como quieres que te traten. Respétalos como quieres que te respeten.

El amor es la mayor energía del universo.

viernes, 2 de octubre de 2015

De nada sirve preocuparse

DE NADA SIRVE PREOCUPARSE

Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba afanada con los preparativos para la cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo:
   —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme.
El Señor le dijo:
   —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará. Lucas 10:38-42 (NTV)
La preocupación no es bíblica, no le agrada a Dios porque ahoga nuestra fe. No es útil porque no nos ayuda a solucionar ningún problema más bien es la causante de enfermedades, la que nos quita el gozo y la paz, y la que nos aleja de nuestro verdadero propósito. Pero ¿por qué uno duda?, porque no confía en Dios. Sólo aquellas personas que han experimentado su paz no se afanan, porque han sabido depositar toda su confianza en nuestro Creador, pero a la vez han reconocido quien es Él, y el poder y autoridad que tiene.
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre Celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? Mateo 6:26 (NVI)
Dios puede y quiere ayudarte en cualquier situación que enfrentes pero necesita que confíes en Él y tengas un corazón libre de angustia para que pueda obrar libremente en tu vida y su nombre sea glorificado en esa circunstancia.
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. Filipenses 4:4-7 (NTV)
Ha llegado el momento de que conviertas tu lista de preocupaciones en una lista de oración. En vez de afanarte, encomiéndasela a Dios para que tome control de todo lo que aflige tu corazón. Si hay algo que puedes hacer en cuanto a lo que te preocupa, hazlo y todo lo demás entrégaselo.
Lo que has convertido en un tema de oración, deja de ser un tema de preocupación.

jueves, 1 de octubre de 2015

Sigue creyendo sigue orando

SIGUE CREYENDO, SIGUE ORANDO
Mark Batterson
Las oraciones fervientes honran a Dios, y Dios honra las oraciones fervientes. A Dios no lo ofenden tus sueños más ambiciosos o tus oraciones más fervorosas. […] No hay nada que le guste más a Dios que cumplir Sus promesas, responder a las oraciones, hacer milagros y cumplir sueños. Así es Él. Es lo que hace. Y cuánto más ambiciosas sean nuestras oraciones, mejor, porque lo glorifica aún más. Los mejores momentos de la vida son los momentos milagrosos en que se cruzan la impotencia humana y la omnipotencia divina, y esto ocurre cuando pedimos lo imposible e invitamos a Dios a intervenir.
Lo primero que debemos entender es esta sencilla pero transformadora verdad: Dios está contigo. Si no lo crees, entonces tus oraciones serán muy débiles. Si lo crees, entonces tus oraciones serán contundentes y audaces. Y de una manera u otra, tus oraciones débiles o las contundentes y audaces cambiarán la trayectoria de tu vida y te convertirán en alguien diferente. Las oraciones son profecías. Predicen con precisión el futuro de tu vida espiritual. Terminas siendo un reflejo de tus oraciones. La transcripción de tus oraciones termina siendo el guion de tu vida.