LOS CHISMES NOS PUEDEN CAUSAR MUCHO
DOLOR
Marie Story
¿Tu lengua propaga fuegos destructivos?
Si no tienes cuidado, puedes quemar amistades, destruir la confianza y propagar
dolor entre tus amigos y familia. Puede parecer que un cuentito —o un relato
insignificante que te mueres por contar— no tiene por qué causar dolor, pero si
no tienes cuidado, los chismes nos pueden causar mucho dolor.
Los chismes muchas veces no son ciertos, o en el mejor de los casos son
interpretaciones erradas de la realidad. La mayoría de la gente no anda
divulgando mentiras sobre otros intencionalmente; pero si escuchamos algo
interesante de una «fuente fidedigna», pensamos que no puede hacer daño
divulgarlo.
Proverbios 15:4 dice: «la perversidad
de (la lengua) es quebrantamiento de espíritu». Contar relatos negativos de
otros hace daño de muchas maneras diferentes. Daña nuestra propia integridad
por andar diciendo cosas un tanto cuestionables. Hace daño a quienes escuchan
el rumor porque llegan a conclusiones con falta de información basadas en
historias de dudosa procedencia. Y sobre todo, daña a la persona de la que se
está chismorreando, ya que no se puede defender a sí misma a medida que el
rumor se propaga y diestra y siniestra.
Cabe aclarar que chismear no es
solamente propagar información falsa sobre otros, sino también compartir
información certera sobre otros, con detalles que no nos incumben como por
ejemplo: por qué fulano rompió con mengano; o que alguien engordó no sé cuántos
kilos en las vacaciones, o lo que sea. Ya sea que el relato sea cierto o falso,
los chismes hacen daño o son vergonzosos para la persona de la que se está
hablando.
Lo bueno es que los chismes se pueden
parar. Y tú los puedes detener. Proverbios 26:20 dice: «Sin leña se
apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda.»
En zonas boscosas, a veces se crean
claros para contener los incendios. Los crean para evitar que el fuego se
propague a zonas más vastas. Cuando el fuego llega a esos claros no tiene dónde
continuar y a la larga se apaga.
Puedes ser el claro donde se terminan
los chismes. El fuego se apaga si se queda sin combustible, y un rumor muere si
nadie lo sigue propagando. Cuando alguien se te acerque con un chisme, tú
puedes decidir no contarle a nadie lo que escuchaste.
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