martes, 13 de octubre de 2015

Quédate quieto y veras lo que hará Dios

QUÉDATE QUIETO Y VERÁS LO QUE HARÁ DIOS


Virginia B


¿Qué debe hacer el creyente en tiempos lúgubres? Guardar silencio y escuchar. Depositar su confianza en el nombre del Señor, apoyarse en su Dios. Quedarse quieto, como dice el versículo, quedarse quieto y escuchar. Lo primero que conviene hacer es —valga la paradoja— no hacer nada, quedarse quieto. Aunque vaya a contrapelo de la naturaleza humana, es lo más atinado. Un viejo adagio reza: «Cuando estés nervioso, no te apures». Dicho de otro modo, cuando no estés seguro de lo que debes hacer, no reacciones apresuradamente, a tientas y a ciegas, esperando que se dé lo mejor.
Quédate quieto y verás lo que hará Dios. Cuando nos serenamos y confiamos en Él, le damos oportunidad de obrar. Con frecuencia al preocuparnos le impedimos hacer todo lo que podría hacer. Si estamos distraídos y tenemos el espíritu turbado, no le dejamos hacer mucho por nosotros. La paz de Dios debe tranquilizarnos y dar reposo a nuestra alma.
Pon tu mano en la Suya y déjate llevar por Él hacia el radiante sol de Su amor. Busca la quietud. Deja que Él intervenga en tu favor. «Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios […]. Y la paz de Dios […] guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos».

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