martes, 4 de noviembre de 2014

Magnífico sanador

Magnífico Sanador
Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas.
Cuenta las estrellas y llama a cada una por su nombre.
¡Qué grande es nuestro Señor! ¡Su poder es absoluto!
¡Su comprensión supera todo entendimiento!
El Señor sostiene a los humildes. […]
El Señor se deleita en los que le temen, en los que ponen su esperanza en Su amor inagotable.

Salmo 147:3-6, 11
Cesa de esforzarte y reposa en Mi amor. Ten la tranquilidad de que a medida que me busques, me hallarás. No temas, ni dejes que los sentimientos de condenación te detengan ni te hagan sentir que no te amo. Conozco las debilidades y flaquezas de tu condición humana. A pesar de todas ellas, te estoy dejando la vía tan expedita y tan fácil como puedo.
Así como el padre se compadece del hijo que se esfuerza por complacerle, Yo también me compadezco de ti al ver tus esfuerzos por alcanzar la manija, y te abro generosamente la puerta por iniciativa propia. Te doy entrada libre a Mi Reino. Ven y participa de los frutos de Mi Espíritu. De gracia doy de Mi Espíritu, y tienes libertad para disfrutar de los frutos de Mi Espíritu por la eternidad.

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