miércoles, 31 de diciembre de 2014

Pan de oro

PAN DE ORO

Durante la Gran Depresión de los años treinta en los EE.UU., un panadero
acomodado, de temple bondadoso, mandó a buscar a veinte de los niños más
pobres de la ciudad y una vez todos reunidos en su panadería, les dijo:
—Aquí frente a ustedes ven una cesta; en ella hay un molde de pan para
cada uno de ustedes y sus familias. Llévenselo y vuelvan todos los días
hasta que Dios nos conceda tiempos mejores.
Aquellos chiquillos hambrientos se arremolinaron impacientemente en
torno a la cesta, ya que todos querían la barra más grande. En cuanto
cada uno se había apoderado del molde que le parecía más grande, se
dispersaron. Algunos ni si molestaron en darle las gracias siquiera al
amable caballero.
Sin embargo, Anita, una niña de vestido andrajoso, no discutió ni riñó
con los demás. Aguardó calladita a un lado hasta que todos se habían
servido. Cuando los niños desconsiderados se hubieron ido, tomó la única
barra que quedaba en la cesta, que por supuesto era la más pequeña de
todas, y agradeciéndo la generosidad del caballero, se fue a casa.
Al día siguiente, los niños se portaron tan egoístas como el primer día,
pero el dueño de la panadería no hacía nada para impedirlo. La pobre y
tímida Anita recibió una barra de pan apenas la mitad del tamaño de la
que había obtenido el día anterior, pero no se quejó, más bien
nuevamente se mostró más agradecida que los demás. Al llegar a casa, su
madre cortó la barra de pan y cayeron de ella varias monedas de plata
nuevecitas y relucientes.
Su madre, muy contrariada, le dijo:
—Llévale el dinero enseguida al buen caballero. Debe de habérsele caído
accidentalmente en la masa. Date prisa, hijita. ¡Date prisa!
No tardó de llegar a la panadería, donde se dispuso a devolver las
monedas al su dueño.
—No, hija mía. Ese dinero es para ti y tu familia. Lo puse allí para
recompensarte por no haberte peleado por el pan como los demás chicos.
Anda en paz.

Cuando anteponemos las necesidades o deseos de los demás a los nuestros,
puede que a veces nos parezca que salimos perdiendo. Pero no es así.
Dios toma en cuenta nuestras actitudes desinteresadas y de alguna manera
nos premia con creces por ellas.

martes, 30 de diciembre de 2014

Año nuevo

Palabras De Jesus
 Cada año trae consigo muchas cosas: novedades, progresos y nuevas experiencias. Segundas oportunidades, ocasiones de perdonar y volver a empezar. Y también trae pruebas, nuevos desafíos y una buena dosis de dificultades.
Ahora bien, lo más importante en el año nuevo es la relación que tengan conmigo. A Mi lado tienen la certeza de que sortearán todos los obstáculos que se interpongan.
Se dice que la vida en la Tierra es un campo de pruebas y una experiencia de aprendizaje; pues conmigo como guía e instructor tengan por cierto que tendrán éxito. Aunque el éxito que alcancen tal vez no sea como suele concebirse en el mundo, lo tendrán en lo que trasciende esta vida y dura por la eternidad.
Traspongan el umbral de este nuevo año asidos de Mi mano; dejen que los guíe y dirija. Si bien no les puedo prometer que los caminos que transiten este año serán más fáciles o que no tendrán problemas, les aseguro que Mi fuerza los sostendrá, que jamás se toparán con un desafío demasiado grande para ustedes y Yo juntos. Si creen esto y se comprometen desde ahora a confiar en Mí pase lo que pase, descubrirán que nada podrá sorprenderlos hasta el punto de socavar su fe y confianza en Mí.
Cuando surjan dificultades, recuerden que prometí ayudarlos. No olviden que me fortalezco en su debilidad. La certeza de que Yo —el creador del Cielo y de la Tierra— los acompaño, los colmará de paz y les dará confianza para el nuevo año.
Mientras recorremos juntos este año, los desafíos que afronten pueden ser ocasiones para que experimenten Mi poder y Mi fuerza infalible. Con Mis consejos y orientación las decisiones que tomen serán más fáciles. Mientras más resplandezca Yo por medio de ustedes, las relaciones y lazos que forjen este año serán más tiernos y profundos. Al terminar el año mirarán atrás y verán los progresos que han alcanzado. Esperarán con ilusión un año más en Mi compañía.
*
Miren atrás y vean cuánto han progresado este último año. Recuerden las victorias que obtuvieron, todo lo que aprendieron y crecieron. Atravesaron momentos difíciles, pero no se dieron por vencidos cuando el camino se puso difícil. Resistieron y lucharon hasta alcanzar la victoria. Así se fortalecieron y adquirieron más fe. Todo lo que pasaron los ayudó y lo seguirá haciendo. Parte de la recompensa de vencer y superar los obstáculos consistirá en mirar atrás y disfrutar las victorias del año pasado.
Ahora que se han dado la vuelta para contemplar la montaña que escalaron el año pasado, miren al futuro, a la montaña de este año que se alza ante ustedes. Se ve más alta que la que acaban de ascender, y lo es. ¡Pero eso también es señal de que la vista desde la cima será aún más espectacular! Aunque es posible que presente mayores desafíos que la anterior, con la experiencia que han adquirido y todo lo que han aprendido están más fuertes y listos para encarar los retos que les aguardan. Además, Yo seré su guía. Si me siguen, no se perderán. Los acompañaré a cada paso de la escalada.
*
La vida se compone en gran parte de las pequeñas decisiones que tomamos a diario. Las decisiones del pasado tuvieron su efecto en tu vida, pero cada día puede ser un nuevo comenzar. Da igual lo que haya pasado hasta ahora: hoy tienes la oportunidad de tomar buenas decisiones.
No pierdas tiempo reviviendo el dolor que te ocasionan los errores y las decisiones equivocadas de ayer. Eso solo te resta energías e impide que hagas hoy el bien que podrías hacer. No puedes alterar el pasado, pero sí puedes tomar decisiones que forjen tu futuro empezando ahora mismo. Así que aprovecha al máximo el presente.
Aprende de tus errores y déjalos atrás. Perdona a quienes te hayan ofendido y pide perdón a quienes tú hayas ofendido. Tal vez no te resulte fácil, pero no lo postergues: hoy mismo toma la decisión de hacerlo. Acude a Mí y a Mi Palabra para que te transmita renovadas esperanzas y valor; hazlo hoy mismo. Hoy mismo puedes concebir nuevos sueños y fijarte nuevas metas. Emplea el tiempo de que dispones en lo que es realmente importante: ama a tu familia, cultiva la amistad. Comienza hoy mismo a hacer mejor las cosas.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Dame la mano

DAME LA MANO
Te ofrezco fe en lugar de miedo; esperanza en lugar de dudas; alegría en lugar de tristeza; paz en un mundo que se desmorona. Te ofrezco un amor que nunca te defraudará. Brindo una paz y un amor que no conocen fronteras, que no tienen limitaciones de raza, de religión ni de país, y que no se pueden reprimir por la fuerza de las armas. Mi amor y Mi paz son para el momento actual y para la eternidad.
Puedes dejar de lado tus temores, aun cuando la destrucción se haga patente a tu alrededor. Si albergas Mi amor en tu corazón, pase lo que pase velaré por ti. Por tétrica que sea la noche, Mi luz resplandecerá.
Puedes hablarme como te resulte más cómodo, en voz alta o en voz baja. O si lo prefieres, puedes hacerlo desde tu pensamiento o tu corazón. ¿Te animas a probarme? Di simplemente: «Buen Dios del Cielo, si de verdad existe la paz, quiero encontrarla. Soy débil, el cansancio me agobia, y tengo miedo. ¡Ayúdame, te lo ruego! Líbrame del temor. Comunícame Tu paz, esa que ningún hombre ni ninguna guerra me podrán arrebatar. Lléname de Tu amor. Enséñame a hablar contigo y escucharte para que me puedas conducir a través de las sombras».
Como ves, no tiene nada de complicado. Basta con que acudas a Mí para que te dé una paz interior que nunca se disipará y un amor que ahuyentará tus temores. Si me lo pides, te concederé la vida eterna, una vida llena de amor y de paz, mejor que tus sueños más aventurados. Te tendré reservado un lugar en Mi reino celestial, donde no habrá más guerra, dolor ni sufrimiento, donde no llegan el mal ni las tinieblas. No tienes más que pedírmelo.
Dame la mano. Te la tiendo en este momento. 
¿Aceptas Mi amor? Te quiero mucho y anhelo regalarte Mi paz.  Jesús

viernes, 26 de diciembre de 2014

¿Porque tengo que perdonar?

¿Por qué tengo que perdonar?

¿Por qué tengo que perdonar a quienes me han herido? Eso sería absolverlos de toda culpa, ¿o no? ¿Por qué dejar que se salgan con la suya?

Por muy difícil que te resulte perdonar, tu situación no mejorará hasta que des ese paso trascendental.

Para empezar hay que entender que el perdón no es algo que se practique entera o siquiera primordialmente para beneficio del otro. Por tu propio bienestar emocional y espiritual debes perdonar a la persona que te agravió; es condición imprescindible del proceso de sanación. Hay tres razones para ello:

En primer lugar, te ayuda a neutralizar el efecto tóxico que tiene una actitud rencorosa en la persona que la adopta. La negativa a perdonar a quienes te han ofendido abona tu mente y tu espíritu para que proliferen toda suerte de sentimientos malos y destructivos, tales como el odio, el resentimiento, la ira y la sed de venganza. Con ese estado de ánimo nunca llegarás a ser feliz. El antídoto es el perdón, un agente de cambio que con el tiempo contrarresta el daño sufrido.

En segundo lugar, aunque esos sentimientos te parezcan justificados a la luz de las circunstancias, si actúas motivado por la hostilidad o incluso si te empeñas en revivir la injuria mentalmente, te vuelves tan culpable como la persona que te hirió. Dos malas no hacen una buena.

Por último, en el Padrenuestro Jesús nos enseña a pedir perdón y ser clementes. «Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. [...] Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas».

El perdón no altera el pasado, pero sí propicia un futuro mucho más dichoso.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

El nacimiento del Rey

Esta noche conmemoramos Tu nacimiento, Señor.

     "¡Oh, Santo Niño de Belén, desciende en mi portal. Hoy en mi ser ven a nacer limpiando todo el mal. Los ángeles, alegres, anuncian a su Rey. Ven a morar en nuestro hogar, ¡oh Cristo, Emanuel!"
     Te damos gracias, Señor, por haber nacido en esta Tierra para vivir y morir por nosotros. Qué milagro, y todo por amor a nosotros, que hayas vivido aquí igual que nosotros, Señor, pasando por todas las cosas que tenemos que pasar y aun así, que nunca titubeara tu fe. ¡Aleluya! ¡Gracias, Jesús! Te damos gracias por el mejor regalo de todos: Tú. Por encima de todo, te agradecemos Tu regalo de amor. ¡Te damos gracias por Tu cumpleaños, por Tu vida y por Tu muerte, y por todo lo que tuviste que hacer para poder darnos Salvación y Vida Eterna!
     Gracias, Señor, por este hermosísimo cumpleaños en el que celebramos Tu nacimiento. Gracias, Señor, por todas Tus bendiciones. Para nosotros todos los días son Navidad; qué bueno eres con nosotros cada día. Gracias por esta hermosa oportunidad de hacer algo sencillo y modesto para demostrarte el amor que sentimos por Ti, Señor. ¡Gracias, Jesús! En el nombre de Jesús, amén.

martes, 23 de diciembre de 2014

¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS Y MUCHISIMAS BENDICIONES PARA USTEDES Y SUS FAMILIAS!



Todo el propósito de la creación de Dios  se basa en EL AMOR.

·         Dios envió  a su único hijo Jesucristo en la forma de un hombre por AMOR
·         Jesus siendo El Hijo De Dios vino y vivió como un hombre para enseñarnos AMOR
·         Finalmente por ese mismo AMOR murió por todos nosotros para que tuviéramos perdón de pecados y vida eterna.
En esta Navidad diferente  el dueño del santo,  El mismo Dios de AMOR creador de todo  el universo quiere hacerte un regalo a ti en particular. El mayor regalo que jamás hayas podido recibir y que nunca te será quitado ni podrás perder,  La salvación de tu alma.
El único requisito que te pide Dios para recibir este tremendo regalo es el siguiente: que creas y confieses  en tu corazón que Jesus es el hijo de Dios,  y que el vino a este mundo para morir por tus pecados para que puedas tener vida eterna,  tal como lo dice en su palabra.  (ROMANOS 10: 9, 10,13).
Ahora quiero que pares y dejes todo lo que estás haciendo y hagas esta simple oración conmigo: “Querido Jesus, creo que eres el hijo del Dios Altísimo, que en un acto de amor y entrega,  viniste a este mundo para morir por mí para que yo pueda ser perdonado de todo pecado y pueda tener vida eterna junto a ti y a tu amoroso padre.  Ahora se con toda certeza que soy tu hijo y  que tu tomaras el control de mi vida y me enviaras tu Espíritu Santo para  que me muestre mi propósito en esta vida y así poder cumplirlo. Todo esto lo pido al padre en tu nombre Jesus… Amen”
Si has hecho esta oración con todo el corazón puedes estar seguro y ¡ALEGRARTE que tu nombre ya está escrito en los cielos y de ahora en adelante no tienes nada de que temer y preocuparte, sea cual sean las circunstancias porque Dios mismo está en control de tu vida!
¡Les deseo a todos la mejor Navidad de sus vidas y muchísimas bendiciones para ustedes y para toda su familia!

Claudio FCS
“PAN DE VIDA PARA EL MUNDO”




lunes, 22 de diciembre de 2014

El bebe que cambio al mundo

Tanto amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Juan 3:16 (NVI)
*
El relato de los Evangelios nos recuerda una vez más que no fueron los  hombres quienes decidieron que el Hijo de Dios naciera en un establo. Por eso, la primera lección que podemos sacar del nacimiento de Cristo es que al Señor no siempre lo hallamos donde nos imaginamos que está.
James Colaianni (n. 1922)
*
Recordemos que el corazón navideño es un corazón dadivoso, un corazón abierto de par en par que pone primero a los demás. El nacimiento del niño Jesús en Belén es el suceso más importante de la Historia. Significó que sobre un mundo enfermo se vertiese el bálsamo sanador del amor, el cual durante 2.000 años ha transformado a todo tipo de personas.
George Matthew Adams (1878–1962)
*
Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en Su Hijo.
1 Juan 5:11 (NVI)
*
Yo tenía
tanta rosa de alegría,
tanto lirio de pasión,
que entre mano y corazón
el Niño no me cabía…
Dejé la rosa primero.
Con una mano vacía
—noche clara y alba fría—
me eché a andar por el sendero.
Dejé los lirios después.
Libre de mentiras bellas,
me eché a andar tras las estrellas
con sangre y nieve en los pies.
Y sin aquella alegría,
pero con otra ilusión,
llena la mano y vacía,
cómo Jesús me cabía
—¡y cómo me sonreía!—
entre mano y corazón.
José María Pemán (1897–1981)
*
Buscamos la gloria de la vida de Jesús en Sus años de adulto, cuando  hizo grandes milagros y reveló Su poder divino, cuando pronunció las magníficas palabras que han tenido una influencia benéfica en el mundo, cuando fue por doquier haciendo el bien, manifestando el amor de Dios en el curso de Su vida cotidiana y en Su cruz. […]
Sin embargo, en ninguna etapa de la vida de Jesucristo hay mayor gloria que en Su nacimiento. Nada denotó mayor amor por el mundo que el que se dignara a nacer en él. Deberíamos decir que el corazón del Evangelio fue la cruz, pero el primer acto de redención fue la encarnación, cuando el Hijo de Dios se despojó de Sus atributos divinos y asumió la vida humana con toda la fragilidad e indefensión de la niñez. Por la revelación de amor y gracia que entrañó, la cuna de Jesús es tan maravillosa como Su cruz.
J. R. Miller (1840–1912) 

viernes, 19 de diciembre de 2014

Navidad y consumismo

Navidad y consumismo
Rodericus

Cada año es la misma batalla, en la que generalmente el consumismo se impone sobre el sentido religioso de la Navidad. Si a ello le sumamos todos los demás compromisos que se dan en diciembre, es casi inevitable que esta celebración del mundo cristiano sea cada día menos litúrgica y cada vez más social.
La austera pobreza del nacimiento de Jesús en Belén contrasta de modo esencial con esta fiebre por adquirir. Mucho más que acercarse a los templos, las personas se aglomeran en las tiendas; y, más que recogerse en oración, unos y otros se apresuran en recorrer los distintos centros comerciales recargándose de cosas. En esta disputa permanente entre la moderación y el gasto asociados a esta fecha, la sobriedad lleva todas las de perder y el ímpetu por comprar, todas las de ganar.
Una de las consecuencias de este excesivo consumo es que el Dios del pesebre obviamente desaparece ante el dios del obsequio. Tanto es así, que hasta los mismos cristianos nos despistamos centrándonos poco en el nacimiento de Cristo y bastante más en las urgencias de fin de año y en que las dádivas alcancen para todos. Sería deseable, sin embargo, que alguna vez la Navidad fuera verdaderamente la fiesta de Cristo Niño y no una epifanía de paquetes y distracciones.

 

jueves, 18 de diciembre de 2014

La Navidad es...

La Navidad es…
La Navidad no es un momento ni una temporada, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y ser compasivos, seguir el ejemplo que nos dio Jesús, es comprender el verdadero significado de Navidad.  Calvin Coolidge, adaptado
La Navidad es ocasión para mirar hacia el futuro con valor, más allá de las puertas del año que aprisa se aproxima… de decidir que los meses que vienen reflejarán a una persona más bondadosa y dada a perdonar, y menos egoísta que la que reflejaron en el pasado. Ellen V. Morgan

¡La Navidad es mucho más que luces y regalos!
Es el dulce espíritu fraterno que brilla todo el año.
Es paz y consideración, comprensión y bondad;
es esperanza renovada de buena voluntad.  Anónimo

Enséñanos a valorar las cosas eternas por encima de todo…
a hallar el gozo que esconde la generosidad…
a conocer la paz de lejanas colinas…
a experimentar la dicha de dar de corazón…
a recordar en esta Navidad que lo único que se puede conservar es lo que se entrega. M. D. Winsett

¡Que suene la música en Navidad!
Trompetas de gozo y de renacimiento;
y que procuremos, con alma festiva,
traer paz a los hombres en todo momento.  Mildred L. Jarrell
 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

El hijo prodigo

La compasión del padre

Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.  Lucas 15:20[1]
*
En esa parábola Dios se representa como un padre, ¡pero un padre excepcional! Los dos hijos insultan públicamente al padre. Y en los dos casos el padre, con misericordia, se humilla a sí mismo y procura que sus hijos se reconcilien. Aunque somos pecadores, Dios, con amor misericordioso, nos invita a volver a Él. Sus caminos no son nuestros caminos.  John Sanders
*
«Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre». El padre no dirigió una mirada glacial al hijo que volvía. Lo vio con amor y «fue movido a misericordia»; es decir, tuvo compasión de él. Su corazón ya no albergaba ira hacia su hijo; solo sentía compasión por su pobre muchacho, que había llegado a un estado tan lastimoso. Era cierto que todo había sido culpa del hijo; pero no fue eso lo que pensó el padre. Lo que conmovió al padre profundamente fue el estado en que se encontraba su hijo, su pobreza y degradación, su rostro tan pálido por el hambre. Y Dios tiene compasión de las tribulaciones y sufrimientos de los hombres. Es posible que ellos se hayan acarreado todas sus dificultades, y en efecto ha sido así; sin embargo, Dios tuvo compasión de ellos. «Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron Sus misericordias».  Charles H. Spurgeon
*
Cuando pongo atención a la parábola del hijo pródigo, como un oriental, esas dos historias poseen un gran significado para mí. […] Cuando alguien ha sido injusto con su padre y lo ha tratado como si ya estuviera muerto —que es lo que se insinúa cuando el hijo le pide la herencia que le corresponde—, y luego va y la derrocha, y seguidamente esa persona hace un giro de 180 grados y vuelve a la casa de su padre, en un contexto oriental, el padre nunca habría salido de su casa para encontrarse con el hijo afuera. Habría esperado hasta que el hijo llegara y cayera sobre su rostro, implorando perdón. El que el padre fuera misericordioso y corriera hacia el hijo que se dirige de vuelta a casa, es muy contrario a la forma de pensar oriental. Y allí el hijo fue recibido, perdonado, le dieron ropa, un anillo y todo lo demás.  Ravi Zacharias
*
Esa es la manera de representar a Dios, cuya bondad, amor, perdón, cuidado, alegría y compasión no tienen límites. Jesús representa la generosidad de Dios al emplear toda la imaginería de su cultura, y al mismo tiempo transformándola constantemente.  Henri Nouwen

El arrepentimiento del hijo

Su hijo le dijo: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo».  Lucas 15:21[2]
¡Nunca ha habido una descripción de un personaje tan corta como la del hijo pródigo! No entra en detalles realistas ni enumera sus pecados; sin embargo esa imagen inmortal queda grabada por siempre en nuestra imaginación. El fiasco de su vida es tan claro y vívido como las palabras que describen la ruina. Sin embargo, lo que nos atrae más mientras leemos la breve narración de su ruina no es que dice que vivió «perdidamente» ni que dilapidó imprudentemente su patrimonio, ni que tuvo hambre a tal grado que anhelaba la comida de los cerdos, ni que andaba con pies descalzos o que perdió su túnica; más bien, es que al llegar el hijo pródigo a su peor suerte, el relato señala: «Volviendo en sí». Recapacitó, comprendió. Hasta ese momento no había vuelto en sí. No se había hallado a sí mismo en su vida de desenfreno y complacencia. A fin de cuentas, esa no fue la vida para la que estaba destinado. Se extrañó más a sí mismo que a sus zapatos y túnica.
Eso plantea una buena pregunta que vale una respuesta: ¿En qué momento alguien es su verdadero yo? ¿Cuándo puede alguien decir adecuadamente «por lo menos me encontré a mí mismo; soy quien quiero ser»? Cristo nos ha revelado que en nosotros siempre hay posibilidades más sublimes y divinas. Cristo, el Vencedor —y no Adán—, es el verdadero modelo, la persona normal, que al final nos da el modelo de vida auténtica. Entonces, ¿cuál es el verdadero yo? Sin duda es el yo más excelso posible, el que descubrimos en nuestros mejores momentos.  Rufus M. Jones
*
En prisión y al enfrentar la muerte, Dostoyevsky descubrió la parábola del hijo pródigo. En ese relato del regreso a casa, Dios resucitó en su mente. La parábola del hijo pródigo transformó la mente, el alma y el cuerpo de Dostoyevsky. En el lecho de muerte, su última petición fue que le leyeran esa parábola que además influyó en todas las historias que escribió el autor genial. Fue absolutamente consciente de que ese relato de volver a casa es el nuestro. Es más, su toma de conciencia llegaría a otra alma que a la larga vio que la belleza de la parábola del hijo pródigo funcionaba en su propia vida. C. S. Lewis, al describir su conversión, que fue con bastantes reservas, exclamó: «¡¿Quién puede adorar debidamente ese Amor que abrirá enormes puertas a un hijo pródigo que ha llegado pateando, forcejeando, resentido y mirando rápidamente en todas direcciones en busca de una oportunidad de escapar?! La dureza de Dios es más bondadosa que la suavidad de los hombres, y la coacción de Dios es nuestra liberación».  Jill Carattini
*
Todos hemos sido hijos pródigos en uno u otro momento. Todos nos hemos descarriado y apartado mucho de la casa del Padre alguna vez, si no físicamente, por lo menos en espíritu, y todos nos hemos visto comiendo sobras y desperdicios, como quien dice, para luego volver a nuestro Padre, quien, viéndonos desde lejos, corrió a recibirnos con los brazos abiertos. Ya nos estaba buscando. Él cuenta con que escarmentaremos y volveremos a Él. Nos espera con amor hasta que descubrimos que ninguna otra cosa nos satisface y regresamos a Él. Entonces puede hacer Su parte y sanarnos como solo Él sabe hacerlo. Me recuerda a ese estribillo que dice:
Mi alma, oh, aún vibra,
pues Él de alegría la inundó.
Algo me hizo renacer.
Su mano me transformó.
Dios no permitirá que se frustre Su plan. Éste se cumplirá sin posibilidad de error. En el caso del hijo pródigo, con que solo te encamines hacia Dios y te vuelvas a Él, Él te estará esperando y te recibirá con los brazos abiertos, con amor y vestiduras nuevas de justicia, un hermoso anillo de oro, recompensa que ni siquiera te mereces, y un banquete de acción de gracias, una fiesta.
Recuerda, siempre hay esperanza. Dios conoce tu camino, y cuando te haya probado, saldrás como oro[3]. Es posible que a veces el camino sea difícil, pero Su Palabra dice: «El Dios de toda gracia, que nos llamó a Su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, Él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca»[4]María Fontaine
*
La parábola del hijo pródigo trata de quienes se han alejado de Mí. Cuando los veo transitar el sendero que los lleva hacia Mí, de inmediato salgo corriendo a su encuentro. Los estrecho en Mis brazos, los envuelvo con Mi capa y llamo a Mis siervos para que preparen una fiesta. Porque Mi hija, Mi hijo y los que estaban perdidos han regresado a Mis brazos.
El hijo pródigo dejó la casa del Padre y gastó su herencia y dedicó su tiempo a hacer lo que quería, pensando que eso lo haría feliz. Al acabársele al hijo pródigo el dinero, se vio obligado a padecer pobreza. En cierto modo, fue como una cárcel para él, y no veía la forma de salir. Cuando estaba desesperado y no hallaba escapatoria, comenzó a revolcarse en el fango y hacerse como los cerdos. Hasta que al final recapacitó y empezó a preguntarse: «¿Qué he hecho?»
El hijo pródigo pensó que se había descarriado a tal grado que su padre nunca lo volvería a aceptar. Pero recuerda que para Mí es imposible que te pases de malo. ¡Todavía tienes un lugar reservado en Mi casa! Te espero con los brazos abiertos para acogerte de nuevo en Mi casa. Recuerda, independientemente de cómo te sientas, Yo todavía te amo.  Jesús, hablando en profecía

martes, 16 de diciembre de 2014

Como generar credibilidad

Cómo generar credibilidad

Peter Amsterdam

Generar credibilidad significa granjearse el respeto de las personas, y una manera importante de ganarse ese respeto es por medio de la integridad y el profesionalismo; demostrando que somos personas confiables, que se puede contar con nosotros, y que nuestra manera de conducirnos es honesta, transparente, confiable y profesional. En las palabras de John Maxwell: «Cuanto más fiable seas, más confiarán los demás en ti, lo cual a su vez te otorgará el privilegio de ejercer influencia en sus vidas. Cuanto menos fiable seas, menos confiarán los demás en ti, y antes perderás tu puesto de influencia».
 Conducirse con integridad
Conducirse con integridad representa una serie de cualidades o valores que por lo general se esperan de las personas en el ámbito profesional. Cualidades tales como la sinceridad y la franqueza al hablar o expresarse. Guardar nuestra palabra, ser claros y atenernos a los hechos.
La transparencia y la apertura en nuestras interacciones profesionales con los demás son esenciales para generar confianza y credibilidad en el mundo de hoy. Un experto en relaciones públicas lo expresa de la siguiente manera:
Para que haya credibilidad tiene que haber transparencia, candor y honestidad, basadas en valores, políticas y acciones sólidas. A menos que una organización se conduzca con credibilidad, no se la considerará fiable.
 En la sociedad actual, la información sobre quiénes somos y de qué manera operamos se propaga con mucha rapidez. Tenemos que esmerarnos por garantizar que esas novedades que «vuelan» sean novedades que contribuyan a nuestra credibilidad y promuevan la buena voluntad.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Esta navidad me propongo

Esta Navidad me propongo…
…poner fin a una disputa
abandonar mi suspicacia
buscar a un amigo olvidado
escribir una carta de amor
hacer partícipes a otros de algo valioso
responder con buenos modos
infundir ánimo a alguien
escuchar, pedir perdón si me he equivocado
ser paciente y comprensivo
reconsiderar lo que exijo a los demás
pensar primero en el prójimo
manifestar aprecio
mostrarme amable
reírme un poco más
expresar gratitud
recibir a un extraño
alegrar a un niño.  Anónimo
 

viernes, 12 de diciembre de 2014

Nada te turbe

NADA TE TURBE

Nada te turbe;
nada te espante;
todo se pasa;
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Solo Dios basta.
Teresa de Jesús

La paz no es verdadera paz hasta que ha sido probada en la tormenta.  Anónimo

Toda la paz y el favor del mundo no son capaces de sosegar un corazón atribulado; y por otra parte, todas las turbulencias y la inquietud del mundo son incapaces de alterar la paz que nos concede Cristo.  Robert Leighton

Al poner en manos de Dios nuestras preocupaciones, Él pone en nuestro corazón Su paz.  Anónimo

Dios es tu paz. Tu ayuda proviene de Él. En Él está tu confianza.  Anónimo

«El que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal.»  Proverbios 1:33
 

jueves, 11 de diciembre de 2014

Paz interior

PAZ INTERIOR

Cuando te asalten la ansiedad o el desasosiego, haz de tu corazón un templo. Cierra los ojos y eleva la mirada hacia el Cielo. Recógete en tu interior, en la catedral de tu espíritu. Respira hondo y contempla las visiones con que Dios te obsequiará. Aspira ese aire de paz que viene de lo alto. Renueva tu entendimiento. Recobra fuerzas. Escucha la exquisita melodía celestial que te aclarará el pensamiento. Presta oído a esa voz apacible que te habla con amor. Deja que se esfumen allí tus temores y se disipe tu zozobra. Refresca tu espíritu con unos instantes de reposo y paz en el templo de tu alma, donde mora Dios.  Gabriel García V.

Deja que conduzca tus pensamientos a un rincón tranquilo, un remanso de paz y meditación. Piensa en Mi amor. Piensa en las muchas veces que te he manifestado amor a través de otras personas: un amigo, tu cónyuge, un compañero, un colaborador, un niño o alguna persona con la que te detuviste a conversar. Además piensa en las veces en que te he manifestado Mi amor a través de un suceso favorable o inesperado, respondiendo a tus oraciones, concediéndote un deseo que abrigabas, permitiéndote pasar un rato de tranquilidad y contemplación, y en tantas otras ocasiones.  
 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

No se haga mi voluntad

No se haga mi voluntad

Palabras de Jesús

Deléitate en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón. Entrega al Señor todo lo que haces; confía en Él, y Él te ayudará. Él hará resplandecer tu inocencia como el amanecer, y la justicia de tu causa brillará como el sol de mediodía.  Salmo 37:4-6

Yo soy el jardinero jefe. Soy el maestro paisajista. Puse en tu mano esas semillas y tú las sembraste, regaste y cuidaste. Pero cuando contemplo tu jardín observo una fea y mala hierba que lo contamina. Es una maleza incómoda y molesta. Has tratado de arrancarla. Has intentado desarraigarla. La has hecho pedazos y la has quemado. Deseabas ardientemente deshacerte de tan fea maleza.
Para hacerlo, es preciso que caves hondo bajo la capa superior del suelo. Es necesario que caves mucho más hondo y busques las raíces, pues a gran profundidad hay una raíz de la cual proviene esa maleza. Si deseas que tu parcela esté hermosa y libre de esa maligna hierba, cava hondo y desentierra esa raíz de inflexibilidad.

Entrégame tu corazón y tu vida. Confía en Mí y dime: «No se haga mi voluntad, sino la Tuya».
Cuando muestras disposición a encomendarme tus planes, cuando te puedo moldear con Mis manos; cuando me entregas todo tu ser y deseas de todo corazón librarte de esas cosas para poseerme más abundantemente a Mí y a Mi Espíritu, hallarás la liberación, y tu parcela estará más hermosa que nunca. Estará en todo su esplendor y me glorificará.

martes, 9 de diciembre de 2014

El VERDADERO SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD

El auténtico significado de la Navidad es amor. Juan 3:16-17 dice: «Tanto amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él». El verdadero significado de la Navidad es la celebración de ese increíble acto de amor.
El verdadero relato de la Navidad es el que narra cómo Dios se hizo humano por medio de Jesucristo. ¿Por qué Dios hizo algo así? ¡Porque nos ama! ¿Por qué fue necesaria la Navidad? ¡Porque necesitábamos un Salvador! ¿Por qué Dios nos ama tanto? Porque Él es amor[4]. ¿Por qué celebramos anualmente la Navidad? Es gratitud por lo que Dios hizo para nosotros. Recordamos Su nacimiento al darnos regalos unos a otros, al alabar a Dios y pensar más en los pobres y los menos afortunados.
El verdadero significado de la Navidad es amor. Dios amó a los Suyos y les dio una manera —la única— de pasar la eternidad con Él. Dio a Su Hijo único para que recibiera el castigo que nos correspondía por nuestros pecados. Jesús pagó el precio total; y quedamos libres de la condena cuando aceptamos ese regalo que dio por amor. «Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores»[5]

lunes, 8 de diciembre de 2014

La asamblea de las herramientas

LA ASAMBLEA DE LAS HERRAMIENTAS

Cuentan que las herramientas un buen día, se reunieron en asamblea
plenaria, con la finalidad de arreglar sus diferencias, marcadas por un
descontento general y constantes roces entre ellas.

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que
tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y además se
pasaba el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que
el cepillo fuera expulsado también, debido a que siempre hacía su
trabajo en la superficie, y no tenía profundidad alguna. Al cepillo no
le quedó otra que reconocer su aparente debilidad, pero a la vez pidió
la expulsión del tornillo, aduciendo que había que darle muchas vueltas
para que sirviera para algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también.
No obstante, en su breve discurso exigió la expulsión del papel de lija.
Hizo ver que era muy áspero en su trato y siempre tenía fricciones con
los demás. Y el papel de lija aceptó, con la condición de que fuera
expulsado el metro, que siempre se pasaba midiendo a los demás, con su
medida como si éste fuera perfecto.

La acalorada discusión fue repentinamente interrumpida por la llegada
del carpintero, quien se puso el delantal y dio inicio a sus labores.
Utilizó el martillo, el cepillo, el papel de lija, el metro, el tornillo
y el serrucho. Finalmente de la madera trabajada, salió un lindo mueble.

Cuando las herramientas quedaron solas, se reanudó la deliberación,
tomando la palabra el serrucho, que hasta entonces aún no había tenido
la oportunidad de pronunciarse:
«Señores, ha quedado demostrado que tenemos muchos defectos, pero el
carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace
valiosos e importantes. Así que no pensemos en nuestras debilidades sino
concentrémonos en nuestras fortalezas y aspectos positivos.»
Los concurrentes, reconociendo la sabiduría de lo expuesto, acordaron
entonces poner más énfasis en los puntos fuertes de cada uno. Por
unanimidad la asamblea concluyó que el martillo era fuerte, contundente
y el cepillo suave y eficaz. Se dieron cuenta que el tornillo tenía la
habilidad de unir y dar fuerza, y el papel de lija era especial para
afinar y limar asperezas. También observaron que el metro era preciso y
exacto, cualidades indispensables para un trabajo bien hecho.
Se sintieron entonces un equipo orgulloso capaz de servir y producir
gran variedad de artículos y muebles útiles de excelente calidad.

Ocurre lo mismo con nosotros. Mira a tu alrededor y lo comprobarás.
Cuando en un hogar, empresa, institución u organización sus miembros
gastan su tiempo y esfuerzo en buscar los defectos de los demás, la
situación se vuelve tensa, negativa y rumbo al caos y la posible
desaparición. En cambio, cuando los propósitos son enfocados
positivamente buscando propiciar los mejores valores individuales y de
grupo, estamos ante las puertas de los mejores y más satisfactorios
logros humanos.
Lo más trascendente de esta historia es que nuestro aporte a la sociedad
y las diferentes entes que la conforman, siempre será en relación con
nuestras cualidades, propiciando logros colectivos a pesar de nuestros
defectos individuales.

viernes, 5 de diciembre de 2014

¿Es Jesus el hijo de Dios?



“Las siguientes probabilidades son tomadas de Peter Stoner en Science Speaks (La Ciencia Habla, Moody Press 1963) para mostrar que la coincidencia se elimina por la ciencia de la probabilidad. Stoner dice que usando la ciencia moderna de la probabilidad en referencia a ocho profecías, ‘encontramos que la probabilidad que cualquier hombre que haya vivido hasta nuestros tiempos y haya cumplido las ocho profecías es de uno entre 1017.’ Esto sería 1 en 100,000,000,000,000,000. Para que nosotros podamos comprender esta abrumadora probabilidad, Stoner lo ilustra suponiendo que tomáramos 1017 monedas de plata de 1 dólar y con ellos cubriéramos la superficie del estado de Texas. Estas cubrirían todo el estado a una profundidad de dos pies (aproximadamente 61 centímetros). Ahora marquemos uno de estos dólares de plata y revolvamos toda la masa completamente, sobre todo el estado. Vendémosle los ojos a un hombre y digámosle que puede viajar tanto como él desee, pero deberá escoger un dólar de plata y decir que es el correcto. ¿Cuan probable sería que él escogiera el correcto? Tan probable como que los profetas hayan escrito ocho profecías y que todas se hubieran cumplido en el mismo hombre.”Stoner considera 48 profecías y dice “encontramos que la probabilidad que un hombre haya cumplido las 48 profecías sería de 1 entre 10157, o sea 1 entre 10,00,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,
000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000 000,000,000.” (Esta información fue tomada del libro Evidencia que Demanda un Veredicto de Josh McDowell.)El número estimado de electrones en el universo es de alrededor de 1079. Debería ser un tanto evidente que Jesús no cumplió las profecías por accidente. El era quien dijo ser, el único camino.
(Este material es del libro “Evidencia que exige un veredicto” de Josh McDowell)
¿Quién fue Peter Stone?
Stoner fue presidente de los departamentos de Matemáticas y Astronomía de la Universidad de la Ciudad de Pasadena hasta 1953, y presidente de la división de Ciencias de la Universidad de Westmont desde 1953 a 1957. Stoner calculó la probabilidad de cumplimiento de sólo un puñado de más de 300 profecías mesiánicas por un solo hombre. En 1944, publicó los resultados de su investigación en Science Speaks: Scientific Proof of the Accuracy of Prophecy and the Bible.
Stoner concluyó que la probabilidad de que una persona cumpliera sólo ocho de las profecías específicas era de una en 1017 (un uno seguido de 17 ceros). ¿Cuál sería la de una persona cumpliendo sólo 48, de entre más de 300 profecías? Stoner calculó estas probabilidades en una en 10157 — !mucho más allá de la imposibilidad estadística! 1