AUTODESTRUCCIÓN
Henry Bosch
Una
serpiente de cascabel, al sentirse acorralada, se pone a veces tan frenética
que sin querer se clava a sí misma sus mortales colmillos. De la misma manera,
quien alberga resentimiento y odio, las más de las veces se emponzoña a sí
mismo con el veneno de su malevolencia. Puede estar convencido de que con su
despliegue de cólera hiere a sus enemigos, cuando en realidad se hace un
profundo daño interior. No se gana nada cediendo a oscuras pasiones como el
rencor y la ira. Es preciso que aprendamos a perdonar los agravios y le
pidamos a Dios que nos llene de amor el corazón. Solo así evitaremos que el
resentimiento y la ira nos lastimen.
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