lunes, 25 de mayo de 2015

Autodestrucción

AUTODESTRUCCIÓN
 Henry Bosch
 
Una serpiente de cascabel, al sentirse acorralada, se pone a veces tan frenética que sin querer se clava a sí misma sus mortales colmillos. De la misma manera, quien alberga resentimiento y odio, las más de las veces se emponzoña a sí mismo con el veneno de su malevolencia. Puede estar convencido de que con su despliegue de cólera hiere a sus enemigos, cuando en realidad se hace un profundo daño interior. No se gana nada cediendo a oscuras pasiones como el rencor y la ira. Es preciso que aprendamos a perdonar los agravios y le pidamos a Dios que nos llene de amor el corazón. Solo así evitaremos que el resentimiento y la ira nos lastimen.

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