BALAS PERDIDAS
Curtis Peter Van Gorder
Las palabras que decimos sin pensar son
como balas perdidas. Aunque se hagan en son de broma, si son desconsideradas
pueden tener mucho alcance y consecuencias perdurables. Un pequeño chisme puede
arruinar una vida. En lugar de decir lo primero que se nos venga a la cabeza,
conviene tener cuidado y pedir a Dios que nos ilumine antes de disparar un
comentario.
Una palabra sin pensar provoca.
Una palabra cruel arruina vidas.
Una palabra de odio causa odio.
Una palabra brutal asesina.
Una palabra cruel arruina vidas.
Una palabra de odio causa odio.
Una palabra brutal asesina.
Una palabra amable abre puertas.
Una palabra alegre alegra el día.
Una palabra tierna besa y sana.
Una palabra oportuna alivia.
Una palabra alegre alegra el día.
Una palabra tierna besa y sana.
Una palabra oportuna alivia.
Anónimo
7 abr.
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